Marítimas

La gran reunión de buques de crucero del año en Málaga

  • Seis barcos de turistas ocupan los muelles crucerísticos

  • Si no hay cambios será la reunión más multitudinaria de 2019

El ‘SeaDrem I’, este sábado, atracado, con la noria detrás.

El ‘SeaDrem I’, este sábado, atracado, con la noria detrás. / J. C. Cilveti

El puerto de Málaga ha recibido este sábado a seis buques de crucero, la primera gran reunión de barcos de turistas en lo que llevamos de año que, si no hay cambios sobre las previsiones, constituirá la más multitudinaria de 2019 en lo que al número de atraques se refiere. Superada la jornada del 11 de abril en la que se realizaron cuatro amarres, Málaga recibió seis escalas; unas significativas visitas con tres circunstancias muy destacables.

Atracados cinco de ellos entre las 7:00 y las 09:00, los muelles número dos y de levante albergan respectivamente a los buques Royal Clipper y Wind Surf, dos veleros de cinco mástiles con unas características muy diferentes. Ostentando el título de buque insignia de la compañía Star Clipper, el Royal Clipper de 135 metros de eslora es un clásico barco de vela que fue construido en el año 2000. Con capacidad para 227 pasajeros, este buque inició desde Málaga un itinerario de 14 noches que finalizará en el puerto romano de Civitavecchia el día 11 de mayo.

Completando la nómina de los dos barcos de propulsión vélica que ayer visitaron Málaga, el Wind Surf llegó realizando una ruta de ocho noches denominada Sinfonía Española. Comenzado este viaje en Lisboa y con final también en Civitaveccha, el Wid Surf de 187 metros de eslora que puede embarcar a 386 pasajeros participa de la peculiaridad de ser el buque que estrenó la terminal de cruceros del muelle del Palmeral de las Sorpresas en julio de 2012. Una circunstancia que mantiene a la compañía WindStar Cruises, propietaria del barco, muy vinculada al puerto malacitano.

Atracado en el muelle 3A-1, justo detrás del Melillero, el exclusivo SeaDream I viene a Málaga para desde aquí arrancar un crucero de siete noches que concluirá en Barcelona el próximo sábado. Con la particularidad de ser el más pequeño de los seis buques que ayer visitaron el puerto con 105 metros de eslora, este yacht-cruise, propiedad de la compañía SeaDream Yacht Club, embarca a un máximo de 112 pasajeros repartidos en 56 camarotes donde se incluyen dos suites.

El exclusivo ‘SeaDream I’ llegó para desde aquí arrancar un crucero de siete noches

Formando parte del grupo de los denominados grandes buques de crucero, las aguas malagueñas han recibido en el muelle norte de la estación marítima de levante al Mein Schiff 1 que el pasado domingo realizó su primera escala en el puerto. En una ruta desde Palma de Mallorca a Hamburgo, este barco de 315 metros y 111.554 toneladas de registro bruto (uno de los mayores que visitará el puerto en 2019) es propiedad de la naviera Tui Cruises, teniendo una capacidad para 3.132 pasajeros.

Atracado en el muelle sur de la estación marítima de levante se encontraba el barco de Holland America Line Prinsendam. Conocido internacionalmente como El Explorardor Elegante, este barco de 205 metros, durante muchos años, formó parte del grupo de los más selectos y exclusivos buques de crucero. Disponiendo de una habilitación que le permite embarcar a 835 pasajeros, el Prinsendam llegó dentro de un viaje de 26 noches entre Civitavecchia y Ámsterdam. Con la particularidad de que esta escala será su último atraque malagueño antes de que en el mes de julio pase a manos de la compañía alemana Phoenix Reisen que muy probablemente le cambie el nombre, la estancia de este barco se significa aún más dentro esta multitudinaria jornada cruceros.

Completando el grupo crucerístico de este sábado y con la posibilidad de que su atraque pudiera contabilizarse en la jornada del domingo, a las 23:00 tenía previsto atracar en el muelle sur, el mismo en el que atracó el Prinsendam, el buque de Aida Cruises Aidastella. Adelantando algunas horas su previsión de llegada, este barco de 253 metros de eslora con capacidad para 2.194 pasajeros en máxima ocupación, realiza un viaje de 11 noches iniciado en Gran Canaria y que finalizará en Barcelona.

Una muy importante jornada crucerística en el puerto que se resume con una despedida, dos inicios de ruta y, si no hay retraso y el reloj no juega una mala pasada, una pernocta en un sábado de abril, el último, en el que las aguas de Málaga han recibido a seis buques de cruceros. Un muy significativo número de amarres que no se verá respaldado en las cifras con muchos miles de pasajeros; una curiosa circunstancia debida a los tipos y capacidades de los barcos atracados.

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