Las esperadas precipitaciones hicieron su efecto en la sexta jornada de extinción del incendio forestal en Sierra Bermeja declarado el pasado miércoles, que acompañaron en la noche de ayer martes a sofocarlo hasta el punto que la dirección del Plan Infoca ha decretado que el fuego está controlado.

Así, la lluvia ha sido un factor determinante para poner freno a este devastador incendio, que ha arrasado 9.6370 hectáreas, y que según ha declarado este martes el subdirector del Centro Operativo Regional (COR) del Infoca, Alejandro García, es uno de los fuegos “más largos y más duraderos, pero sin duda es uno de los más complicados, por no decir el más complicado de los que hemos tenido no solo en Andalucía, sino en España en los últimos tiempos”.

Sobre el terreno permanecen 253 efectivos de los que un centenar son bomberos forestales, el resto son Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Epes, agentes medioambientales, sanitarios y de Protección Civil, así como operan 10 medios aéreos. Tras el control de las llamas, se ha activado el nivel 0 del Plan Infoca, lo que ha provocado la retirada de “la mayor parte de las unidades, puesto que “el incendio está controlado” como la desactivación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y el repliegue progresivo de los efectivos participantes en el dispositivo procedentes de otras comunidades autónomas, así como el desmantelamiento del Puesto de Mando Avanzado que se había instalado en el Palacio de Congresos de Estepona. En el terreno “se quedan los responsables del Infoca provincial en los trabajos que quedan”, ha recalcado García.

Mapa del área de Sierra Bermeja afectada por el incendio.

Las labores para extinguir completamente el fuego continuarán durante varias semanas después de que a las 6:45 horas de este martes quedara controlado el fuego y el Infoca ha iniciado el Plan de liquidación. "Nos quedan aún puntos calientes y van a salir, y cuando pase la lluvia y salga el sol saldrán más", advirtió el director de Extinción del Plan Infoca, Juan Sánchez.

Sobre la madrugada del martes, ha recordado que a las 00.00 horas el frente de llamas que quedaba era "muy pequeño pero muy virulento en la zona de Casares". Sobre las 01.00 horas comenzó a llover, aludiendo en este punto a una viñeta en la que aparece "un bombero que parecía un ángel que habría el grifo de una nube. Poco más puedo decir", ha relatado visiblemente emocionado.

Según ha precisado, los árboles centenarios que había en el terreno tenían unas raíces muy grandes, "y esas raíces van a estar ardiendo durante mucho tiempo", por lo que será "un trabajo duro pero llevadero, no como lo sufrido esta semana".

La diferencia es que, cuando ya está controlado, el perímetro ya no avanza y no hay un riesgo real de que evolucione a otro incendio, pero hay que seguir trabajando en el perímetro buscando puntos calientes", ha declarado. 

Debido a ello, durante varios días los medios aéreos seguirán echando agua en las zonas más peligrosas, que siguen trabajando ocho helicópteros semipesados, dos pesados (de transporte) y el de mando y control para toda la supervisión de la operación. 

En el plan de liquidación actualmente hay cinco grupos de intervención de tres retenes cada uno y un camión autobomba, aproximadamente cien personas en dos turnos, por tanto, son doscientas personas, incidió el responsable del Infoca. 

Evolución de de la superficie quemada en Andalucía.

Sobre el pinsapar, ha detallado que los pinsapos más adultos “se han salvado en su mayoría y todos los pinsapos mezclados con pinos están más afectados”, por lo que habrá que valorarlo in situ para comprobar las pérdidas. No obstante, ha señalado que “sigue siendo una isla verde siempre del negro generalizado de la sierra”. 

El luto a Carlos Martínez, el Bombero de 44 que perdió la vida mientras realizaba labores de extinción, llega tras controlar el fuego.  "Teníamos que apagar el incendio y luego llorar a nuestro compañero. Cuando un bombero o cualquier servidor muere en acto de servicio es un acto de orgullo para todos y una pena terrible", ha resaltado. Los compañeros han declarado que están "rotos pero al pie del cañón y defendiendo el patrimonio andaluz forestal, que era lo que Carlos ansiaba y apasionaba", porque han perdido a "un gran profesional, a un compañero y a un amigo".

El suceso ha dejado estampas tan peculiares como el ordenamiento de una confinación de varias poblaciones del interior occidental de Málaga, muy acordes con los tiempos de pandemia que se viven actualmente; para proceder a su desalojo días después como ha sido el caso de Faraján Pujerra, Jubrique, Júzcar, Alpandeire y Genalguacil, pudiendo regresar los 250 evacuados de este último este martes a sus viviendas.

El resto, lo hicieron ayer lunes tras autorizar por la noche su regreso, mientras que el pasado domingo se levantó la orden para más de un millar de las localidades de Estepona y Benahavís. En total, el fuego se ha saldado de momento con el desalojo de 2. 670 personas de los municipios mencionados desde el pasado jueves, y que tras declararse el incendio como controlado ya todos han podido retornar a sus casas, con especial hincapié en el realojo de personas con movilidad reducida con un dispositivo especial.

Además, ya están abiertas las carreteras que permanecían cerradas como consecuencia del incendio, entre las que se encuentran la MA-8301, MA-8302 y MA-8304.

La investigación de los orígenes del incendio continúa su curso, y la Junta de Andalucía va a abrir "una batalla" para modificar el Código Penal y que se endurezcan las penas contra los pirómanos tras este incendio "clarísimamente intencionado", que ha sido provocado "con muy mala baba, con la intención de hacer el mayor daño posible", según ha declarado hoy el presidente de la Junta, Juanma Moreno.

El Gobierno andaluz presentará "en los próximos días" un paquete de ayudas para recuperar la zona afectada por "uno de los incendios más complicados y peligrosos de la historia de nuestro país", según ha avanzado el portavoz de la Junta, Elías Bendodo, quien ha garantizado que los causantes del fuego "van a terminar detenidos y en la cárcel, que no haya dudas".

El representante andaluz ha señalado que además se está trabajando ya en el inicio de las labores de emergencia, reforestación y recuperación de la zona, aunque ha recordado que "lo que toca" ahora es extinguir el incendio, algo que va a llevar "bastantes días". 

Bendodo ha señalado que se trata de "uno de los incendios más complicados y peligrosos de la historia de nuestro país", ya que ha sido "un incendio nuevo, distinto, con autonomía propia de avance ajena al comportamiento del viento". Por ello, ha advertido de que estos fuegos de sexta generación "vienen para quedarse" por el cambio climático y la despoblación rural, que suponen que el campo está más abandonado, por lo que son mucho más agresivos que los conocidos hasta ahora. 

El de Sierra Bermeja ha sido el primer incendio catalogado en la Península Ibérica como "de sexta generación", más peligroso que los incendios corrientes, entre otras cosas por la aparición de pirocúmulos o nubes de humo que se condensan sobre el fuego al ascender el aire caliente con vapor de agua y cenizas y, si llegan a desplomarse, el efecto es "como si lloviera fuego", según el jefe de la Unidad de Defensa contra Incendios Forestales de Murcia (UDIF), Manuel Páez.

Este tipo de catástrofes genera consecuencias psicológicas como ansiedad, miedo a volver a casa, inseguridad y llanto, señaló a Efe la coordinadora de la Sección de Psicología de la Intervención en Catástrofes en Málaga, dependiente del Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental, Lidia Lozano.