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La juez no cree probado que encañonaran a un técnico de riesgos laboralesDetienen a un tironero que actuaba de forma violenta en el centro
El dueño del local afirma que todo ocurrió por negarse a firmar un contrato y pagar 280 eurosEl arrestado ya ha sido interceptado por la Policía Local tres veces en apenas tres semanas
Un día en los calabozos, un gran sofocón para su familia y la satisfacción de ver archivada su causa. Ése ha sido el desenlace de la rocambolesca historia que se inició la mañana del pasado miércoles en un restaurante rondeño al personarse en el mismo un técnico en riesgos laborales, que terminó denunciando al propietario del local por presuntamente haberle sacado una pistola, amartillarla en su presencia y encañonarlo.
Ahora, el encausado, Ricardo F. F, respira tranquilo tras decretar la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Ronda el sobreseimiento de la causa, al considerar que dichos hechos no han podido ser probados. El empresario reconoce que entabló una conversación con el técnico que derivó en una discusión, al negarse a firmar el contrato que le estaba presentado y el pago de 280 euros Además, mantiene que el técnico en cuestión le habría dicho de forma reiterada que su negativa le podría traer consecuencias y la posible visita de los inspectores de trabajo, advirtiéndolo que en ese caso la multa podría superar los 30.000 euros.
En este punto de la discusión, tras insistirle en la posible visita de los inspectores, Ricardo reconoce que le dijo que mirase lo que tenía preparado para los inspectores, algo que afirma que hizo en tono "irónico" y señalando hacia los cuchillos y hachas que estaba preparando para retirar del local, entre los que se encontraba la caja de una pistola de aire comprimido. "No sabía siquiera si había una pistola dentro, no tenía bombona y tampoco estaba cargada", dijo el empresario, al tiempo que niega haberla sacado de su caja.
Una unidad de policía local del distrito centro detuvo en la noche del lunes a un varón de origen marroquí que, supuestamente, ha cometido varios hurtos o robos en apenas unas semanas de forma violenta. El arrestado, según informan fuentes próximas a la investigación, entró en España el pasado 27 de noviembre y en apenas tres semanas ya ha sido interceptado por la Policía Local hasta en tres ocasiones.
Según señalan esas fuentes, este varón, de unos 35 años, se estaba convirtiendo en un tironero habitual por las calles del centro, con la particularidad de arrastrar incluso a las víctimas. El lunes por la noche dio, presuntamente, otro tirón de un bolso en la calle Cuarteles y fue detenido a la altura del río Guadalmedina cuando escondía las pertenencias de la víctima.
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