La guerra entre narcos impone a tiros la ley del más fuerte en la Costa del Sol

Sindicatos insisten en que “sólo la presencia policial” asegura la convivencia

Los escoceses asesinados en Fuengirola eran dos gánster vinculados a un cartel de narcos, según la prensa británica

Dos menores se asoman al pub de Fuengirola en el que asesinaron a dos personas
Dos menores se asoman al pub de Fuengirola en el que asesinaron a dos personas / Efe

Guerra de mafias en la Costa del Sol por subir al trono del negocio de la droga. La última escena de terror se vivió el fin de semana en el paseo marítimo de Fuengirola, donde un encapuchado acribilló a dos presuntos gángsters escoceses en su pub. Era noche de Champions. Las víctimas, Eddie Lyons Jr. y Ross Monaghan, ocupaban una de las mesas de la abarrotada terraza. Ambos, ligados, supuestamente, a un clan criminal de Glasgow, según la información recabada después por la prensa británica. "Aprovecharon en ese momento de euforia para disparar a uno de ellos en el pecho. El otro salió corriendo, pero al agresor no le tembló el pulso para ir tras él y dispararle para acabar con su vida. Después, se montó en un coche y se fue", describe Mariló Valencia, investigadora de la Policía Nacional con cerca de 30 años de experiencia y representante del Sindicato Reformista de Policías (SRP).

Es la ley del más fuerte de las bandas rivales asentadas en la provincia. Redes, de gatillo fácil y vinculadas al narco que han cobrado protagonismo en toda Europa por sus despiadados métodos. En ese escenario, las reivindicaciones sindicales se acentúan. La Comisaría provincial activó el Plan Costa del Sol, dirigido a encarcelar a los autores, pero la portavoz del SRP no ve más que un "parche". Un ejemplo paradigmático, afirma, es la progresiva incorporación de unos 100 agentes que potenciaría la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco), la piedra angular contra el crimen organizado en la Costa del Sol. "Traen efectivos pero los quitan de otras plantillas con necesidades. Se desplazan a la Costa para realizar controles y fiscalizar esta violencia", apostilla. Otro hándicap, las dietas, "irrisorias", de "48 euros por noche". "Es inviable encontrar alojamiento en la Costa del Sol. Hay efectivos que han llegado a poner dinero", asegura.

Si bien la organización sindical aboga por reforzar una unidad que tradicionalmente ha sido la punta de lanza de la lucha para hacer frente a una nueva realidad delictiva en la que han entrado en juego bandas de los países nórdicos y del Este de Europa, considera que debe hacerse con "una plantilla en Málaga" dedicada al Plan Costa del Sol, que tiene una clara línea de actuación. "Van a intervenir en toda la Costa para cerrar todas las vías de salida de los autores. Para que esto sea más eficaz, harían falta más policías en toda la demarcación", remacha Valencia.

Con grupos criminales cada vez más violentos, la investigadora denuncia los disparos a plena luz del día a sabiendas de que pueden dejar víctimas inocentes. "Les da igual, actúan con un objetivo. Lo demás serían daños colaterales. La mayoría son sicarios a los que les pagan para acabar su trabajo", sostiene. Los hay que se desplazan hasta la provincia y, una vez, terminan, se marchan. "Tenemos un aeropuerto cercano que no podemos controlar, el de Gibraltar", se lamenta. Málaga es, además, "puerta de entrada a Europa", con múltiples accesos que "permiten residir a líderes de grupos criminales que pasan desapercibidos".

La falta de efectivos denunciada la atestigua también la asociación profesional Independientes de la Guardia Civil (IGC), que advierte del efecto rebote. Su portavoz, Daniel Fernández, considera que la "escasez de personal limita la capacidad operativa y afecta tanto a la prevención como al seguimiento de determinadas actividades delictivas". A su juicio, la carencia de miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado es más notoria en la Costa del Sol, "donde la demanda de presencia policial es cada vez mayor".

Los últimos tiroteos, con supuestos mafiosos asesinados, reflejan -dice- la necesidad de "contar con una plantilla adecuada que permita garantizar una vigilancia eficaz y una respuesta ágil ante cualquier situación".

La clave, en palabras de Fernández, estriba en una "planificación de refuerzos que responda a las necesidades reales del territorio". "Sólo con una presencia policial suficiente, recursos adecuados y un marco legal firme, podremos seguir ofreciendo un servicio eficaz y asegurar la convivencia en nuestras comunidades", insiste el representante de la asociación.

Ocho tiroteos en dos meses en la provincia, con cuatro muertos

El escenario ha cambiado respecto al de hace años. La Costal del Sol siempre ha sido un ecosistema propio de los narcos donde gozan del clima y el lujo. Los capos de la droga convivían con sus problemas pero los ajustes de cuentas no se habían afianzado. Su única preocupación no era otra que blanquear, según se desprende de las investigaciones, los beneficios en viviendas alejadas del foco de las autoridades. La Costa del Sol ya cerró 2024 siendo noticia por el aumento de los tiroteos por ajustes de cuentas entre los delincuentes de la droga. El comienzo de 2025 no fue diferente. Y en los dos últimos dos meses se ha reavivado la alerta por la violencia creciente. En ese periódo, la provincia de Málaga ha sumado ocho tiroteos, aunque no todos ellos vinculados al crimen organizado. En abril se contabilizaron seis; en mayo, dos –el último el del sábado en Fuengirola–. El auge de la criminalidad preocupa especialmente en la Costa del Sol, de hecho, siete de estos incidentes con arma de fuego tuvieron como escenario el litoral; y solo uno se registró en el interior, en el municipio de Humilladero.

En la capital hubo tres en abril, con seis heridos, todos ellos por “desavenencias familiares”, como en el caso de Humilladero, donde un joven murió y su madre resultó herida. Mijas, Marbella, Estepona y Fuengirola han sido las otras localidades en las que ha habido un desfile de balas. Aquí, salvo en el caso de Estepona, que se investigó como una refriega entre okupas, en el resto, los ajustes de cuentas y el narcotráfico se alzan como principales hipótesis. En Marbella fueron varias detonaciones en las inmediaciones de una discoteca, sin heridos. En Mijas, un joven inglés ejecutado en la calle y a plena luz del día. El autor, aún sin localizar, aguardaba su llegada. Con el rostro oculto, esperó a tenerlo cerca para acribillarlo a tiros. La autopsia reveló que recibió diez disparos. El sábado, similar estampa hubo en Fuengirola, con dos escoceses asesinados a tiros.

Armas desde 1.000 euros o un AK47 que “se vende como rosquillas”

Otro de los factores determinantes para entender el nuevo escenario de la Costa del Sol es la ingente cantidad de armas ilegales que entran en España. "Se usan con demasiada facilidad", recalca la representante del Sindicato Reformista de Policías.

La dark web –o web oscura, un océano para el comercio ilegal, se ocupa de casi toda la faena. “Puedes conseguir lo que quieras, hasta un sicario”, advierten investigadores consultados. “Por menos de 1.000 euros tienes un arma, aunque nunca se va a saber si está limpia. ”, explican. Su disfrute es casi inmediato: “Si sabes moverte en un par de días puedes tenerla en la mano, pero procura no dejar tirado al vendedor...”. Pero, sostienen, la posesión de un arma concebida sólo para intimidar “se puede volver en contra”.

La realidad dibujada por fuentes vinculadas a la lucha contra el crimen organizado evidencia la magnitud del problema. Hay “muchas más armas”. Y de mejor calidad. “Las que las organizaciones criminales usaban antes eran, casi siempre, simuladas, falsas o de fogueo. Pero ahora son cada vez más buenas y ya las sacan incluso en riñas y peleas”, apostillan. Se han convertido en una herramienta de “intimidación, poder y amenazas”.

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