El hombre acusado de matar a otro con once tiros en la espalda en Málaga niega los hechos

El suceso posiblemente está relacionado con un ajuste de cuentas por estupefacientes

Juzgan a un hombre acusado de matar a otro en Málaga de 11 tiros por la espalda

Ciudad de la Justicia.
Ciudad de la Justicia. / Javier Albiñana

El hombre acusado de asesinar a un ciudadano congoleño con once disparos en la espalda en el polígono Guadalhorce en Málaga ha negado su implicación en los hechos en el juicio celebrado este lunes.

En el banquillo de los acusados, además del principal procesado, hay tres personas más procesadas por encubrimiento y uno de ellos además por tenencia ilícita de arma prohibida. El principal acusado se ha negado contestar a las preguntas del fiscal y del resto de abogados defensores. Solo ha respondido a las de su letrada y todas sus respuestas han sido "no", no ha participado en los hechos, no conocía a la víctima, no quedó con ella en un sitio apartado y no conocía al resto de acusados, excepto a uno.

El crimen fue cometido en marzo de 2019 presuntamente por el acusado y otra persona identificada pero en busca y captura, según el relato acusatorio del ministerio público, al que ha tenido acceso EFE.

El fiscal mantiene que los dos procesados supuestamente decidieron acabar con la vida de la víctima y para ello idearon un plan en el que el joven congoleño de 22 años fue citado mediante engaño en Málaga para así ejecutarlo, extremo que ha negado el acusado.

La víctima llegó al aeropuerto de Málaga el 16 de marzo de 2019 y los acusados presuntamente planearon cometer el crimen en las inmediaciones de la depuradora ubicada en el polígono Guadalhorce, un lugar deshabitado en el que no podría ser auxiliado.

El ministerio público mantiene que una vez estuvieron en el lugar, uno de ellos le disparó once veces por la espalda en cabeza, cuello y tronco. Señala que los otros tres acusados alquilaron unos vehículos y para ello presentaron una carta de identidad falsa, según precisa el fiscal, que destaca que luego se fueron a Marbella y una vez allí dejaron los coches y ordenaron a uno de ellos que limpiara su interior.

Los tres acusados de encubrimiento han negado que tuvieran conocimiento de que el plan era asesinar a una persona y aunque uno de ellos ha reconocido que alquilaron unos vehículos, ha mantenido que no sabían para qué iban a ser utilizados.

Solo uno de ellos ha reconocido que cuando le pidieron que limpiaran los vehículos antes de entregarlo a la empresa que se los había alquilado pensó que habría sido utilizado para algún tema de drogas pero no para un crimen.

La Fiscalía malagueña ha solicitado que el principal acusado sea condenado a 22 años y siete meses de prisión mientras que los otros tres pide un año y diez meses de cárcel, y para otro un año y once meses.

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