El fiscal reclama una sanción de 2.800 euros por engancharse a la red de agua potable
Una vecina de Málaga está acusada de un delito de defraudación de agua
Una vecina de Málaga ha sido acusada por la Fiscalía de un delito de defraudación de agua porque presumiblemente en 2006 se enganchó en varias ocasiones e ilegalmente a la red de suministro de agua de Emasa.
La empresa municipal que gestiona el servicio en la capital le había cortado el suministro. A esta decisión, la usuaria respondió utilizando "artilugios fraudulentos y clandestinos" para reengancharse a la red, a pesar de que la compañía incluso había llegado a taponar las tuberías para impedir que se produjera la conducción ilegal y que se cumpliera el decreto de corte de agua.
Para sortear todos estos impedimentos la acusada se vio obligada a "manipular enganches y herramientas", de acuerdo con la versión que mantiene la Fiscalía de Málaga en su escrito de acusación provisional. Además, tuvo que romper los precintos que le había instalado Emasa".
Los enganches clandestinos le permitieron consumir agua potable por un valor estimado en 585 euros, según la Fiscalía, que califica los hechos como un delito de defraudación de agua por lo que reclama a la acusada, Inmaculada P., ocho meses de multa con una cuota diaria de 12 euros. La multa, por tanto supera los 2.800 euros e implica, en caso de impago, la reclusión.
El Código Penal español contempla penas de multa de tres a 12 meses por la defraudación de fluidos (energía eléctrica, a gas, agua o telecomunicaciones) valiéndose de mecanismos clandestinos cuando el montante del fraude supere los 400 euros.
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