En apenas cuatro meses, Salvador Pérez hace 64 años. Un acontecimiento que poco parece importarle. Desde que se jubiló, hace ya casi una década, la edad se ha tornado en un simple número para este vecino de Alhaurín el Grande. Un espíritu joven que lleva por bandera y que ha convertido en el mantra de su propia vida: “Querer es poder”. 

Y con esa energía, que cualquiera achacaría a un chaval, comenzó a descubrir los recovecos y atajos más inhóspitos de la sierra de su pueblo. Con una dificultad añadida, hacerlo corriendo. Pues tenía un objetivo claro. Las 100 millas de Skayrace de Los Tajos. 

“Casi lesionado”, el pasado 8 de mayo lo consiguió. Una carrera benéfica, cuyas ganancias fueron destinadas a la Asociación Voluntarios de Oncología Infantil (AVOI) y Héroes de la Escuela. “Organicé esta iniciativa porque mezcla dos de mis pasiones, el deporte y ayudar a los demás”, confiesa a este periódico.

El pasado viernes 15 de julio, sobre el mediodía, el que hasta entonces había sido el campo de entrenamiento de Senderito comenzó a arder. Se ofreció voluntario para sofocar el incendio. Pero no lo dejaron, por seguridad. “Mi sentimiento era de impotencia porque con tanto combustible el fuego comenzó a propagarse  muy rápido”, lamenta. 

Su mote se lo puso un compañero al que le impresionó lo rápido que bajaba las laderas

La imagen de las llamas reflejadas en el iris azul de Pérez no lo dejaban descansar. Conocía la zona que estaba ardiendo como la palma de su mano. “Tenía que estar ahí”. Enfundado en ropa de algodón, con sus botas especiales y  portando una “chapolina” decidió ofrecerse al Infoca de nuevo. Esta vez, los profesionales aceptaron. Con una condición, siempre bajo sus indicaciones. 

El corredor sirvió de plano a los operarios. Tenía todas las rutas, veredas y rincones grabados a fuego en su memoria. Conocía las zonas en las que daba menos el sol y la vegetación era menor. En definitiva, sabía moverse y los operarios confiaron.  Su fin, asegura, no era solo preservar el máximo número de hectáreas posibles con vida, sino velar por la seguridad de los bomberos. “Las personas son primordiales para mí”, ensalza.

Haciendo gala de su afán por ayudar a los demás, llevó en un momento dado, durante las labores de extinción a los trabajadores a una zona donde había agua, ya que se habían quedado sedientos y se habían quedado sin bebida. También sacó a otro grupo  que se encontraba perdido. 

"Lo único que he hecho ha sido luchar por la montaña. Mi sierra siempre me va a tener a su disposición"

Su apodo se lo puso un compañero corredor al que impresionó lo rápido que era capaz de bajar por la montaña. Esa misma que quedó yerma después de que las llamas calcinaran más de 2.000 hectáreas. Las recientes lluvias han mejorado, un poco, el desolador panorama. Pero hace falta más. Más ayuda, sobre todo económica, apunta Salvador Pérez porque “aunque ella se ha autoregenera, va a necesitar un empujón”. 

Él mismo está dispuesto a colaborar, como sea, por su campo. Asercio que ya cumplió y que el miércoles le distinguió como Malagueño de Hoy 2022 en los premios que otorga este periódico: “Quiero agradecer este reconocimiento, creo que es demasiado. Lo único que he hecho toda mi vida ha sido luchar por  la montaña en lo que he podido aportar y para mí siempre ha sido poco (...) Tengo que dar también las gracias al Infoca. Mi sierra siempre va a tener mi ayuda”, expresó, emocionado, tras recibir el galardón.