"La obra del guitarrista Diego del Gastor es ya universal e irrepetible"
El profesor de Historia del Arte Antonio Reina asegura que el genial músico serrano es una figura de referencia en la que se fijan los artistas de hoy de todo el mundo
La muerte es una cuestión, ante todo, biológica, pero también es un recurso muy habitual del flamenco. La vida, contra ella, toma protagonismo justo en el centenario del nacimiento del genial Diego del Gastor, guitarrista flamenco cuya obra es fruto del estudio esta semana en uno de los cursos de verano que celebra en Ronda la Universidad de Málaga.
Un doctor en Medicina, conocedor de la muerte en su sentido natural, licenciado también en Historia del Arte, Antonio Reina Gómez, rindió ayer culto a Diego del Gastor a través de una ponencia titulada La libertad y la muerte en el cante. "Diego del Gastor es una figura irrepetible", afirmó el experto, quien calificó al guitarrista como "un auténtico genio en el toque, cuya obra se conoce en todo el mundo".
Reina se lamentó, sin embargo, de que "a esta figura del flamenco, un hombre cuya obra es ya universal, no se le hizo justicia en vida. Su legado es importantísimo ahora en nuestra época, cuando afortunadamente sí le estamos recordando", prosiguió el profesor.
El flamenco, para Reina, necesita de "grandes personalidades que logren embaucar, como Diego seducía con su cante". Pero necesita, sobre todo, de "mucha pasión". Así, según el experto, "Carmen la de Ronda es comparable a Diego del Gastor por cuanto ambos se movían por la pasión, algo inherente al ser humano, que no puede vivir sin ella. Quien hace flamenco sin pasión simplemente no hace flamenco", aseguró Antonio Reina.
Diego del Gastor nació hace 100 años en la localidad malagueña de Arriate. Vivió después en Ronda algún tiempo y, sobre todo, en el Gastor. Los últimos años de su vida los pasó en Morón de la Frontera. Los expertos afirman que el guitarrista creó una escuela profundamente jonda y personalísima de la que aún hoy día beben otros muchos guitarristas: "Manolo Sanlúcar es un guitarrista magnífico, con un interés enorme por la transmisión del flamenco. Es también espectacular Paco de Lucía, y ambos beben de la obra de Diego del Gastor, sencillamente porque todos los guitarristas tienen algo de Diego", prosiguió el profesor, al tiempo que recordó que "son los cantes que permiten una mayor dimensión, extensión y desarrollo, los que permiten crear más, los que mejor se le daban a Diego, que fue tan bueno al toque para el cante como en el toque de recital", añadió.
Al final, el experto recordó cómo el flamenco sirvió a la libertad en los tiempos de persecución y censura, recordando la letrilla: Qué pena tan grande que no cambia el tiempo, y no se mueve ni una nubecita que acabe con esto, recitó. Terminó asegurando que la muerte forma parte del flamenco porque este arte "pone de manifiesto las vivencias del ser humano, y dice la soleá: Yo no le temo a la muerte porque es natural, solo le temo a la cuenta que a Dios le tengo que dar. Así de humano, tanto como la copla, era Diego del Gastor", terminó Antonio Reina.
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