Los gruistas estudian acudir a la vía judicial por los detectives contratados para seguirlos

Los gruistas municipales de la capital aseguran que llevaban años sintiéndose perseguidos, vigilados, y sus sospechas se han visto confirmadas al salir a luz una factura de 2014 abonada en el segundo trimestre de este año a una empresa de detectives. El comité de empresa estudia ahora la posibilidad de acudir a los tribunales. Su presidente, Manuel Lima, explicó ayer que han puesto el caso en manos de su asesoría jurídica y que actuarán en consecuencia.

La Sociedad Municipal de Aparcamientos (Smassa) contrató en 2014, como ayer informó Sur, los servicios de una empresa de detectives para investigar el rendimiento de algunos trabajadores de la grúa municipal en la retirada voluntaria de vehículos -la que realizan por su cuenta ante un vehículo mal estacionado, sin ser requeridos por agentes de Policía-. Según los documentos a los que este periódico ha tenido acceso, Smassa entendía que en junio de 2014 se estaba produciendo una "huelga encubierta" de los gruistas, por lo que "se tomó la decisión de llevar a cabo la investigación", con el objetivo de obtener datos para el posible inicio de "expedientes disciplinarios".

El servicio del seguimiento se cerró con una empresa por un precio de 450 euros por día de persecución, con un mínimo de tres jornadas ampliables según el desarrollo de la investigación y los datos obtenidos. Se procedió a facilitarle los datos del trabajador sobre el que debía realizar el primer seguimiento -horario de trabajo y matrícula de la grúa que conduciría-. Pero los detectives se vieron desbordados porque el gruista circulaba "muy deprisa" y le indicaron a Smassa que para continuar con el servicio iba a necesitar más personal. La sociedad municipal suspendió entonces la persecución, por lo que le empresa acabó emitiendo una única factura, por una cantidad algo más rebajada que la acordada inicialmente -393,25 euros-. Cantidad que no ha sido abonada hasta el ejercicio en curso.

Pero la documentación deja entrever que no era la primera vez que Smassa acudía a una empresa de este tipo. Antes de formalizar el contrato de junio de 2014, procedió a solicitar varios presupuestos y consta al menos el nombre de otra sociedad con la misma dedicación a la que en "años anteriores" ya se le habían solicitado precios para realizar seguimiento de trabajadores.