“El espacio tiene una parte de desarrollo de tecnología útil para el ciudadano”

Carlos Fernández de la Peña es consejero delegado de Telespazio Ibérica (200 empleados con una previsión de facturación en 2025 de 21 millones de euros), una empresa aeroespacial española especialista en realizar mapas de emergencias vitales para policías, bomberos y sanitarios en catástrofes como la provocada por la dana que afectó a Valencia y a Málaga, así como en el diseño y desarrollo de sistemas espaciales, la gestión de servicios de lanzamiento y control de satélites en órbita, y los sistemas de comunicaciones satelitales (SatCom). Fernández de la Peña ha acudido esta semana en Málaga a Small Satellites & Services International Forum, un evento de referencia en su ámbito. Hablamos con él sobre la florenciente industria andaluza, y española, claro, ligada al espacio.

Pregunta.Su empresa realiza mapas de emergencia...

Respuesta.Sí, dentro de la línea de negocio que llamamos geoinformación, que es hacer uso de la imagen satélite o de vehículos aéreos no tripulados, para dar información útil. Somos en Europa uno de los responsables del servicio de emergencias de Copernicus. Cuando hay una emergencia relevante como la dana de Valencia, la Comisión Europea puede, muy rápidamente entregar cartografías de las zonas que han sufrido. Ahí podemos ver carreteras cortadas, casas afectadas, se puede calcular el número de personas impactadas por la emergencia, esa cartografía se utiliza como base para que los servicios de emergencia puedan actuar de forma más eficiente. Eso lo hacemos para Copernicus, también tenemos una versión más regional con otros satélites, y en general convertir imagen de satélite o de dron en información útil para el ciudadano o para la toma de decisiones.

P.¿Eso habrá salvado muchas vidas en situaciones como la dana de Valencia y Málaga o el terremoto de Marruecos?

R.En concreto, en la dana nosotros éramos los responsables de procesar la información satelital para entregar la cartografía y tenemos todo el informe de daños, que luego es público. Nosotros procesamos la información y generamos los datos.

P.¿Qué radiografía hace del sector aeroespacial español y, claro, del andaluz?

R.En el mundo, el sector espacial está en ebullición, hay más interés que nunca, también porque hay más tensión geopolítica. Europa está buscando su papel y España, dentro de Europa, pues busca también su posición. Hay mucha actividad industrial, fusiones, compras, estrategias nuevas. La Comisión Europea está apoyando nuevos programas espaciales como Iris 2, de comunicaciones. ¿Andalucía? El espacio tradicional, el de las grandes compañías, está dando paso a una nueva versión del sector espacial que se llama New Space, en el cual compañías más pequeñas hacen satélites de una forma más ágil y son un actor relevante sin ser del tamaño de un Airbus o un Thales. Y ese movimiento es muy regional, mucho más que nacional o supranacional. En Andalucía hay un satélite volando ya que se llama Platero, hay otro satélite en diseño y construcción, hay un gran proyecto tractor de aplicaciones y servicios de satélites, y otro del uso de vehículos aéreos no tripulados, en este caso globos, para generar información útil para el mundo agrícola y el de la pesca. Hay mucha actividad en este intento de atraer talento, compañías y desarrollo en este mundo que llamamos New Space o de aplicaciones y servicios un poco más ágiles. Es muy saludable.

P.Algunos actores del sector han puesto de manifiesto la necesidad de que otros empresarios más tradicionales inviertan en la industria aeroespacial, como ha hecho, por ejemplo, Mayoral...

R.El sector espacial tiene en contra que el retorno de inversión es más largo. Cuando un inversor, y además es un sector no muy conocido en cuanto tecnología y soluciones, tiene que poner su dinero en un negocio que conoce o en el sector espacial, con un retorno a más largo plazo y más desconocido, es fácil que salga perdiendo el sector espacial. A la vez, el sector espacial crea empleos muy cualificados, casi el 100% de los trabajos se exportan y crea un tejido industrial secundario muy relevante. El dinero es más tímido con el espacio. Yo creo que un poquito más de valentía de los inversores haría falta y, seguramente, más instrumentos de las Administraciones para ayudar a que se acelere, porque nuestro competidor es Silicon Valley a toda velocidad o China, con dinero público-privado, también va muy rápido.

P.¿Cómo afecta al sector el interés por ir a la luna y a Marte?

R.La luna es un campo muy bonito y no sólo los americanos quieren ir, también Emiratos Árabes, India, hay unos cuantos cientos de misiones planeadas a la luna en los próximos años, tanto que Telespazio está planeando una constelación de satélites alrededor de la luna para dar comunicaciones y posicionamiento, para que los rovers que aterricen y los astronautas tengan la posibilidad de estar conectados como con un GPS, con un sistema Galileo, hay mucho interés. El espacio tiene una parte práctica de tecnología de desarrollo útil para los ciudadanos, que no siempre explicamos muy bien, y una parte inspiradora, a mí me parece que la luna, además de la parte práctica, inspira a extenderse más allá de los límites de la tierra y Marte es la siguiente frontera más allá de la luna con la luna como base intermedia.

P.¿Para qué sirve ir a Marte?

R.Hay una parte de ciencia básica innegable. No sabemos qué hay: tomar muestras, entender si ha habido vida, conocer su geología. Soy físico, es fundamental invertir en ciencia básica. Hay una parte inspiradora: romper el límite de la humanidad, antes eran los océanos, luego la luna, ahora es ir a otro planeta, es un salto grande, y luego hay un aspecto económico a futuro por determinar. Podría ser que Marte fuera una fuente de materiales… Igual que la luna. En la luna se habla de helio pesado. Igual hay materiales, componentes que son relevantes para la vida en la tierra que podemos traer de Marte o utilizar Marte para generarlos. Ciencia básica y que la humanidad salga de sus fronteras, eso me parece bonito.