Málaga

Dos familias pagan a un cerrajero para entrar en viviendas vacías

  • Una unidad de la Policía Local desalojó a los inquilinos ilegales sólo ocho horas después de que accedieran a dos casas pagando 200 euros por la apertura

Tan sólo 200 euros. Ese es el precio que pagaron dos familias de okupas en el día de ayer para entrar en dos viviendas contiguas del barrio de Villas del Arenal, situado cerca del polígono de El Viso. Es lo que les cobró el cerrajero por abrir la puerta de dos viviendas. La calle Daniel Blanxart se ha convertido en el centro de bastantes ocupaciones en los últimos años, pero la de ayer fue la más corta. Tan sólo duró ocho horas, ya que diez agentes de la Policía Local irrumpieron en la vivienda para desalojar a los inquilinos.

Los inmuebles ocupados fueron el 79 y el 81. Precisamente, el número 79 es la segunda vez que es ocupado, ya que el pasado año se vivió una experiencia similar y los vecinos consiguieron que se fueran. Pese a que el desalojo fue pacífico y los okupas aceptaron irse de la casa tras una breve discusión con la Policía, dejaron amenazas. "Nos hemos ido siendo buenas personas, pero ahora os vais a enterar". Esa es la frase que habitantes de la zona dicen haber oído.

Los residentes tienen miedo. Todos hablan pero ninguno quiere dar el nombre. Desde la asociación de vecinos Villas del Arenal temen que la familia de estos okupas tomen represalias. "La asociación tiene pensado meter un vigilante privado en el barrio día y noche", decía ayer su vocal, que mientras se estudia la propuesta, preparará patrullas vecinales para mantener a salvo la zona.

"Es como las anteriores veces, llevaban dando vueltas por la casa desde anoche", declaraba un vecino que se alertó de la posibilidad de esta ocupación. "Avisamos al cerrajero de que esos no eran los dueños de las casas, pero no nos hizo caso", declaraba otra vecina, preocupada por la facilidad con la que pudieron entrar en estas viviendas.

Los vecinos aportaron el nombre de la empresa de cerrajería que efectuó la apertura de las viviendas a la Policía, que en palabras de uno de los afectados, "iban a ir a denunciarlo de inmediato". Uno de los vocales de la asociación pensaba que "no es de recibo que un cerrajero abra dos puertas distintas y las dos juntas. Es mucha casualidad que se les olviden las llaves a los dos". Las autoridades también tienen controlada la furgoneta en la que los okupas llegaron al barrio, por si las amenazas se ven cumplidas.

Las casas son propiedad de un banco. Las construyó Rafael Gómez, Sandokán, imputado en la operación Malaya. Los precios de los chalés rondaron en su compra los 250.000 euros. Ahora no tienen ni agua ni luz, dicen los vecinos. El pasado año se ocuparon tres viviendas, una de ellas en dos ocasiones, y sólo la presión vecinal logró expulsar a los okupas.

La molestia era patente entre los habitantes de esta barriada. Las ocupaciones se unen a las tareas de mantenimiento que han de hacer, ya que el Ayuntamiento no los ha recepcionado aún. "Hasta tenemos que podar nosotros los árboles", decía un vecino, alegando que en los cinco años de existencia de Villa del Arenal, "no existen para el Ayuntamiento".

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