Enfermeras y fisioterapeutas se concentran ante el Clínico de Málaga para protestar por los recortes en sus pagas extras

Enfermeras y fisioterapeutas del Servicio Andaluz de Salud (SAS) se han concentrado este jueves ante el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga para protestar por el recorte que, según denuncian, sufren desde hace 15 años en sus pagas extraordinarias. La movilización ha sido convocada por el Sindicato de Enfermería SATSE y se enmarca en la campaña estatal ‘De nuestra extra, que no se coman ni un euro’, coincidiendo con el abono de la paga extra de verano.

Según datos del sindicato, desde 2010 cada profesional ha dejado de percibir una media de 11.000 euros como consecuencia de este recorte, que consideran una “discriminación retributiva mantenida en el tiempo”. Durante la concentración se han coreado consignas como “Mi extra no se toca” o “Es mi sueldo, es mi derecho”.

La protesta en Málaga ha sido una de las que se han desarrollado simultáneamente en las ocho provincias andaluzas, frente a hospitales públicos como el Torrecárdenas (Almería), Puerta del Mar (Cádiz), Reina Sofía (Córdoba), Virgen de las Nieves (Granada), Riotinto (Huelva), Neurotraumatológico (Jaén), Virgen Macarena (Sevilla) y el propio Virgen de la Victoria de Málaga.

SATSE recuerda que el recorte en las pagas extraordinarias se introdujo en 2010 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero como parte de las medidas frente a la crisis económica, y denuncia que ni los gobiernos posteriores de Mariano Rajoy ni el actual de Pedro Sánchez han revertido esta situación en las leyes de presupuestos generales del Estado.

El sindicato califica este recorte como una “anomalía laboral” que afecta a las dos pagas extraordinarias anuales que recibe el personal estatutario del sistema sanitario público, ya que no incluyen de forma íntegra conceptos como el sueldo base y los trienios. Esto, según argumentan, contraviene el Estatuto Marco del personal estatutario y el Estatuto Básico del Empleado Público, que establecen que las pagas extraordinarias deben igualar a una mensualidad ordinaria.

SATSE estima que el recorte supone una pérdida anual de unos 700 euros por profesional y añade que, en el actual contexto económico, esta situación ha contribuido a una reducción cercana al 20 % en el poder adquisitivo desde 2010. Además, critica que esta situación se mantenga “en un contexto de corrupción, despilfarro y mala gestión del dinero público”.

El sindicato ha anunciado que continuará con esta campaña a través del reparto de cartelería y material informativo en centros sanitarios, encuentros con responsables políticos y otras acciones reivindicativas. También subraya que desde 2010 han accedido al sistema sanitario público al menos 15 promociones de profesionales que no han llegado a percibir una paga extraordinaria completa.