"Aquí estamos como en familia, soy uno más dentro del hotel"

"Aquí estamos como en familia, soy uno más dentro del hotel"
"Aquí estamos como en familia, soy uno más dentro del hotel"

11 de junio 2010 - 01:00

HOTEL TRYP GUADALMAR

Si ven a Marcelino Torrontegui por las instalaciones del hotel Tryp Guadalmar, lo que ocurre muy a menudo, lo más probable es que acaben asistiendo en directo a una sesión de fisioterapia. El masajista del Málaga CF confiesa sentirse por sus instalaciones como en su propia casa y con la confianza ya se sabe lo que pasa, así que los empleados acaban solicitando una consulta personalizada para tratar sus dolencias musculares e incluso alguna vez el propio director del hotel lo ha llamado por teléfono por alguna contractura. Vamos que su presencia en las instalaciones no se puede decir que sea gratuita, con su camilla de masajes siempre en temporada alta, aunque él se muestra encantado. De hecho, al preguntarle por su rincón favorito de Málaga no duda un segundo para decir: "Aquí estamos en familia, soy uno más en el hotel".

La primera vez que visitó el hotel Guadalmar fue en 1989 con la Vuelta Ciclista a Andalucía, por lo que al igual que todo malagueño -es asturiano- recuerda las terribles inundaciones de ese año y cómo el agua le llegaba a los ciclistas a la rodilla. En ese momento no imaginaba que con el paso del tiempo, diez años más tarde, dejaría de ser masajista de ciclistas para convertirse en el del Málaga. Así que, una vez fichado por los blanquiazules, definitivamente se estableció en esta zona malagueña, en una vivienda cercana al hotel, y precisamente sus instalaciones han pasado a ser su segunda casa. Al ser un hombre "de pueblo", asegura que lo que gusta es la "tranquilidad" y en Guadalmar la encuentra, "excepto en verano". Entre el restaurante italiano Frascati, otro clásico para el Málaga CF, el campo de fútbol, el hotel y el paraje del Guadalhorce pasa todo su tiempo.

"Siempre que vienen a visitarme y hay overbooking en mi casa, acabo acudiendo al hotel", explica Torrontegui, porque hospedar a familia y amigos en el Tryp Guadalmar es seguir en familia. "Y si me quedo solo en casa me vengo aquí a comer", concreta, para hacer una idea de lo que supone este espacio en su vida diaria.

Las concentraciones del Málaga en el hotel Guadalmar son las culpables de las buenas relaciones, no sólo de Torrontegui sino de todos los jugadores, con los empleados del hotel. El masajista del equipo hace las veces de empleado cada vez que el equipo juega en casa y se preocupa de que todo esté a punto para cuando llegan los jugadores. Además, su coche permanece en las puertas del complejo por si surge alguna emergencia. "Se desvive sin ningún tipo de interés", comenta, José Fermín Gómez Escalonada, el director del hotel.

Y los aficionados también colaboran en el buen ambiente creado para la estancia de los jugadores siendo respetuosos con ellos. "Muchos de ellos controlan las horas en las que van a salir hacia el campo y se acercan a verlos", concreta el director. Pero la aportación de Marcelino Torrontegui al hotel no acaba ahí, Gómez explica que alguna vez ha gestionado el alojamiento en el hotel para el otro gran deporte al que sigue vinculado, el ciclismo, y algunos equipos realizan allí concentraciones por las recomendaciones que él mismo hace sus instalaciones y de su ambiente.

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