Una bola de fuego más brillante que la luna cruza el cielo de Málaga a 95.000 kms/h

El origen fue el impacto contra la atmósfera de los restos de un cometa que cruzó todo el país

M. Valverde · Efe Málaga

10 de julio 2016 - 01:00

Los malagueños que en la noche del viernes estaban mirando al cielo a las once y pocos minutos se llevaron una gran sorpresa. Una bola de fuego cruzó el cielo del país asombrando a los ciudadanos, dudosos de haber visto una estrella fugaz o algún otro cuerpo impactando contra la atmósfera.

Una bola de fuego, más brillante que la luna llena, se pudo ver en la zona Sur del país, Este y Centro. El origen fue el impacto contra la atmósfera de una roca a una velocidad de 95.000 kilómetros hora.

El fenómeno, que fue visible a las 23:06 horas, mostró varias explosiones a lo largo de su trayectoria y fue contemplado por multitud de personas desde Madrid, Castilla-La Mancha, Murcia y Andalucía, y captado por varios complejos astronómicos como el de La Hita, en Toledo. La bola, según informó Efe, pudo ser grabada, además, por los detectores que la Universidad de Huelva opera en varios puntos del país: Sevilla, Huelva, el Observatorio de Sierra Nevada (Granada) y el Observatorio de Calar Alto (Almería).

Estos detectores trabajan en el marco del proyecto SMART, cuya finalidad es monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.

Los datos recogidos por estos detectores han sido analizados por el profesor José María Madiedo, investigador principal del proyecto SMART. Su estudio ha permitido determinar que la bola de fuego sobrevoló el norte de África y que ésta se produjo como consecuencia del impacto contra la atmósfera de una roca a una velocidad de unos 95.000 kilómetros por hora. Se ha podido establecer además que esta roca era un fragmento desprendido del cometa 169P/NEAT.

El brusco choque con la atmósfera elevó rápidamente la temperatura de dicha roca y se inició así la bola de fuego a una altitud de unos 107 kilómetros sobre Marruecos. El fenómeno avanzó entonces en dirección noroeste, alcanzando una altura final de unos 74 kilómetros, hasta que en ese punto la roca quedó totalmente destruida, sin que ningún fragmento alcanzase el suelo en forma de meteoritos.

Los fragmentos desprendidos del cometa 169P/NEAT producen la lluvia de estrellas conocida como "alfa-Capricórnidas", activa desde principios de julio.

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