La 'fórmula' de los comercios históricos de Málaga para resistir en el Centro
El centro lucha por mantener sus locales tradicionales a base de esfuerzo, dedicación y relevo generacional pese a la presión por el crecimiento de la ciudad y la subida de precios de los alquileres
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El crecimiento del turismo, el relevo generacional y los alquileres se han convertido en factores determinantes que amenzan el futuro de los comercios locales y tradicionales en Málaga. Tanto es así, que muchos, entre ellos el Café Central, Calzados Hinojosa o la Zapatería Godoy han echado el cierre en estos últimos tiempos. Mientras, otros, adaptados a una mayor afluencia de extranjeros y el crecimiento de la ciudad, han logrado seguir adelante por el momento y realzar su esencia histórica.
Muchos de ellos recalcan que para costear el alquiler y atender a la demanda de clientes es necesario dedicar mucho tiempo, por lo que se convierte en un trabajo "muy sacrificado" a diario: "Echamos muchas horas y por eso sobrevivimos, hay veces en las que no descansamos ni el domingo", destaca Cristina Guerrero, dueña de Celyan, un comercio histórico dedicado al mundo textil ubicado en calle Nueva.
Todavía es posible encontrar farmacias centenarias, tiendas textiles, restaurantes e incluso cerrajerías que recuerdan a otra época al pasear por el centro de la ciudad. Una de ellas es la Cerrajería Daniel Martínez, en pie en calle Martínez número 3 desde 1914, y que ha sobrevivido de generación en generación cumpliendo ya 111 años.
"Fue fundado por mi abuelo, en el pasaje de Larios. Él decía: 'Si más difícil es empezar, más difícil es mantenerse", pero a día de hoy, ¿qué malagueño no ha hecho una llave en la cerrajería? Ahora somos dos padres y dos hijos y tras 42 años cotizados toca pasar el testigo a la juventud", destaca Daniel Martínez, el actual dueño.
Y, es que, según explica, su secreto ha sido trasladar su legado en la familia y cuidar del negocio, también desde una adaptación a nuevos clientes y tecnologías, bajo la incorporación de más maquinaria especializada para llaves y cerraduras inteligentes, y un buen posicionamiento en una calle que conecta Larios con Puerta del Mar y el Mercado de Atarazanas, sumado a un acuerdo de alquiler favorable: "Como les interesaba el traslado al nuevo local a tres metros del anterior, tenemos condiciones bastante buenas para cómo está el centro y esta calle. Casi todo el mundo pasa por aquí, he captado clientes que no me conocían", añade.
A unos metros de su negocio, se mantiene, a su vez, Celyan, dedicado a la industria textil desde antes de 1958. En él, abanicos y sombreros captan la atención entre otros muchos complementos especializados que forman parte de "la tercera generación familiar" que "se ha ido adaptando a los cambios" con productos "muy señalados, exclusivos y de calidad", además de especial atención al cliente, según relata a este periódico, Cristina Guerrero, dueña de la tienda.
Alquiler y relevo vacacional: principales desafíos
Entre los principales desafíos, Guerrero recalca la dificultad para asegurar la supervivencia del negocio debido a los gastos y el alquiler, que crece con la situación de renta actual en la ciudad y lo convierte en un trabajo "muy sacrificado" en el que "echamos muchas horas y por eso sobrevivimos".
"No hemos pensado en el futuro, mi hijo no creo que se quiera dedicar a esto, estás muy pocas horas en casa", subraya.
En la misma situación se encuentra Lali Montañez, propietaria de uno de los locales Confecciones Montañez del centro con origen 68 años atrás y también dedicado a la industria textil, en este caso, lencería, moda infantil y de hogar de la mano de marcas reconocidas españolas, que lleva junto a su hermana y que ha heredado de su abuelo.
"Esto es un trabajo muy sacrificado, de mis hijos ninguno quiere dedicarse. Ven las pegas y no ven futuro ni apoyo ni perspectivas de dar un giro a las circunstancias. De momento no tengo relevo generacional. Aquí hay un puesto de trabajo, pero hay que ver más facilidad", retrata Montañez.
Con ello, la dueña de la tienda destaca la importancia de abrir un mayor acceso al centro, sobre todo en materia de movilidad y demanda que esa "facilidad" venga de un acceso a parking para que los clientes puedan venir "sin tener un sobrecoste extra", además de la propia compra en la tienda. Algo que ella como dueña no puede afrontar y que supone "un problema" para los pequeños comercios, muchos de ellos "asfixiados" por según insiste "la peatonalización, y ahora la zona de bajas emisiones".
"En el centro actualmente el comercio local está sufriendo muchísimo, o lo apoyamos o vamos a tener lo que tenemos: restauración y souvenirs, que está muy bien, pero hay espacio para todos y tiene que estar organizado", reclama.
El crecimiento del turismo, impulso para los negocios
Todos estos comercios coinciden en la importancia del turismo, que por su crecimiento ha mantenido las ventas y realzan otro nicho de clientes. Así le sucede también a Málaga Musical, negocio dedicado a la venta de instrumentos que sigue en calle Compañía desde 1983, fundada por Pedro Blanco y su mujer allá por 1979 y sigue a manos de su hija María Blanco y Miguel López como empleado de confianza, que lleva 23 años caminando junto a ellos.
"Es como si fuera un negocio familiar después de tantos años, la guitarra sigue siendo la especialidad y el turismo nos da mucho de comer. Seguimos luchando y vamos tirando. Nuestra dificultad ahora está, sin embargo, en la compra por internet, mucha gente compra ahí, pero si alguien quiere venir y tocarla no es como cualquier otro accesorio", incide, por otra parte, López.
Por su parte, la Farmacia Mata, especializada en formulación magistral con una de las trayectorias más longevas al estar en pie desde 1880 en la Plaza de la Constitución, para en 1996, según estimaciones, trasladarse a Calle Marqués de Larios, 8, continúa con fuerza y también muy adaptada a la presencia de extranjeros, tal y como lo reseña Pilar Romero, su actual dueña.
"De clientes hay de todo, ha habido un crecimiento brutal del turismo extranjero. El guiri aumenta el número de clientes pero baja el ticket medio. No obstante, las ventas no han bajado desde 2020, tenemos farmacia, parafarmacia, medicamentos muy personalizados con 12 personas haciendo fórmulas, además de que hemos sido referentes en Málaga de medicina natural", insiste Romero.
Para ella, un comercio histórico como el suyo vive tras más de un centenario por su historia, con inicios en los que abría 24 horas y servía de "lugar de tertulia también para altos cargos", y por la "fama" que ha ido ganando con el tiempo, con esfuerzo y dedicación como principales valores.
"Le pongo corazón, esto para mí es parte de la historia de mi familia. No aspiro más que a vivir bien. Me encantaría que siguiera en calle Larios, esa es mi aspiración, lucho cada día por ello, pero eso nunca se sabe", concluye.
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