Las horas más convulsas del PP andaluz
En el fondo, todos las vueltas para encontrar al candidato del PP apropiado para aspirar a la presidencia de la Junta se deben a que ninguno ofrece una mínima seguridad contra el PSOE
NI tres minutos se consumieron para la convocatoria del esperado congreso extraordinario del PP andaluz. La secretaria general del partido, Dolores de Cospedal, se dirigió a la expectante audiencia y les anunció la propuesta para celebrar el cónclave en Sevilla los días 1 y 2 de marzo. "Algo que objetar?, preguntó a los sorprendidos miembros de la Junta Directiva Regional, que esperaban un debate o un turno previo de intervenciones. "Se aprueba por unanimidad", zanjó Cospedal. Caras circunspectas y tensión en el ambiente, resumen varios de los asistentes el escenario del anuncio.
Poco después los hombres de José Luis Sanz, el favorito para la designación como presidente, daban a entender que éste inmediatamente comenzaría a recoger los 90 avales para presentar su precandidatura. "Todo está cerrado", tranquilizaban a sus seguidores. "El que ríe el último ríe mejor", sentenciaban a la espera de saborear la venganza contra las huestes de Javier Arenas que habían frenado dos veces la nominación del también alcalde de Tomares.
En Málaga, un hermético Elías Bendodo gana tiempo. Días de sms y llamadas de móvil, agenda pública reducida a la mínima expresión y escueta comunicación, incluso con los suyos. El presidente del PP malagueño no se fía, quiere evitar filtraciones de sus movimientos. Lidera las tres provincias andaluzas que rechazan de plano la designación de Sanz al frente. Además de Málaga, Cádiz y Almería. Pero en esta última Gabriel Amat siempre está de perfil. Creen que es otra vuelta de tuerca al modelo de Zoido que ha fracasado. Reprochan a la actual dirección del PP que Susana Díazse les haya escapado. "Con una rueda de prensa a la semana no se hace oposición", proclaman.
Plan A, B, C y hasta D. Por si sale Sanz, Bendodo desliza en algunos círculos que él no tiene problemas. Se podría pactar la secretaría general como fórmula de consenso. Algunos le aconsejan que no acepte de ninguna forma si le ofrecen el cargo, pronostican que Sanz se estrellará y le arrastrará en su caída. Otros le animan. Bendodo sabe que ha apostado fuerte contra Sanz y que si éste asume el poder tarde o temprano irá a por él. Confía en Arenas. A Sanz no lo quieren en Madrid.
Ni para Sevilla ni para Málaga. Como mal menor Carmen Crespo, la actual delegada del Gobierno en Andalucía. Es de Almería y todos mantienen el statu quo y ella quiere. Juan Manuel Delgado Bonilla, el secretario de Estado de Igualdad, es el preferido, pero está en el Gobierno, sólo puede dar el paso si recibe el encargo directo del propio Rajoy. ¿Y Esperanza Oña? Alcaldesa que arrasa en su localidad, parlamentaria, rocosa y hábil en el debate, mujer y temida en el PSOE. Cumple el perfil. Y cercana a Cospedal. Pero desde hace tiempo se resiste a todos los cantos de sirena que le llegan. Curiosamente, el sábado por la noche se crearon dos perfiles en Twitter alentando su candidatura.
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