El fugitivo que se hacía pasar por futbolista: se refugia en Nerja y lo atrapan en Alicante tras un crimen a puñaladas en Portugal

Se hacía llamar “Dean Brennan”, como el futbolista irlandés que ahora es entrenador, pero su identidad real era otra. Un británico prófugo ha sido detenido en Benidorm por la Guardia Civil, en colaboración con la NCA británica y la Policía Judiciaria de Braga, por asesinar a su compañero en Portugal en abril de 2022. Su captura pone fin a más de un año de huida que lo llevó a buscar refugio en Nerja y, después, en Alicante.

Pero no fue el crimen perpetrado en el país luso lo que permitió dar con su paradero, sino su implicación en una presunta trama de robo de vehículos con matrículas falsas, con varios implicados a los que los agentes le seguían la pista. “Fue gracias a esa investigación por lo que pudimos localizarlo por primera vez en Málaga", explican a este periódico fuentes conocedoras del caso. De no haber sido así habría seguido "completamente desaparecido”.

El prófugo no se lo puso fácil a los agentes que lo habían cercado. En Nerja, durante un operativo derivado de esta investigación, supuestamente intentó atropellar a varios de los efectivos que actuaban antes de escapar. Y ello confirmó que se habían topado con un individuo peligroso y dispuesto a fugarse a cualquier precio.

Málaga y Alicante: refugios entre británicos

El crimen por el que huía se remonta a abril de 2022. La escena se sitúa en la zona del Algarve portugués, donde convivía junto a la víctima en un apartamento. De la investigación se desprende que el prófugo le había propinado 24 puñaladas con un cuchillo de cocina. El herido intentó defenderse y llegó a escapar por la ventana del apartamento. Falleció poco tiempo después debido a la gravedad de las lesiones.

Tras su huida de Portugal, el sospechoso eligió España como refugio. Se movió entre Málaga y Alicante, aprovechando la numerosa colonia británica para ocultarse y apoyarse entre compatriotas. Era un tipo escurridizo que llegó a hacer uso de hasta cuatro viviendas distintas en apenas dos meses, siempre con vehículos alquilados a nombre de terceros para pasar desapercibido. “Era muy itinerante y cambiaba de identidad. Dean Brennan era el último alias que había elegido para despistar a las autoridades”, explican investigadores que participaron en las pesquisas.

Sorteó distintos dispositivos policiales destinados a su captura, incluso con el intento de atropello a agentes integrantes de los mismos. Además, contaba con el apoyo logístico de su familia y de su entorno criminal, lo que dificultaba su detección, ya que este entramado, supuestmente, le proveía de alojamientos itinerantes y de sustento económico.

Los investigadores encontraron en la escena del crimen sustancias estupefacientes ocultas en el apartamento. Durante la tramitación de su proceso penal y aprovechando las circunstancias, logró escapar y evadir la acción de la justicia. Fue así como abandonó definitivamente el país luso.

Benidorm: el escondite final

Tras esconderse un par de meses en Nerja, el fugitivo acabó instalándose en una urbanización de lujo en Benidorm, con vistas a la bahía y control visual de todos los accesos. Invertía 1.300 euros al mes y vivía solo, aunque contaba con apoyo logístico de su familia y compatriotas.

Para su arresto, la Guardia Civil desplegó un dispositivo policial con seis agentes y dos vehículos. “Necesitábamos un punto sin retorno. Cuando salió de su apartamento, lo abordamos inmediatamente. Sabíamos que podía intentar escapar de nuevo”, detallan las mismas fuentes. Hasta que le colocaron las esposas.

El británico fue detenido sin resistencia. “Se identificó como Dean Brennan. No llevaba documentación ni armas, y comprendió que ya no tenía salida”, relatan. Se le intervinieron teléfonos móviles y otros efectos que podrían ser relevantes para el caso.

Hasta hace unos días, permanecía en prisión preventiva a la espera de extradición a Portugal, donde deberá responder por el asesinato. “Tendía a la violencia. No podíamos darle ninguna oportunidad de escapar de nuevo”, concluyen los investigadores consultados.