Donde habita la ciencia más divertida

El Centro de Ciencia Principia celebró la Semana de la Ciencia con un lleno absoluto en algunas de sus actividades gratuitas, como los talleres de robótica y de estrellas

Niños en una de las actividades de la pasada Semana de la Ciencia en Principia.
Niños en una de las actividades de la pasada Semana de la Ciencia en Principia.
Cristina Fernández / Málaga

27 de noviembre 2012 - 01:00

Construir un tetraedro con pajitas de refresco o hallar formas geométricas en los billetes de cinco euros son maneras divertidas y asequibles de entender las matemáticas para todas las edades. Por eso resultó tan exitosa la Semana de la Ciencia que el Centro Principia celebró junto con otras instituciones malagueñas del 19 al 24 de noviembre. Unas 800 personas pasaron por este veterano museo durante las cinco tardes lectivas de la semana. Los talleres de robótica y de estrellas fueron los más solicitados. El aforo se completó y los padres tuvieron que seguir las charlas y demostraciones desde fuera.

"Durante la semana hemos tenido el centro lleno", explica Sebastián Cardenete, director de Principia. El museo se suma a la iniciativa europea cada año con un doble propósito, acercar la ciencia a los ciudadanos y dar a conocer este espacio que cuenta ya con 14 años de historia. "Principia es un centro marcado por su carácter didáctico, somos todos profesores, pretendemos que todo sea fácil de aprender y manipular", añade Cardenete, que subraya lo oportuno de que la comunidad educativa "conozcan la Ciencia desde el punto de vista experimental".

Un taller sobre matemáticas inició la semana, luego los asistentes pudieron construir una constelación, se habló del planisferio, de relojes de sol y del telurio. También el profesor de la Universidad de Málaga Iñaki Vadillo explicó la importancia de las aguas subterráneas después de la proyección de un documental y en otra jornada los pequeños disfrutaron con las posibilidades de la robótica. En estas tardes de puertas abiertas, todo esto lo pudieron completar con la visita al planetario y a la sala Faraday, donde pueden realizar experimentos y demostraciones científicas.

"Intentamos que las actividades sean para todos los públicos, que las puedan entender desde el abuelo al nieto, cualquiera que tenga curiosidad, y los niños entre 7 y 10 años tienen una edad fantástica para ello", afirma el director del centro, que aún no es suficientemente conocido por el público general pero que está "saturado" de visitas escolares durante las mañanas.

En septiembre se abren las listas para solicitar un día de visita y a estas alturas del curso ya está lleno todo el calendario y hay más de una treintena de centros en espera por si alguno falla su día correspondiente. "Haría falta plantear posibilidad de una ampliación", dice Sebastián Cardenete y subraya que la mayoría de colegios ya han pasado por estas instalaciones y muchos, aunque quieran repetir, se quedan sin posibilidad. "Entre la población es más desconocido, conocen otros espacios y no saben que en Málaga está Principia, llevamos 14 años abiertos y aún hay gente que ignora que aquí tenemos un museo de ciencia interactivo", concluye el director.

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