Málaga

La fractura de Libia abre una ventana en Europa a los grupos terroristas del Sahel

  • El Consejo de Europa reúne en Málaga a expertos en antiterrorismo de hasta 47 países

Expertos en la lucha contra el terrorismo, en una imagen de grupo junto al alcalde de Málaga, ayer.

Expertos en la lucha contra el terrorismo, en una imagen de grupo junto al alcalde de Málaga, ayer. / m. h.

Policías, fiscales, jueces, investigadores y expertos en inteligencia y seguridad celebran desde ayer en Málaga un encuentro organizado por el Consejo de Europa destinado a intercambiar información y metodologías en la lucha contra el terrorismo yihadista y conexiones con organizaciones criminales que operan en el continente.

La conferencia, que se celebra en Málaga gracias a la catedrática Ana Salinas, asesora en cuestiones de terrorismo de esta institución que integra a 47 países, parte del convencimiento de que solo la cooperación internacional proporciona herramientas eficaces para prevenir el terrorismo y cegar sus canales de financiación.

En el arranque del encuentro, el malagueño Bernardino León, representante especial de la ONU en Libia hasta que en 2015 fue nombrado presidente de la Escuela Diplomática de Emiratos, puso de relieve ayer que el principal desafío que afronta la Unión Europea en este momento procede del Sahel. Recordó que en la franja que separa el norte árabe y el sur subsahariano "perviven en el tiempo" conflictos tribales, raciales y religiosos "de enorme complejidad" a los que "ahora más que nunca" es "acuciante" buscar soluciones porque ya no están "encapsulados" por los regímenes "poco democráticos, pero estables" que existían en la fachada norte africana. "Es el espacio más conflictivo que existe en el mundo" y en este momento tiene una ventana de acceso directo hacia Europa a través del territorio libio. "Esa ventana abierta en Libia es una amenaza grandísima".

Bernardino León advirtió que esa gravedad parece pasar desapercibida en Europa. "Muchas instituciones consideran que la situación en Libia se ha estabilizado, pero no". Los acuerdos promovidos hace dos años para impulsar un gobierno de unión nacional que pusiera fin a la guerra civil "están rotos" y "no hay otro lugar en el mundo con más organizaciones terroristas", aludiendo expresamente a Al Qaeda, Boko Haram y Daesh, a pesar de que gran parte de su infraestructura para la guerra y el terror de este último grupo terrorista fue destruido tras los precarios acuerdos de 2015.

Jan Kleijssen, director de la Sociedad de la Información y Acción contra el Crimen del Consejo de Europa, defendió la necesidad de la cooperación para prevenir, perseguir e investigar el yihadismo, porque en este momento es evidente que "ningún país está libre del terrorismo", de la misma forma que también son evidentes las conexiones y el apoyo mutuo que se prestan los grupos criminales y terroristas, una colaboración que ya ha alcanzado internet.

El responsable de la oficina contra el crimen del Consejo de Europa subrayó que en este momento el ciberterrorismo "puede ser más demoledor que el terrorismo que se ejerce con armas", de ahí que sea perentorio que los cuerpos policiales y las autoridades judiciales tengan la capacidad legal de poder reunir con agilidad pruebas que están depositadas en la nube. Es lo que denominó las e-evidence o pruebas electrónicas, que se caracterizan, frente a las físicas, por su gran volatilidad y facilidad para ser destruidas sin dejar rastro.

También puso de relieve cómo los terroristas que han operado en territorio europeo han utilizado conexiones con la delincuencia organizada para financiar sus operaciones y conseguir armas, municiones y documentos, de la misma forma que las organizaciones yihadistas han colaborado con las criminales en el tráfico de drogas y armas, la trata de seres humanos o el contrabando de bienes procedentes del patrimonio cultural.

La catedrática Ana Salinas, que fue de 2009 a 2011 asesora jurídica de la unidad contraterrorista del Consejo de Europa y sigue vinculada a esta institución como experta, destacó cómo las redes terroristas diversificado sus fuentes de financiación más allá de las tradicionales que giraban en torno tráfico de estupefacientes y las armas. En la actualidad, la trata y la explotación sexual o el tráfico de órganos cobran vigor, entre otros motivos, porque son rentables económicamente y no implican un riesgo penal grave.

Además, Daesh ha impartido instrucciones para que los grupos que operan en diferentes países traten de ser autosuficientes desde el punto de vista de la financiación.

La segunda Conferencia Internacional sobre Terrorismo y Crimen Organizado, cuya primera edición se celebró en Málaga en 2014, aborda hoy con una reunión sobre las dimensiones del ciberterrorismo y el crimen organizado y una sesión final en la que se tratarán de identificar los medios para mejorar la cooperación internacional.

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