Los gruistas hablan de "diez o doce calles" vetadas y confirman órdenes por escrito

La polémica generada en torno al supuesto veto municipal para que la grúa retire vehículos en ciertas calles de la ciudad sigue creciendo. El presidente del comité de empresa de la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Smassa), Manuel Lima, confirmó ante el instructor del expediente informativo abierto por la empresa el pasado mes de noviembre la existencia de órdenes por escrito demandando la no intervención en ciertas zonas.

Si bien Lima prefirió ayer no aportar detalles sobre todas estas calles, sí admitió la existencia "de unas diez o doce". En su declaración, sí aportó varias localizaciones como prohibidas, caso de la Plaza de la Solidaridad, la calle Ibarra y Cánovas del Castillo. A ésta hay que añadir Poeta Muñoz Rojas. Según los gruistas, en esta vía el veto se extiende desde mayo de 2012, al tiempo que lo relacionaron con la intervención de la edil del distrito Cruz de Humilladero, Teresa Porras. "La respuesta que se nos dio cuando preguntamos por las razones fue que la concejal del distrito había ordenado que no se actuase", dijo Lima.

Porras, al ser consultada por este periódico, consideró que no hay razones para cuestionar la medida. De hecho, confirmó el envío en su momento de un escrito, una vez reurbanizada la tras la obra del Metro, "para que se permitiese aparcar a los vecinos en uno de los carriles". Fuentes próximas a Smassa aludieron a la existencia de un informe de la Policía Local. El problema con el que se encontraron los residentes era que el nuevo diseño dejaba dos carriles por sentido, eliminando la zona de estacionamiento.

Según la edil, esa configuración era "a futuro", en previsión del momento en que se ejecutase el bulevar sobre el soterramiento del AVE y el mismo conectase con Poeta Muñoz Rojas. "Al Metro, cuando termina la obra, se le ocurre poner las señales de prohibido aparcar; les dijimos que las señales no se pusieran porque hasta que se habilitase la conexión con el bulevar se iba a permitir aparcar en los carriles que había". Y así se hizo. De hecho, a día de hoy, según Porras, se han señalizado sendas franjas para el aparcamiento, eludiendo de este modo la prohibición que sí pesó en su día.

De otro lado, en su testimonio con motivo del expediente informativo, Lima habló de la existencia de órdenes "escritas" por parte de los responsables de Smassa para evitar la retirada de coches. "Se han expuesto en el tablón de anuncios, que existe en el depósito municipal de la barriada de la Princesa y que éste se encuentre bajo llave", dijo, según recoge el acta. Apuntó al jefe de Unidad del SAC (Servicio de Ayuda a la Circulación) como responsables de las citadas "órdenes verbales o escritas", si bien señaló que el propio jefe, al ser preguntado por las razones de las mismas, "ha contestado que no puede dar las mismas y textualmente les ha dicho que 'no lo sabe y que estas órdenes vienen de arriba'".