El extraño caso del puente Málaga-Madrid: el único que gana viajeros en avión con más trenes

Vicente Jordá, experto, avisa: "El aeropuerto se puede estar convirtiendo en un hub"

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Un avión iluminado por un haz de luz en un día nublado en Málaga. / Javier Albiñana

Incluso en los transportes, hay veces que ocurren cosas anómalas, fuera de lo común. Se da en el puente entre Málaga y Madrid. Dos ciudades que están cada vez más conectadas, pero también que cada día demandan estarlo más. En España es la única conexión en la que, aumentando la oferta de trenes (también sus usuarios), crecen aún más los viajeros que optan por el avión.

Según datos del último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la cuota del tren respecto a la del avión en la línea entre Málaga y Madrid fue en 2023 del 78%. Esto, a priori, es una cifra más que positiva, por supuesto, pero esa cifra es 8 puntos porcentuales más baja de lo que era en 2019, antes de la liberalización del mercado. En su propio informe señalan que esto se debe a que pese al aumento de los viajeros en ferrocarril (+25%), el incremento de los viajeros en avión fue el doble del incremento de los viajeros en tren.

La de Málaga es la única línea en la que esto ocurre. Tanto, que la CNMC destaca que el mayor número de viajeros en las rutas con competencia ferroviaria ha llevado la cuota modal del modo ferroviario frente al aéreo al 85%. Y en el lado contrario de Málaga está la conexión entre Madrid y Barcelona. Las dos ciudades más importantes de España, es cierto, tenían el único puente en el que el avión mantenía una cuota relevante tras la puesta en servicio de la alta velocidad. Con la liberalización, el tren ha subido 20 puntos porcentuales su cuota respecto al avión, que ahora se sitúa en el 82%, una cifra similar a otros trayectos.

Pero, ¿por qué es Málaga el único rara avis del puente ferroviario frente al aéreo? Primero, atendiendo a la explicación de Vicente Jordá, ingeniero de transportes, consultor y miembro de la Plataforma por las Infraestructuras; hay que destacar que Málaga-Madrid está justo en el umbral de los 180 minutos, tres horas, donde el ferrocarril deja de ser competitivo frente al avión. En este sentico, la CNMC destaca que en viajes por encima de este tiempo (como puede ser el Barcelona-Málaga) la cuota de mercado baja por debajo del 50% respecto al avión.

Esto ya hace que haya quien se decante por el transporte aéreo en detrimento del ferroviario. Pero apunta a dos motivos extra. El primero, que el aumento de oferta de trenes –y la correspondiente bajada de precios que ha traído– haya supuesto una suerte de efecto llamada para los turistas. Estos suelen prever con bastante antelación sus viajes y completan los trenes. Con los primeros trenes de la mañana llenos, la solución para el viajero de última hora, sobre todo empresarios y hombres de negocios que deben llegar a primera hora a reuniones en la capital, es optar por el avión, según apunta el experto.

El crecimiento del ferrocarril se evidencia en uno de los datos de la CNMC: entre Málaga y Madrid y de 2020 a 2024, el porcentaje de surcos utilizados por las compañías ferroviarias frente a los disponibles ha pasado de un 55% a un 104%. Aunque también es una señal de la sobre explotación de la línea.

El segundo tiene más que ver con el propio crecimiento del aeropuerto de Málaga, "puede estar convirtiéndose en un hub", indica, a la vez que señala que no sólo está creciendo en viajeros, también en un rutas y con otros aeropuertos estratégicos, "antes del vuelo que conecta con Nueva York, cuántos malagueños no habrán ido a Madrid para volar a Estados Unidos, pues puede estar pasando lo mismo con Málaga".

En este sentido señala que durante el año, "muchos meses el de Málaga es ya el tercer aeropuerto del año" y siéndolo ya de la península. "Si en temporada baja sigue creciendo, como está haciendo, y rompe la estacionalidad, nos confirma que se está conviritiendo en un hub", afirma Jordá.

Ampliación del aeropuerto de Málaga

Aena, por su parte, ya trabaja en la ampliación del aeropuerto de Málaga. Tras la obra, cuya inversión está estimada en 1.500 millones de euros, casi duplicará el espacio que ocupa, de los 80.000 metros a los 140.000 metros cuadrados. La ampliación consistirá, principalmente, en la adecuación del control de seguridad para instalar las máquinas que permiten no sacar líquidos ni elementos electrónicos, crear un control de pasaportes con la superficie y prestaciones necesarias para que tenga la calidad y eficiencia necesaria y, a continuación, un dique no Schengen, paralelo a la pista nueva; también se reconfigurará el dique actual. Estos trabajos permitirán que el aeropuerto malagueño crezca lo suficiente para acoger a 36 millones de pasajeros, desde los 30 millones actuales. Esta es la capacidad máxima que puede tener la infraestructura con el suelo existente.

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