Hasta en el Gibralfaro viendo la doble Puerta Grande
Fortes y Roca Rey cortaron dos orejas en una Picassiana que colgó el 'no hay billetes'

Si cruzáramos de una faena a otra disfrutaríamos de las distintas visiones del toreo con una plaza llena hasta el monte Gibralfaro. Sin dejar atrás el fuerte vendaval que sopló durante toda la tarde, dos toreros se han alzado y han impuesto al tiempo para salir por la puerta grande y dignificar la Corrida Picassiana en La Malagueta. El malagueño Fortes con su rectitud y pureza, y la salvaje quietud del peruano Roca Rey, han destacado junto a las cualidades del cuarto toro de Álvaro Núñez, premiado con la vuelta al ruedo. Juan Ortega ha logrado cortar una oreja.
Los inicios de Fortes de rodillas tanto con el capote como con la muleta en el cuarto han tenido más serenidad que explosión. Con la figura erguida y el brazo desmayado, los muletazos han surgido con temple y pureza. Pocos aspavientos y mucha delicadeza para acompasar a un toro que ha tenido mucha clase y humillación y que ha sido premiado con la vuelta al ruedo. La faena ha transcurrido de modo que no sabías si era la emoción, el viento, los olés roncos de la plaza llena, la música, pero algo se metía en el ojo para echar una lagrimita. La estocada entró y asomaron los dos pañuelos que le abrieron la puerta grande.
Roca Rey ha saludado al tercero con chicuelinas. Fortes le ha replicado en el quite, incluyendo tafalleras. El toro ha mostrado gran condición ya en los estatuarios de inicio que arrancaron la música. Se ha parado el peruano quien también ha parado al viento en las primeras series. Fue el único momento de la tarde donde ha parecido disminuir el aire. La faena ha terminado en un arrimón tras torear por ambos pitones. Tras la estocada ha cortado las dos orejas.
Lo mejor de Juan Ortega en el quinto ha llegado en el epílogo. La clase del toro ha hecho pareja con la del torero. Ha firmado muletazos de mucho sabor cuando le ha sonado un aviso. Ha sido tanto lo que ha llegado al público que lo ha puesto en pie y pese al pinchazo le han pedido la oreja que ha sido concedida.
Con el primero de la tarde Fortes ya ha demostrado disposición en un vistoso quite. Pronto se ha arrancado el toro antes del brindis al público. Sonaba Cristo de los Estudiantes mientras firmaba derechazos a pies juntos y cerraba con naturales acompasados con la banda. La estocada le ha hecho guardia y ha perdido trofeo. También ha dejado varios pinchazos Juan Ortega en el segundo de la tarde.
De rodillas con cambiados por la espalda ha comenzado la faena de muleta Roca Rey al último de la tarde. Pese a que lo ha intentado, el animal no fue como sus mejores hermanos. Lo cierto es que se le ha pedido la oreja al peruano tras pegarse otra arrimón, pero no ha sido concedida.
Juan Ortega ha sido el único que no ha vestido de picassiano. Hasta los monosabios y areneros han repetido los trajes de alerquín. Las tablas han sido pintadas por Pablo Alonso Herraiz, siguiendo la estética del cartel anunciador. El primer piso de la plaza se ha decorado con mantones coloridos y el segundo, con banderas de España y Andalucía. La megafonía ha anunciado las salidas de los toros.
El ambientazo que se ha vivido traspasó las puertas de la plaza y ha comenzado pronto con la banda de música ofreciendo un repertorio de marchas. La terna ya ha tenido que saludar una ovación al término del paseíllo.
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