El fuego del incendio de Sierra Bermeja continúa actuando con virulencia en el término municipal de Casares, en la zona colindante con Genalguacil. Allí, el viento ha comenzado a soplar con fuerza y ha impedido que puedan controlarse las llamas: "Esta mañana se consiguió estabilizar en la zona del polígono, pero todos los trabajos se están enfocando en la parte de arriba, ya que con el viento cabe la posibilidad de que avance por el norte hacia Genalguacil y Casares", explica José Carrasco, alcalde de este último municipio.

Asegura que, en la zona más elevada del pueblo, están trabajando los operativos con maquinaria pesada, medios aéreos, además de la UME y el Plan Infoca: "Queremos mandar un mensaje de tranquilidad. Es verdad que entre los vecinos hay cierta inquietud, pero no hay un riesgo previsible", subrayó.

Los efectivos del Plan Infoca, junto con la Unidad Militar de Emergencias y los Bomberos desplegados para sofocar el incendio de Sierra Bermeja han establecido, alrededor de las 19:30 horas de este lunes, una “línea de defensa” para “evitar que las llamas sigan avanzando hacia el municipio de Casares”, según ha informado el servicio de extinción andaluz en la red social Twitter.

Según han señalado, esta línea de defensa “es un descarnado en la tierra para que el fuego no pase”, la cual “se ha hecho a muchísima distancia del municipio de Casares”, siendo en estos momentos “el fuerte viento de levante el mayor de los enemigos”. Han explicado que esta herramienta de protección es muy “habitual en un incendio” y sirve para que “no pase el fuego” y, en caso de que ocurra, “ser un sitio de protección para las brigadas de extinción”.

Juan Sánchez, director del COR del Infoca, explicó esta mañana que la zona de más actividad que estaba generando más humo se encontraba en el término municipal de Casares, pero que no había un riesgo inminente de afectar a la población: "Tendrían que cambiar mucho las circunstancias", mantenía.

Esperan poder tener estabilizado el incendio en los próximos días, pero la lluvia no va a ser suficiente para acabar con el fuego: "Si tuviésemos el frente de borrasca que va a entrar por el noreste de España, sí podría apagarlo, pero la altura y la intensidad impide que se pueda apagar con el agua del cielo". Sin embargo, la presencia de precipitaciones sí que puede ayudar a que se acorte el plazo de extinción, una vez que esté estabilizado.

Por otra parte, continúan los operativos en Júzcar. Según fuentes consultadas desplazas por el terreno, llevan trabajando de esta mañana en esa zona, desde la que "solo se divisa una parte del fuego". Cuentan que, pese a que el el viento es fuerte y, la presencia de una zona labrada está ayudando a "parar algo las llamas".