Málaga

“Nos exponemos al sol no sólo cuando estamos en la playa o en la piscina”

Bañistas en la playa de La Malagueta.

Bañistas en la playa de La Malagueta. / Javier Albiñana

El sol es beneficioso en su justa medida y siempre que se eviten las horas de mayor radiación ultravioleta. Además, se recibe no solamente cuando se está tumbado en la playa o en la piscina. Es el mensaje que repiten los dermatólogos. “Cada vez la gente está más concienciada y se protege cuando va a la playa o a la piscina, pero muchas veces no cuando da un paseo de cuatro horas bajo el sol. Y nos exponemos al sol no sólo en la playa o en la piscina. También en cualquier actividad al aire libre, sea laboral o recreativa. Por eso, siempre que estamos al aire libre debemos protegernos del sol”, recalca el jefe de Dermatología del Hospital Regional, Leandro Martínez.

Entre esas medidas incluye desde gorras, gafas y ropa adecuada, hasta caminar por la sombra, evitar las horas centrales del día y usar cremas de protección. Sobre todo, en las horas de mayor radiación ultravioleta, que son las más peligrosas como detonantes de cáncer de piel. “No es lo mismo esa radiación de 9:00 a 10:00 que de 13:00 a 14:00”, recuerda Martínez.

El dermatólogo explica que el melanoma –que es el cáncer de piel más agresivo y letal, aunque afortunadamente menos frecuente– está asociado a la exposición aguda al sol, como puede ser en la playa, la piscina o la alta montaña. En cambio los cánceres que no son melanoma están vinculados a la exposición crónica, como es el trabajo en el campo, el mar o al aire libre.

La provincia tiene una mayor tasa de mortalidad por melanoma que otros territorios porque también la incidencia es mayor. Y según los datos que manejan los especialistas, en Málaga la cifra de nuevos casos cada año (incidencia) incluso duplica la media de España. Aunque puede ser incluso mayor dado que los profesionales llegan a esta conclusión comparando los datos reales de la sanidad y privada de la provincia con registros de otras zonas que no siempre recogen toda la casuística por estos tumores. De la patología cancerígena de la piel que se diagnostica en Málaga, en torno al 85% son carcinomas basocelular, aproximadamente el 10% se trata de carcinoma espinocelular y el alrededor del 5% son melanomas.

Martínez insiste en que la primera medida debe ser la protección solar. Pero también da pistas para identificar los signos de alerta. “El a, b, c, d, e”, sintetiza para que sea fácil recordarlos. Luego explica que las alertas ante un lunar son los cambios en la asimetría (a), los bordes irregulares (b), variaciones en el color (c), aumento del diámetro (d) o evolución (e). En resumen, advierte que hay que estar alerta ante “un lunar que cambia de forma, tamaño y color” o una lesión que no cicatriza.

El dermatólogo insta a prestar atención a estas señales ya que “nadie está libre por la edad de sufrir un cáncer de piel”, puesto que hay gente joven que puede padecerlo. La razón es que por razones recreativas y de ocio han tenido una mayor exposición social que personas de generaciones previas.

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