"Tendría que haber más hoteles que apostaran por los discapacitados"

Atesora una amplia experiencia profesional pese a su juventud que le lleva a apostar por un trato con el cliente diferenciado en todos los departamentos

Mónica Gimeno, en un momento de la entrevista.
Nuria Alonso / Fuengirola

27 de septiembre 2010 - 01:00

Hace escasamente un año Mónica Gimeno se hizo cargo de la dirección del hotel Confortel de Fuengirola. Esta joven profesional ha trabajado en hoteles de toda España hasta recalar en este establecimiento especial de la Costa del Sol, ya que cuenta con varias habitaciones adaptadas para discapacitados. Entre sus planes más inmediatos destaca "hacer todo lo necesario" para que el hotel de Fuengirola consiga lo antes posible el certificado de accesibilidad Aenor.

-¿Cuándo comenzó a trabajar en el sector turístico?

-Empecé en el departamento de animación, más concretamente en Barceló Hoteles de Palma de Mallorca. He estado trabajando en Canarias, Benidorm, Galicia… La cadena lo que hizo fue moverme en diferentes destinos para coger práctica. De ahí di el salto al sector comercial, también en Mallorca, y luego pasé a Marbella, que es donde entré en contacto con la Costa del Sol. Después comencé en el departamento comercial de Confortel en 2007, donde mi principal labor estaba vinculada a la contratación de touroperadores, agencias, relaciones públicas, grupos tanto nacionales como internacionales. Y hace un año accedí la dirección del Confortel.

-¿En qué situación se encontraba el establecimiento cuando llegó?

-Fuengirola es un mercado que estaba muy acostumbrado a tener hoteles muy batalleros, es decir, como Torremolinos. Nosotros hemos rescatado el hotel de ese tipo de mercado, ya que lo que pretendemos es posicionarlo como un hotel de ciudad cerca de la playa.

-¿Qué actuaciones se han llevado a cabo en el último año?

-Hemos invertido muchísimo este año en el hotel, puesto que, por ejemplo, hemos reparado la fachada, lo que ha ayudado a que el paseo marítimo de la zona está mucho más bonito. Además, hemos cambiado la cafetería del hotel, que ahora es mucho más clara, tipo Ibiza, al enfocarse al exterior. También hemos lanzado una promoción a la que hemos llamado platos locos a 9 euros con todo incluido y que ha sido todo un éxito.

-¿Qué características propias tiene este hotel que lo diferencia de los demás de la Costa del Sol?

-Intentamos que la gente cuando venga viva una experiencia, porque muchas veces los hoteles se olvidan de ello. Queremos que la gente sepa que está en un establecimiento de la cadena Confortel, por lo que además damos prioridad al trato con el cliente en todos los departamentos. Tenemos 180 habitaciones y queremos que el servicio sea personalizado y enfocado a las necesidades de cada usuario. Todo para que la gente diga que quizás no es el hotel más grande del mundo ni el más lujoso de la Costa, pero el trato es exquisito y sí que es el mejor.

-Además, el Confortel es bastante especial para los discapacitados, ¿qué servicios hay disponibles para este colectivo?

-Normalmente los hoteles tienen una sola habitación adaptada a discapacitados o dos, nosotros tenemos 16. En cada planta hay una habitación adaptada para que todos tengan la opción de ver las vistas. Ya dentro de cada estancia, el pasillo es más ancho que el del resto de las habitaciones para que no haya problemas con las sillas de ruedas, al igual que las puertas. Dentro del baño hay un lavabo especial para meter las sillas de ruedas, las duchas tienen sillas y el balcón cuenta con una rampa para acceder a la terraza. Hasta las perchas de los armarios y los teléfonos son especiales. La entrada del edificio cuenta con una rampa y además las puertas de los ascensores y los pasillos también son más anchos. Estas medidas se han llevado a cabo desde que se construyó el hotel, porque nosotros pertenecemos a la ONCE. Incluso tenemos gente que está trabajando con nosotros que son afiliados.

-¿Ha notado que estas personas vienen más al establecimiento por este tipo de características?

-Sí, vienen grupos expresamente a final de verano, en concreto desde octubre a abril. Son pequeños grupos de ciudades y pueblos que vienen a Confortel porque es como si estuvieran en casa. Tendría que haber más hoteles que apostaran por el colectivo de discapacitados.

-El turismo ha sido uno de los sectores más afectados por la crisis, ¿también se ha dejado notar en este establecimiento?

-El hotel ha notado la crisis muchísimo. Por ejemplo, las estancias anteriormente eran de 15 días, ahora son de una semana o un fin de semana largo de jueves a domingo. Los precios también han caído, aunque hemos intentado mantenerlos como el año pasado porque llega un punto en que tampoco puedes entrar en una guerra de precios y seguir bajando, puesto que al final no estás valorando lo que es el hotel. Hemos querido mantener el estándar y mantener una calidad y un servicio.

-¿Cuál es el perfil de sus clientes?

-En invierno muchísimo extranjero, como holandeses, finlandeses e ingleses. En verano cambia todo y llega el perfil nacional, sobre todo de Madrid y Córdoba, aunque tenemos también mucha gente del País Vasco. Nuestros clientes son sobre todo parejas o matrimonios con hijos. De hecho, nuestra ocupación ha estado este verano a un 85% de media, y el precio de 90 a 110 euros en julio y agosto. Ahora, en septiembre, la ocupación está más o menos igual, pero han bajado los precios un poco.

-¿Podría adelantar algunos planes de futuro?

-Esperamos que el precio pueda llegar a subir un poco o a mantenerse. Valorar el producto que tenemos, porque si seguimos bajando eso puede llegar repercutir en los servicios y nosotros queremos seguir dando importancia a la atención al cliente. Además, pretendemos adaptar una junior suite para que la gente tenga algo especial o ampliar un poco más la terraza de la cafetería.

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