Las estrecheces de la Ciudad de la Justicia, otra vez a flote

El caso Ballena Blanca ha vuelto a poner sobre el tapete las estrecheces de los 70.000 metros cuadrados de la Ciudad de la Justicia. Para celebrar este juicio, considerado macroproceso más por la voluminosidad y complejidad del procedimiento que por sus 19 acusados, la Junta de Andalucía se ha visto obligada a realizar algunas modificaciones en un edificio inaugurado hace 28 meses y que costó 85 millones.

El estrado de la sala número dos en la que habitualmente celebra sus vistas orales la Sección Segunda de la Audiencia ha sido ampliado para dar cabida a la totalidad de los abogados personados en esta causa. Esta solución ha dejado un espacio para juicios escasamente holgado y de acústica insuficiente.

Además, la Consejería de Justicia ha adecuado lo que hasta ahora se utilizaba exclusivamente como salón de actos como sala de prensa. La delegada provincial, Blanca Sillero, se desplazó ayer a la Ciudad de la Justicia junto a su secretario general, Pedro Izquierdo, y la directora general de Infraestructuras y Sistemas, Inmaculada Jiménez, para inaugurar la nueva sala de prensa. Más de 170 trabajadores y 25 medios de comunicación acreditados para acudir al juicio no habían pasado desapercibidos en la Consejería.

Aunque esta sala se había previsto acondicionar para albergar a los comunicadores en el juicio por el caso Malaya, al fijarse la Ballena Blanca antes, la Junta, como titular del edificio, se vio obligada a adelantar las reformas.

En los últimos meses, además, se ha tenido que ocupar parte de un pasillo de la planta baja para instalar una oficina del Colegio de Abogados, al tiempo que los magistrados y funcionarios destinados en exclusiva al caso Ballena Blanca han tenido también que ser realojados en otras oficinas del edificio por falta de espacio en la Sección Segunda.

Los responsables de Justicia giraron también ayer una visita privada a la sala de vistas minutos antes de que arrancara la primera sesión por el caso Ballena Blanca.