Málaga

Unas gafas 'made in' Málaga que enseñan a salvar vidas

Parte del equipo de MetaMedicsVR posa junto a las gafas de realidad virtual que han desarrollado.

Parte del equipo de MetaMedicsVR posa junto a las gafas de realidad virtual que han desarrollado. / JAVIER ALBIÑANA (Málaga)

Las nuevas tecnologías han supuesto un cambio radical en la enseñanza de la formación de los sanitarios. Atrás quedaron los tiempos en que los estudiantes de estas titulaciones, conocidos por sus arduos esfuerzos memorísticos, no disponían de más alternativas que rodearse de libros para aprender los secretos de la anatomía humana, en primera instancia, o de maniquíes de simulación, la mayoría de las veces completamente analógicos, como antesala a enfrentarse a acontecimientos futuros. Tareas que en la actualidad, en mayor o menor medida, se auxilian de medios electrónicos. 

Y a esos aires de renovación quiso sumarse también la star-tup de raíz malagueña MetaMedicsVR, formada el pasado año por cuatro jóvenes (tres de ellos, costasoleños "de adopción") que se conocieron en la ya deslocalizada Demium, y quienes, entre otros productos y servicios, diseñaron unas gafas dotadas de realidad virtual dirigidas a los médicos del mañana, reconocidas por la Junta de Andalucía con los X Premios Emprendedores.

Un proyecto que, según cuenta su CEO, David Martín, surgió como mandan los cánones del emprendimiento: a raíz de la constancia de una necesidad sin cubrir en el mercado. Ninguno se había desempeñado nunca en el sector sanitario, pero creyeron que podían contribuir a la causa con sus conocimientos informáticos y no se lo pensaron. 

Primer plano de las gafas. Primer plano de las gafas.

Primer plano de las gafas. / JAVIER ALBIÑANA (Málaga)

“Queríamos entender en qué áreas de entrenamiento podían ser efectivas nuestras soluciones. Para nutrirnos de conocimiento experto, nos rodeamos de profesores, médicos y enfermeros. Tenemos incorporados a muchos como consejeros", explica Martín acerca de cómo fueron los inicios.

Fruto de esa asesoría resultarían sus gafas de realidad virtual, que proporcionan una experiencia inmersiva, "más complementaria que sustitutiva", ante distintos escenarios que van desde las tareas propias de auxiliares de enfermería hasta las labores llevadas a cabo por cirujanos, pasando por emergencias como "politraumatismos, brotes psicóticos o paradas cardiorrespiratorias". Para aprender a tratar los percances coronarios, a las gafas se suma un maniquí, combinando así tradición y progreso, para que la práctica sea "lo más fidedigna posible". También comercializan un dispositivo adaptado a móviles.

Todos, en cualquier caso, están programados para "acompañar y evaluar" el proceso formativo a través de dos modos: aprendizaje, en que "el software va suministrando explicaciones teóricas"; y evaluación, que contiene un "modo libre", similar al de los videojuegos, en que el usuario tiene que "desenvolverse por sí mismo, hacer el procedimiento de forma correcta" y por el que luego recibe "un reporte para ver los errores y los aciertos". 

Demostración del producto. Demostración del producto.

Demostración del producto. / JAVIER ALBIÑANA (Málaga)

Los precios, según aclara Martín, están "adaptados" a las instituciones a los que van dirigidos, por lo que "suelen ser contenidos", mientras que su venta se realiza mediante un sistema de suscripción "como el de Netflix". Aunque, como pasa con casi cualquier producto, podría decirse que hay gamas. "Depende de muchos factores, pero lo que sí es cierto es que hemos hecho proyectos desde 3.000 hasta 100.000 euros". 

Un catálogo que ya encuentra acomodo en universidades y centros formativos de varios países del mundo, sobre todo en Estados Unidos, pero también de Asia. "Estamos viendo que muchos asiáticos van a estudiar y trabajar a Norteamérica, por lo que estamos llegando a acuerdos institucionales con sus territorios de origen para que puedan entrenarse sin tener que viajar". Dentro de esta lista destacan mercados como Taiwán, Singapur o Vietnam. 

No obstante, el plan pasa por ampliar su presencia a hospitales, algo que esperan poder hacer a partir de octubre con el fin de llegar también a los profesionales ejercientes, quienes "no tienen tanto tiempo disponible" para destinarlo a este tipo de simulaciones. 

Y qué menos que poder dedicar unos minutos al día a unas gafas que enseñan a salvar vidas. 

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