Málaga

Un traje para ponerse en la piel de las personas dependientes

La delegada de Inclusión Social, Ruth Sarabia, prueba el traje para comprender las limitaciones de una persona dependiente.

La delegada de Inclusión Social, Ruth Sarabia, prueba el traje para comprender las limitaciones de una persona dependiente. / María José Fernández (Málaga)

Demostrar que es posible que una persona con dependencia pueda quedarse en su casa con los recursos necesarios en vez de recurrir a un recurso residencial es posible. Así lo quieren demostrar el proyecto 'Vivir en casa' impulsado por la Universidad de Málaga en colaboración con la delegación de inclusión social y financiado por los fondos next generation de la Unión Europea. Esta iniciativa surgió de la idea de intentar fundamentar con los apoyos necesarios que estas personas puedan permanecer el máximo tiempo posible en sus domicilios, ya que hoy en día cuando se empieza a perder parte de la autonomía para ser independiente, termina yendo a un recurso residencial.

Para esto, contar en los domicilios de las personas con los apoyos de domótica, tecnología, además de estos apoyos sociales se debe de incrementar también la ayuda a domicilio. Implicar a los vecinos en la vida, con sus limitaciones, al centro de salud y al centro de Servicios Sociales contando con los profesionales expertos que han trabajado como trabajadores sociales ,ingenieros robóticos, ingenieros de telecomunicaciones, también la decana de la facultad de estudios sociales y del trabajo, Ana Rosa del Águila y el jefe de servicios de inclusión social, José Manuel Ramírez.

Para así, contar con diversos materiales que al ponértelo sientas las limitaciones que sufre una persona dependiente, ya sea por su edad o por una discapacidad. Por ejemplo, gafas que hacen que sientas como se ve al tener cataratas, un traje completo que sientes el obstáculo que sienten estas personas a hacer cualquier cosa, unos guantes que simulan el Parkinson y hasta simular una espalda encorvada.

"Es muy difícil explicarles a veces a las personas si no nos ha ocurrido eso a nosotros mismos, cómo demostrar empatía. Y al final, aunque tú pierdas parte de tu autonomía personal en determinadas cosas del día a día, no significa que estés anulado como persona, sino que lo que necesitas son apoyos concretos para realizar parte de tu vida diaria", ha destacado Ruth Sarabia delegada de inclusión social. Unos simuladores que van sobre todo dirigido a estudiantes ya que es un proyecto con la Universidad de las carreras relacionadas como trabajo social, educación social, psicología, que trabajan ya con personas dependientes, cómo meterse en la piel de lo que estas personas también están sintiendo y padecen a diario.

Partes del traje que simulan las limitaciones de las personas dependientes Partes del traje que simulan las limitaciones de las personas dependientes

Partes del traje que simulan las limitaciones de las personas dependientes / María José Fernández (Málaga)

Además, a parte de estos simuladores han ido adquiriendo varios materiales bastantes avanzados como robots que dispensan la medicina para personas diagnosticadas con Alzheimer que van empezando a olvidar cosas de su día a día, luces con sensores que detectan los pasos o un andador inteligente para programarlo de manera que te lleve del dormitorio al salón o al cuarto de baño. Varios materiales que permiten que estas personas alarguen la estancia en sus casas y no tengan que irse a residencias en contra de su voluntad. También, hacer sentir a estas personas que todavía son válidas. "Y al final, aunque tú pierdas parte de tu autonomía personal en determinadas cosas del día a día, no significa que estés anulado como persona, sino que lo que necesitas son apoyos concretos para realizar parte de tu vida diaria", ha resaltado Ruth Sarabia.

Asimismo, el proyecto también busca que se tenga una escucha activa hacia esta parte de la sociedad que la decisión recaiga directamente en esas personas dependientes y no en familiares, amigos o la propia administración," lo que queremos es retornar la dignidad para que la persona sea la que decida hasta el final que es lo que quiere hacer".

Primer proyecto de Andalucía

Este proyecto es el primero puesto en práctica en toda Andalucía, además los trabajadores sociales  - Marina Soler y Jesús Ruiz que forman parte del proyecto- tienen previsto reunirse en varias ciudades que si tienen implementado varias iniciativas de estas. En Barcelona cuentan con un robot para la soledad no deseada que  pretender visitarlos y ver el avance que tienen allí, también en Valladolid ya que cuentan con una robótica y domótica avanzada.

Esto se produce ya que el proyecto necesita una parte de investigación científica para comprobar si todos estos aparatos funcionan, tiene esa parte de desarrollo tecnológico y científico. Y a partir del 6 de septiembre  en la antigua casa del director de la residencia del Palo. Se llevará a cabo un 'Social Living Lab' un laboratorio donde se podrá vivir y comprobar que lo que se está poniendo en marcha funciona. " No es lo mismo lo que nosotros ponemos a papel sobre una maqueta que cuando llegue una persona con ciertas dificultades y lo pruebe, a lo mejor no funciona", ha declarado Ruth Sarabia.

Marina Soler y Jesús Ruiz, trabajadores sociales, en el centro Ruth Sarabia, delegada de inclusión social Marina Soler y Jesús Ruiz, trabajadores sociales, en el centro Ruth Sarabia, delegada de inclusión social

Marina Soler y Jesús Ruiz, trabajadores sociales, en el centro Ruth Sarabia, delegada de inclusión social / María José Fernández (Málaga)

Además, también será en septiembre cuando se pondrá en marcha esta iniciativa en 15 casas que corresponde al distrito de Teatinos. Por lo que se ha decidido empezar por esta zona ya que es donde pertenece la Universidad y porque el Centro de Salud de Teatinos se ha ofrecido a colaborar para saber cuales son las familias o en este caso las personas con dependencia que lo necesitan. Asimismo, como bien aclara la delegada de inclusión social que es para demostrarle de alguna manera a la administración que tal vez se cree que es mucho más caro, difícil y complicado que la gente se quede en su casa y más sencillo que vaya a una residencia. Y sin embargo, en muchos casos va a ser más barato, más económico y la persona va a ser más feliz pudiendo quedarse en su domicilio.

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