"Es impensable que España pueda entrar en un corralito"
El máximo responsable de La Caixa en Málaga defiende la inyección de dinero público en los bancos y afirma que su entidad mantendrá todos sus programas sociales en la provincia, cuyo presupuesto es de 13,5 millones
La obra social, dicen en la entidad, es el alma de La Caixa como rezan en sus anuncios y en Málaga se puede decir que el alma es su delegado, Francisco Cornejo, con quien este diario ha tenido la oportunidad de conversar largo y tendido esta semana. La mayoría de colectivos sociales locales llaman a su puerta para poder ser incluidos en uno de los numerosos programas que desarrolla en Málaga con un presupuesto superior a los 13 millones de euros. Amable, extrovertido y sin esquivar ninguna pregunta, nos recibió en su despacho en la Alameda Principal.
-Creo que La Caixa es la primera fundación privada en España.
-La Caixa fue fundada en 1904 con el objetivo de promover el desarrollo de los territorios donde estaba implantada, atender las necesidades de las personas y evitar la exclusión financiera. La obra social es la esencia de la entidad. Nuestro presupuesto es de 500 millones de euros anuales y lo seguimos manteniendo a pesar de las dificultades que en este momento tiene el sector financiero. Eso nos ha permitido convertirnos en la primera fundación privada de España y una de las más importantes del mundo. Así devolvemos a la sociedad parte de los beneficios que generamos por la actividad financiera.
-¿Qué proyectos tienen en marcha en Málaga dentro de la obra social?
-El proyecto fundamental es Caixa Proinfancia. En 2012 vamos a dedicar a la provincia de Málaga un total de 13,5 millones de euros y vamos a tratar de fomentar el empleo, la lucha contra la pobreza y la exclusión social, o la atención de las personas con enfermedades avanzadas. Esas son las líneas prioritarias, pero luego hay muchas asociaciones que nos presentan sus propuestas. Nosotros hemos subvencionado 42 proyectos sociales en Málaga de este tipo.
-¿Qué es lo que priman a la hora de dar una ayuda?
-Queremos ser lo más objetivo posible y nombramos para cada programa a un jurado externo formado por personas de prestigio dentro de cada sector. Ellos revisan los proyectos y nos proponen cuáles deben subvencionarse en función de nuestro presupuesto. En cualquier caso, en cada programa hay unas bases a las que hay que ajustarse.
-Imagino que con la crisis habrá más peticiones, ¿se quedan muchas fuera?
-Por muy amplios que sean los recursos siempre son limitados. Muchos programas también se quedan fuera porque no se corresponden con los objetivos que perseguimos.
-¿Cuáles son las prioridades en Málaga?
-Tenemos un programa de inserción laboral para personas con dificultades para encontrar un trabajo llamado Incorpora. Tenemos una red con 58 técnicos en Málaga y el año pasado facilitaron el acceso al trabajo a casi 200 personas.
-¿Cómo funciona?
-Hacemos convenios con empresas y tratamos de conjugar sus necesidades con el perfil de estas personas que están en riesgo de exclusión social. Son ex presidiarios o personas que han tenido algún problema.
-Comentaba antes que el proyecto fundamental es Caixa Proinfancia. ¿Cómo se desarrolla?
-Es nuestro programa estrella en Málaga y su objetivo es mejorar la calidad de vida de los niños en riesgo o situación de pobreza, junto con sus familias. Lo hacemos a través de algunas asociaciones aunque el presupuesto corre de nuestro cargo. En 2011 atendimos a 7.000 niños. Les pagamos la ropa, el calzado, las gafas, el material escolar, alimentos, les damos refuerzo escolar después de clase... Es un programa muy completo para darle a estos niños la posibilidad de desarrollarse y romper ese círculo vicioso de familias pobres que no pueden mejorar.
-¿Desde cuándo hacen este programa?
-Llevamos varios años y se nota el resultado. Le dedicamos unos 11 millones de euros y lo hacemos, sobre todo, en la capital porque es donde se aglutinan las mayores bolsas de pobreza. En los pueblos las familias y la sociedad suelen ser más acogedoras mientras que en las ciudades somos más anónimos, parece que nos importan menos las personas. Vemos a alguien tirado en el suelo y casi nos molesta.
-Hablaba usted también de otras líneas de ayuda.
-Sí. Atendemos a personas con enfermedades avanzadas a través de Cudeca y el año pasado se apoyó a 261 pacientes y 659 familiares, porque hay que tener en cuenta que muchos de esos familiares necesitan ayuda psicológica. Tenemos otro programa de envejecimiento activo y saludable en 10 centros conveniados con administraciones de la provincia. Otro punto importante es que intentamos garantizar el acceso a la vivienda a través de la obra social. El año pasado pusimos a disposición de los malagueños 40 viviendas con un alquiler mensual que oscila entre los 85 y 150 euros que lógicamente está subvencionado por nosotros. La demanda es masiva y los sorteamos entre las personas necesitadas.
-¿Tiene La Caixa mucha vivienda en 'stock' en Málaga procedente de promotoras morosas?
-No. Tenemos algunas viviendas de este tipo pero las estamos vendiendo con facilidad porque las ponemos a precios razonables.
-¿Por qué está apuesta social por Málaga siendo La Caixa una entidad foránea?
-Málaga es la sexta ciudad de España por número de habitantes y nuestra presencia como entidad es bastante importante. Algunos competidores usaban como eslogan que nosotros nos llevábamos los recursos a otras zonas de España y es todo lo contrario. En Andalucía hemos invertido mucho más que los recursos que hemos obtenido y nuestro programa social es potentísimo.
-¿Se van a mantener estas ayudas con tanta fusión, exigencias de provisiones, etcétera?
-La idea es mantenerlo. Cuando se hace un programa y hay un compromiso como el de Caixa Proinfancia es por varios años. Si solo ayudamos a un niño un año no se rompe ese círculo vicioso del que hablábamos antes. El resto de programas también los seguiremos manteniendo.
-¿Cuál es el proyecto que más le ha conmovido desde el punto de vista personal?
-El que más he visto y más me ha emocionado ha sido el de vivienda asequible. La entrega de llaves fue muy emotiva. También tenemos un programa de becas a reclusos que están a punto de salir para formarlos en un oficio e incluirlos en el programa Incorpora. Les damos cursos de panadero, camarero, etcétera y la entrega de diplomas también es muy emotiva porque, curiosamente, son personas muy agradecidas.
-Desde el punto de vista financiero, ¿qué presencia tienen en Málaga?
-Nuestra delegación general es de Málaga, Córdoba y Melilla y no tengo los datos por separado. En total tenemos 680 empleados y 270.000 clientes. Sí le puedo concretar que en Málaga tenemos unas 90 oficinas y se van a aumentar.
-¿Se van a aumentar? El sector normalmente está cerrando.
-Sí, nosotros cerraremos algunas y abriremos otras por las fusiones. Nos vamos a fusionar por absorción con Banca Cívica.
-Tienen la parte catalana y, ahora, también sevillana con Banca Cívica. ¿Cree que les puede perjudicar en esa continua pugna entre Málaga y Sevilla?
-No. Yo soy de Medina Sidonia, un pueblo de Cádiz, y en mi equipo no tengo ningún catalán. La organización es de origen catalán pero en la dirección en Andalucía no hay ningún catalán. El director territorial es gaditano, un delegado general es de Córdoba, otro delegado es de Granada y yo soy de Cádiz aunque me siento malagueño porque llegué aquí en el año 1993.
-Cambiando de asunto, el premio Nobel de Economía en 2008 Paul Krugman ha dicho esta semana que en España podría haber un corralito en breve. ¿Puede pasar?
-Cuando se lee la prensa o se escucha a los tertulianos en la radio parece que el mundo se hunde. Yo ya no sé si España está peor que Italia, Italia peor que Grecia, Grecia peor que Portugal... Todos los países periféricos europeos estamos en una situación de endeudamiento elevada y, por lo tanto, en serias dificultades. Es impensable que España pueda entrar en un corralito. Eso ocurre en sociedades poco avanzadas y con poca ayuda. Yo no veo ninguna posibilidad. Es más, en España ha habido bancos en crisis y, salvo entidades que no eran bancarias como Forum Filatélico, nadie ha perdido un euro en este país manteniendo sus depósitos en los bancos. No creo que hayacorralitobajo ningún concepto.
-También es cierto que nunca ha habido una crisis como ésta. Los expertos dicen que está siendo la más fuerte de todas.
-Es cierto que es la más fuerte de todas pero el sistema financiero español se ha reestructurado en un tiempo récord y al final van a quedar pocas entidades pero muy potentes.
-Ese es el mensaje que se quiere transmitir pero no dejan de aparecer noticias sobre la necesidad de inyectar dinero público en los bancos. A la sociedad le enfada que le recorten la sanidad o la educación e inviertan ese dinero en Bankia.
-Lo que es curioso es que se meta a todo el sector financiero en el mismo saco. Es como decir que toda una sociedad está enferma. Los que están enfermos están en el hospital y los que están sanos están en la calle. Efectivamente hay entidades que están enfermas y necesitan un tratamiento terapéutico y eso es a base de dinero. En España hay entidades muy serias, sólidas y rentables que son los que van a ser al final las cabeceras del sistema financiero español.
-¿Le parece bien que se inyecte dinero público en los bancos?
-El sistema financiero es la columna vertebral de todo el sistema productivo de un país. Es muy difícil que un país se desarrolle sin un sistema financiero sólido. El apoyo a los bancos ha sido para proteger a los clientes de esos bancos y los directivos que han llevado a esos bancos a la crisis se han quedado en el paro.
-Bueno, en el paro pero cobrando importantes cantidades por sus despidos.
-Eso es muy llamativo cuando hablamos de los número uno de las entidades pero en todos esos bancos hay directivos medios que probablemente también han perdido su empleo o el arraigo social que tenían porque les han trasladado de golpe y porrazo. También hay dramas humanos dentro de este sector. Quiero recordar que en España también se ha inyectado mucho dinero público en otros sectores aunque no es tan llamativo como cuando se hace en el sector financiero porque parece que ahora somos los culpables de todos los males que ocurren en el mundo. Hay una parte que puede ser verdad y otra que se magnifica. Hay empresas que han sobrevivido los últimos 20 años porque se les ha metido dinero público aunque eso atenta contra la libertad de mercado y la competencia.
-La prima de riesgo está otra vez en récord. Nadie quiere hablar de intervención pero la sombra siempre está ahí.
-La prima de riesgo es tan preocupante que no se puede sostener en el tiempo. Los presupuestos del estado español no se pueden permitir una prima como la que estamos teniendo y entiendo que, si la Comunidad Europea toma decisiones, los mercados se irán aplacando. Al final todo es una cuestión de desconfianza hacia España que me parece lógica porque unos políticos dicen que hay que ahorrar y otros dicen lo contrario. Lo primero que tenemos que hacer los españoles es ponernos de acuerdo y, a partir de ahí, transmitiríamos una sensación de confianza a los mercados.
-Hay personas que piden que se vuelva a la peseta, ¿qué opina usted?
-Sería un drama. Si devalúan la peseta te empobreces como país. Tendríamos mayor competitividad en el exterior pero los que viviéramos en España las pasaríamos canutas.
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