Superados los días de Feria con la presencia de cuatro buques de crucero, dos más de los que visitaron Málaga en 2022 durante este mismo periodo de tiempo, el atraque más destacado en el puerto malagueño durante estas jornadas festivas de agosto ha corrido a cargo de un barco de guerra.

Cumplimentando una de las habituales escalas de descanso de las que participan este tipo de unidades y que tienen al puerto de la capital de la Costa del Sol como uno de los lugares de primera elección en el Mediterráneo Occidental, a primeras horas del pasado viernes 18 atracó en el pantalán de levante el buque de la marina militar alemana Oldenburg F-263; una corbeta que además efectuaba su primera visita al recinto portuario malagueño.

Integrada en una serie de cinco gemelos, esta corbeta que como primera curiosidad lleva en su numeral la letra F que la designaría como fragata, fue construida en los astilleros hamburgueses Blohm + Voss, siendo entregada oficialmente a la marina de guerra germana en enero de 2013.

Posicionada en la base naval de Warnemünde en la localidad de Rostock, la Oldenburg también llama poderosamente la atención por no disponer de una chimenea al uso, estando situado su escape a nivel de la línea de flotación, motivo por el cual, parte de su caso, el correspondiente a la zona donde va situado el sistema destinado a la evacuación de humos va pintado de color negro.

Atendiendo a estas dos peculiaridades y con el añadido del amplio helipuerto que lleva a popa, esta corbeta de 89 metros de eslora tripulada por 65 marinos que, con un desplazamiento de 1.840 toneladas puede navegar a una velocidad máxima de 26 nudos (48 kilómetros por hora), es el segundo barco de guerra de bandera alemana que atraca en el puerto de Málaga en lo que llevamos de 2023; una curiosa circunstancia ya que los buques militares de este país, tras los españoles y los norteamericanos están posicionados entre los que con mayor asiduidad realizan escalas de descanso de varios días en las aguas malacitanas.

Frente a este hecho, el atraque iniciado el pasado viernes que finalizó en la jornada del lunes 21 de agosto, ha permitido que la dotación de esta corbeta pudiera conocer la Feria malagueña en su tramo final. Una escala de descanso algo diferente a las que habitualmente realizan durante el resto de los meses del año los buques de guerra en las aguas del puerto de Málaga.