Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja

Fernando Ezquerro: "Tenemos que enseñar a la gente joven a beber vino"

Fernando Ezquerro en el hotel Eurostar.

Fernando Ezquerro en el hotel Eurostar. / Javier Albiñana (Málaga)

Fernando Ezquerro Cuevas cumple un año como presidente del consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja. Tras este periodo de ejercicio, afronta el mandato con honor y fijando la sostenibilidad como una de las líneas hacia las que dirigir la actividad. El vinícola será la cara visible de esta denominación con tanta solera hasta 2025.

¿Cómo afronta estar al frente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada?

Con honor, la verdad que es un honor representar a la principal Denominación de Origen de vinos del país, con sus complicaciones, sus días malos, pero es un honor. Es una denominación que genera mucho valor en la región en la que está integrada y para mí es un orgullo.

¿Qué objetivos se marca a corto plazo?

Es un sector maduro, por lo que se hace es marcar planes estratégicos cada cierto tiempo y seguirlo. Al final, el presidente es un cargo representativo. Tenemos siempre un guión marcado, ya que pensamos que siempre tenemos que tener medidos los objetivos. El plan estratégico lo que nos marca es generar un 23% más de valor para 2025. Ha pasado una pandemia, la guerra de Ucrania tampoco nos está ayudando, pero en el año y medio que llevamos de plan estratégico se han cumplido los objetivos. La vía por la que conducir el tren está clara, pero no está exenta de dificultades.

¿Y a largo plazo?

Como ya hemos dicho antes, tenemos el plan estratégico que marca ese objetivo de mayor rentabilidad y facturación. Pero también tenemos un reto claro que es trabajar hacia la sostenibilidad. Es un objetivo vital y no podemos afrontar ningún reto que no nos permita ser cada vez más amable con el planeta.

¿En qué medida ha afectado la invasión de Ucrania, con todas las repercusiones económicas que ha provocado, al sector?

Este es un sector que tiene dos grandes ideas. La primera es que la gente bebe vino cuando socializa. La segunda es que no es como el pan o la leche, es un elemento que la gente lo consume cuando hay cierta alegría económica. La inflación evidentemente no ayuda y el encarecimiento de las materias primas como el vidrio, la electricidad o el cartón también nos está complicando al sector en general. Somos un sector que necesita tranquilidad y expectativas vitales positivas.

¿Qué supone el mercado andaluz para La Rioja?

Nosotros representamos más del 30% del vino tranquilo con denominación de origen del mercado andaluz. Se pueden trasladar a las cifras de Rioja en el resto de España. Hay que tener en cuenta que de cada 100€ de vino tranquilo que se exporta en España, 41€ son de Rioja, lo que demuestra la fortaleza de la marca.

¿Cómo hacen para mantener la reputación de un sello tradicional a lo largo de tantos años?

Tenemos dos grandes estrategias. La primera es la promoción de nuestro producto, que la gente cada día conozca más nuestra denominación. La segunda es controlar que lo que pone en la etiqueta sea real. Rioja apuesta mucho por el control de sus vinos y queremos que cuando en una etiqueta ponga que se trata de uva garnacha de un pueblo concreto sea verdad. Y bueno, evidentemente que los vinos cumplan sus estándares de calidad.

¿Ha cambiado el público consumidor de vino en los últimos años?

El público no, pero la forma de consumirlo sí. La pandemia nos enseño que siendo la región más importante en hostelería, cuando cerraron ese canal, la gente se lo inventó y empezó a comprar vino en grandes superficies y vinotecas. El consumidor volvió a salir y volverá a recuperar la forma de consumo que tenía antes, pero sí que es verdad que la gente consume más vino en casa. Pero lo que sí tenemos claro es que la gente tiene que socializar, ya sea en casa o fuera. El vino es compartir, no se suele beber vino en solitario.

¿Cómo afectó la pandemia y concretamente los meses de confinamiento a la entidad?

Cuando eres la marca que más se vende en hostelería es España y estas suponen un 60% de nuestras ventas a nivel nacional, pues evidentemente nos impactó. Aunque crecieron otros dos canales, la exportación y la alimentación que pudieron paliar un poco el efecto. Obviamente tuvimos unas cifras más bajas que otros años, pero ya estamos en niveles prepandemia. Somos optimistas sabiendo que la situación sigue siendo complicada. El plan estratégico marcaba un crecimiento del 7% en 2021 y, sabiendo que la pandemia no se ha ido, hemos cumplido el objetivo.

¿Cuáles son las principales amenazas del sector en estos momentos?

Por una parte vivimos la amenaza del cambio climático. Es algo que está ahí y tenemos que trabajar duramente para ser más sostenible y no ahondar en esa brecha. La otra amenaza es la dicotomía creada entre vino y salud. Pensamos en que el consumo con moderación es positivo y por eso aplicamos la campaña de wine moderation, pero sigue siendo un factor que afecta al sector. Yo creo que el vino, entre otras cosas, ahorra muchas visitas al psicólogo, mi padre bebe una copa diaria y creo que es el hombre más feliz de la tierra.

¿Encuentran dificultades para incorporar a los jóvenes en el proceso de producción del vino?

Ha habido una cantidad de jóvenes que se ha incorporado últimamente a la cooperativa que hacía tiempo que no veía. Somos muy importantes en la región en la que estamos, por lo que hay mucha gente joven trabajando en viñas y en bodegas. Es inevitable, para que el sector esté vivo es importante que los pueblos tengan una economía saludable. Creo que los pueblos cuya principal fuente de economía es el vino no se están despoblando, por lo que los jóvenes se incorporan al sector porque hay rentabilidad.

Y en el rol de consumidor de vino ¿cómo está funcionando la juventud?

Hemos hecho unas campañas que intentan que el público joven se incorpore al consumo moderado de vino. España es el país productor de vino con menor índice de consumo per cápita, muy por debajo de Italia y Francia. Creemos que tenemos que enseñar a la gente joven a disfrutar del vino. Respecto a otras bebidas, aporta más cosas como la cultura. Creo que los jóvenes, cada día más, van apreciando la liturgia del vino. Tuvimos 900.000 visitas en Rioja y puedo asegurar que la mitad fueron jóvenes.

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