Málaga

La hostelería de Málaga no levanta cabeza: un 35% menos de facturación en Navidad que en 2019 por el miedo al virus

Dos clientes muestran el pasaporte Covid a un camarero

Dos clientes muestran el pasaporte Covid a un camarero / Javier Albiñana

Aun con ausencia de restricciones, la hostelería y el ocio nocturno han sufrido un durísimo varapalo en las fiestas navideñas. Javier Frutos, presidente de la Asociación Malagueña de Hosteleros, informa que la reducción de la facturación con respecto a 2019 (último año sin pandemia) ha sido del 35%, cuando la expectativa a principios de noviembre era que sólo estuviera un poco por debajo.

Con respecto a 2020 el repunte es del 20%, pero hay que tener en cuenta que el año pasado había cierre de bares a las 11 de la noche.

Juan Rambla, presidente de la patronal de ocio nocturno Málaga de Noche, apunta a un descalabro similar al de la hostelería, aunque aún está pendiente de consultar con los asociados. “Ha sido un desastre; no queremos ni mirar los números”, afirma Rambla, quien recuerda que llueve sobre mojado, ya que el año pasado las discotecas y bares de copas tuvieron que cerrar sus puertas.

Tanto Frutos como Rambla aseguran que ya se empezó a notar una bajada de la afluencia de clientes en los últimos días del Puente y especialmente después. Las comidas de empresa no han existido y las cancelaciones de reservas han sido continuas.

En Nochevieja mucha gente ha preferido no ir a los cotillones con la entrada ya comprada

Frutos asegura que la sequía se notaba, sobre todo, entre semana y que en fin de semana se recuperaba algo la actividad gracias a las reuniones de amigos. La semana previa a la Nochebuena fue especialmente mala “porque el tiempo no acompañó (llegaron las lluvias) y por la cercanía de las comidas familiares”, dice Frutos. “A medida que avanzaban los días había más miedo y la gente no quería perder la oportunidad de celebrar las comidas de Navidad en familia y poder reunirse con sus mayores”, añade Rambla.

En el caso de la hostelería después de la Navidad sí se notó un cierto repunte, “aunque muy lejos de lo que fue 2019”. Y en el ocio nocturno la Nochevieja ha sido muy muy floja, y hay un fenómeno que da cuenta de ello: “Ha habido mucha gente que tenía las entradas compradas (para los cotillones) y no han acudido. Las han intentado revender porque no pensaban ir y buscaban recuperar el dinero”. Los locales que han podido salvar los muebles son los enfocados a turistas y a los más jóvenes, dos colectivos que sí salieron en mayor medida que el resto en la última noche del año.

Frutos y Rambla están de acuerdo en que “ahora viene lo más duro”, ya que enero y febrero no suelen ser meses muy boyantes. Esperan que la mejoría llegue en marzo, pero ese mes marca el comienzo de la devolución de los créditos ICO. “Muchos lo van a pasar mal para pagarlos”, afirma Cabrera, y Frutos asegura que “se van a intensificar las reuniones (con las administraciones) en los próximos meses” para “ayudar” a los que tengan más dificultades para abonar las cuotas.

Ni el representante de los hosteleros ni el del ocio nocturno esperan que salgan restricciones de la reunión del comité de expertos de la Junta de hoy lunes. “El presidente ya dijo que no habría ni cierre ni reducción de aforos y yo espero que esta sea la línea que se siga”, dice Frutos. El pasaporte Covid, afirman, es la medida oportuna mientras no se saturen los hospitales. La consideran un “mal menor” y admiten que en su aplicación hubo al principio “mucho descontrol” y que sigue habiendo “complicaciones”. “Pero gracias a él hemos conseguido seguir abiertos”, concluye Cabrera.

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