La encrucijada del hotel de Moneo
Braser ultima la negociación con dos bancos españoles para financiar el proyecto tras perder los fondos Jessica
El proyecto de transformación de Hoyo de Esparteros, que incluye la construcción de un hotel diseñado por el arquitecto Rafael Moneo, sigue buscando la salida a la encrucijada en la que se halla desde hace varios años. La respuesta pasa inevitablemente por la consecución de la financiación necesaria para ir adelante con una intervención valorada en unos 32 millones de euros. Fuentes próximas a la iniciativa empresarial informaron de que la solución parece ahora algo más cercana, pendientes de solventar "los flecos" para alcanzar sendos acuerdos con dos entidades nacionales.
La aparición de las mismas es clave para el futuro de esta operación, toda vez que la posibilidad de que Promociones Braser se beneficiase de la convocatoria de los fondos Jessica, por un valor de 15 millones de euros, quedó definitivamente abortada a finales del pasado mes de septiembre. Las fuentes consultadas expusieron que una de las dos firmas con las que se negocia se hará cargo de la parte correspondiente al establecimiento hotelero, mientras que la otra lo haría "de la parte inmobiliaria". Ello se vincula a los edificios de oficinas y al aparcamiento subterráneo que forman parte del proyecto. Sobre ello, apuntaron la necesidad de clarificar el reparto, dado que "no son dos parcelas independientes, porque, por ejemplo, el aparcamiento está mezclado con el hotel".
El vaivén en el que está inmersa esta operación inmobiliaria se prolonga en el tiempo desde hace ya casi dos años, cuando Braser se vio incapaz de cumplir con el compromiso asumido con el Ayuntamiento de abonarle 4,8 millones de euros en concepto de compensación. Ese abono se ha ido alargando en el tiempo, hasta que Gestrisam inició la vía ejecutiva para el cobro de una deuda que ya alcanza los 7 millones de euros. Ante este proceder, la promotora pidió un aplazamiento, que fue finalmente aceptado y que vencerá el 2 de diciembre próximo.
Solventar el escenario económico es clave para liberar desde el punto de vista administrativo la actuación, dada la necesidad de disponer del proyecto de urbanización aprobado de manera definitiva, así como de la licencia de obras. Ambas autorizaciones fueron rechazadas el pasado mes de julio por el Consejo de Administración de la Gerencia de Urbanismo con los votos contrarios de todos los grupos de la oposición, incluido Ciudadanos. El papel de esta formación es clave en el futuro de la actuación. Sus responsables condicionaron su abstención o voto afirmativo a que la empresa garantizase mediante un aval el pago del convenio con el Ayuntamiento. Una vez Braser disponga de los fondos podrá afrontar la obligación que tiene contraída con las arcas municipales.
Muestra del lastre que acumula la iniciativa es que ya a principios de 2014, Braser confiaba en poder disponer del camino expedito desde el punto de vista urbanístico para ese mismo verano. Algo más de dos años después sigue sin contar con la aprobación del proyecto de urbanización ni con la correspondiente licencia para ejecutar un establecimiento de cuatro estrellas, de diez plantas (el doble de lo permitido años atrás), con capacidad para 140 habitaciones y tres plantas subterráneas de aparcamientos (220 plazas), dos edificios de oficinas.
Este proyecto, cuyos orígenes se remontan a hace unos 14 años, fue objeto de un convenio urbanístico firmado en 2008, según el cual la empresa se obligaba a compensar al Ayuntamiento con 6,8 millones de euros, cuantía que, tras ciertos ajustes en el planteamiento se rebajó a unos 4,8 millones, a los que sumar 2,3 millones más en urbanización.
No hay comentarios