Las estafas más comunes en los negocios

Al hacer un negocio se debe tener mucho cuidado en no caer en una estafa, lo cual, lamentablemente, es una situación que en realidad, se ha vuelto muy común. Para evitar ser víctima de una situación como esta, lo recomendable es conocer cuáles son los tipos de estafas más frecuentes, las formas cómo evitarlas y contar con el apoyo legal necesario para afrontarlas, una vez consumadas.

Concretar un negocio puede ser una acción muy riesgosa, cuando no se tienen en cuenta las medidas preventivas del caso. Hay muchos tipos de estafas de las que se debe tener cuidado, por cuanto pueden dejarte totalmente en la ruina, dependiendo de lo que se esté poniendo en riesgo.

Para evitar caer en una estafa lo aconsejable es conocer en detalle cómo funcionan las estafas existentes y entender la importancia de estar atento para no convertirse en potenciales víctimas. También es crucial buscar el apoyo legal adecuado en caso que se sufriera de un timo, del tipo que sea,

Tener un buen abogado especialista en estafas es esencial cuando se está frente a una, toda vez que solo con el apoyo profesional de juristas expertos en el área se puede afrontar exitosamente cualquier problema de este tipo.

Así que si, por cualquier motivo, llegases a ser víctima de una estafa, lo primero que debes hacer es buscar el apoyo de un buen despacho de abogados que esté especializado en esta clase de delitos y accionar todas las medidas legales que te recomienden.

Tipos de estafas más comunes

Los estafadores siempre consiguen nuevas formas de robar dinero a las personas, muchas de ellas bastante ingeniosas que pasan por inocentes, por lo que pueden hacer caer a cualquiera, por más precavido que sea. A continuación, las más comunes que debes conocer para evitar caer en ellas:

• Engaño previo: es la acción de inducir a error a otra persona a través de un engaño o una conducta engañosa que sea suficientemente convincente o creíble.

En el delito de estafa es fundamental establecer la responsabilidad penal del autor. Esto significa que el estafador debe haber utilizado un engaño que sea lo suficientemente convincente como para inducir a la víctima a realizar un acto de disposición patrimonial en perjuicio propio o ajeno.

• El error del sujeto pasivo: se produce cuando el autor del delito aprovecha el desconocimiento o error de la víctima sobre su verdadera identidad o sobre la naturaleza de la transacción en la que está involucrada.

La persona engañada comete un acto de disposición patrimonial creyendo que está realizando una transacción legítima con una persona o entidad de confianza. Sin embargo, la realidad es que el autor del delito se presenta bajo una identidad falsa o utiliza artimañas para hacer creer a la víctima que está tratando con alguien distinto a quién en realidad es.

• Acto de disposición patrimonial: es una estafa en la que el autor del delito induce a la víctima a realizar un acto que involucra la disposición de sus bienes o patrimonio, mediante la entrega de dinero, bienes materiales, transferencias bancarias u otros medios.

El estafador utiliza engaños o mentiras para persuadir a la víctima para que ejecute un acto en el que se desprenda de sus recursos económicos o patrimoniales.

• Conducta dolosa y con ánimo de lucro: en esta clase de timo, el autor del delito actúa intencionalmente de manera engañosa para obtener un beneficio económico ilícito a expensas de la víctima.

El estafador realiza acciones deliberadas para inducir al error a la víctima y lograr que realice un acto de disposición patrimonial perjudicial. El engaño puede manifestarse con información falsa, hacer declaraciones engañosas, ocultar información relevante, utilizar identidades inexistentes, falsificar documentos, entre otros métodos fraudulentos.

• Perjuicio para la víctima: es un delito en el que el perjuicio sufrido por la víctima debe estar vinculado causalmente a la acción engañosa. Debe, en consecuencia, haber una relación de riesgo o segundo juicio de imputación objetiva.

La víctima sufre una pérdida financiera debido a las artimañas del estafador, que se manifiesta en la pérdida de dinero, transferencia de bienes sin contraprestación alguna y demás perjuicios económicos.