Hans, el 'Forrest Gump' chileno que acumula más de 12.000 kilómetros tras tres años recorriendo Europa a pie

Su objetivo es llegar caminando a Alaska en un viaje que le llevará, al menos, otros 10 años más

La artista malagueña que vivió dos años en una aldea aislada de Irlanda y volvió con una exposición

Hans junto al carro donde lleva todas sus pertenencias
Hans junto al carro donde lleva todas sus pertenencias / Adrián Gámiz

Málaga/Tres años y ocho meses de viaje. Más de 12.000 kilómetros a pie. Una aventura que empezó en Estocolmo, pasa por Málaga y tendrá como fin Alaska dentro de unos 10 años. Hans Dimter, de 61, tuvo una revelación un día cotidiano que le hizo dejar su vida atrás para recorrer el mundo a pie buscando unas respuestas que en su cabeza no cabían en una vida quieta.

Originario de Chile, el aventurero se mudó a Estocolmo en los años 90 y estuvo trabajando, según relata, "en todo tipo de cosas". Tuvo un catering de parrilladas argentinas, se empleó de camarero e incluso sirvió en varias galas de los Premios Nobel. 30 años viviendo allí le dieron para aprender perfectamente el idioma, enamorarse de una sueca, casarse y tener dos hijos. Todo transcurría con normalidad hasta que un día como otro cualquiera, de repente, "tuve una experiencia extrasensorial, sentí como me salía de mi cuerpo y lo veía todo desde arriba, y en ese justo momento tuve el pálpito de que quería cambiar mi vida, quería hacer algo extraordinario con ella", cuenta Hans.

Hans junto al carro con el que viaja a pie
Hans junto al carro con el que viaja a pie / Adrián Gámiz

Sin pensárselo mucho más, se puso manos a la obra. Fabricó un carrito, el mismo que lleva portando tres años y que pesa unos 70 kilos, y lo llenó de elementos de supervivencia esenciales como una tienda de campaña, ropa, productos de aseo y algunas provisiones para resistir los primeros meses de viaje, y se lanzó a caminar. Su mujer, admite, no lo entendió al principio, "me preguntó que si me drogaba, que qué me pasaba por la cabeza para abandonarlo todo y tirarme a vagar por el mundo. Simplemente lo sentí desde mí más adentro y me lancé".

Su aventura empezó en octubre de 2021 sin tener bien fijados los planes. Un año después y más de 1.700 kilómetros a pie lo llevaron hasta Cabo Norte, Noruega. A partir de ahí empezó a planificar el resto del viaje. "No llevaba muchas provisiones y mi idea era ir improvisando sobre la marcha, buscándome la vida en cada ciudad o pueblo en el que parara. Afortunadamente, la gente es muy buena conmigo, y siempre que me ven me dan algo de comer o provisiones para que siga mi aventura. Llevo más de tres años en el camino y nunca me ha faltado de nada, de hecho estoy mejor ahora que cuando empecé, que salí pesando 110 kilos", relata Hans.

Hans con el carro atado listo para seguir caminando
Hans con el carro atado listo para seguir caminando / Adrián Gámiz

A partir de aquí la cosa se puso seria, y Hans emprendió una bajada hacia España que le llevaría dos años recorrer. Pasó andando, junto a su pesado carro, por Dinamarca, Alemania, Holanda, Bélgica y Francia hasta acabar en Irún, Guipúzcoa. De eso hace ya más de un año, y es que Hans se toma con más calma su visita a la península ibérica y lleva más de un año aquí. "Recorrí toda la costa del atlántico, después pasé por Palencia, Zaragoza y Barcelona, para luego bajar por Valencia y Murcia y llegar aquí a Málaga", cuenta.

Su día a día es sencillo y no difiere mucho del de cualquier persona que se busca la vida en la calle. Duerme donde puede, ya sea con su tienda de campaña o en albergues de la ciudad donde esté, come lo que la gente le va dando, que "siempre es suficiente", y se asea y va al baño en los establecimientos y duchas públicas que encuentra.

A pesar de que el aventurero intenta no quedarse mucho en sus destinos porque "el camino es largo y el tiempo muy limitado", Hans lleva ya en Málaga cuatro meses, y no precisamente por su buen clima y su gastronomía, sino por un problema médico. "Tengo una enfermedad renal que me hace ir al baño con un catéter. Justo cuando llegué a la ciudad se me complicó y tuve que ir de urgencia al Hospital Regional. Conseguí que me dieran cita para finales de junio y espero que, tras solucionarse el problema, pueda partir de nuevo mi viaje", explica.

Carteles que Hans lleva en su carro contando los kilómetros que lleva recorridos
Carteles que Hans lleva en su carro contando los kilómetros que lleva recorridos / Adrián Gámiz

Tras vagar por toda Europa durante tres años y andar un total de 12.000 km con una voluntad y unos pies de hierro, el caminante chileno tiene claro cuál será, ya no solo su siguiente paso, sino el final y objetivo de todo su trayecto. "En cuanto parta de Málaga iré a Cádiz para después subir a Madrid, renovar mi pasaporte y embarcarme en Valencia hacia Argentina. Una vez allí quiero llegar a Ushuaia y pasar por todo Latinoamérica hasta acabar en Alaska", cuenta con determinación. Hans calcula que este siguiente tramo de su aventura le llevará al menos 10 años más, pero a pesar de eso, no le teme a la edad ni al tiempo.

El fin último de su proeza, además de documentarlo en sus canales de YouTube e Instagram, es escribir un libro donde plasmará todas las vivencias y experiencias que ha vivido durante el trayecto. Libro que por cierto, ya tiene título: La magia del camino 10.000 kilómetros.

A sus casi 62 años, los cumple en un mes, Hans tiene la voluntad de vivir su vida como quiere. A pesar de haber cortado casi totalmente lazos con su familia y amigos, ya que a veces habla con su mujer, él está persiguiendo su sueño y admite ser feliz así. "Ni la enfermedad ni el cansancio ni los años que me queden por delante me van a detener. Sinceramente, no sé que haré cuando llegue a Alaska y cumpla mi objetivo, solo lo sabremos cuando pase", concluye Hans con una sonrisa mientras levanta los hombros y ladea la cara con un cariz amable.

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