El valiente Manuel García Troya se subirá este próximo fin de semana a los lomos de la motocicleta eléctrica que ha diseñado y construido junto a sus compañeros de la Escuela de Ingenierías Industriales. Tendrá que poner el prototipo a 180 kilómetros por hora para intentar ganar a los 27 equipos internacionales inscritos en esta categoría de la competición. La batería tendrá que aguantar las siete vueltas, unos 40 kilómetros, del recorrido de Motorland en Alcañiz. Pero no sólo eso. También se medirán otros parámetros, todos los que ha debido de tener en cuenta el grupo de 25 estudiantes para crear, diseñar y fabricar desde cero un vehículo que, además de funcionar, tiene que codearse con los mejores. Con este producto, presentado ayer en la escuela, el UMA Racing Team participa en la quinta edición de Motostudent.

Tutorizados por dos profesores del área de Ingeniería Mecánica, los alumnos llevan un año y medio trabajando en la motocicleta, en cuya realización se han sumado otras áreas, desde la electrónica y la mecánica de fluidos al desarrollo empresarial del producto. "Para los estudiantes supone un reto de diseño, de fabricación y montaje, de solventar problemas y usar nuevas tecnologías", explicó ayer Juan Jesús Castillo, uno de los tutores del equipo. Y subrayó que una parte importante es "liderar un producción industrial, crear una empresa, diseñar una cadena de montaje y la viabilidad de la producción". Y, entre los puntos más destacados, se encuentre "la convivencia, el trabajo en grupo, el saber colaborar con compañeros, con profesores para hallar soluciones a los problemas que se presentan", añadió Castillo.

El prototipo ya se ha probado con buenos resultados en el circuito de Almería. "Había que ver la autonomía de la batería, la suspensión, el comportamiento dinámico, la comodidad del piloto, todo", señaló el profesor, orgulloso de sus alumnos. Juan Carlos Artacho, graduado ya en Ingeniería Mecánica ha sido el teamleader. "Lo más complicado ha sido la batería, que está dimensionada para la carrera, que son siete vueltas", comentó ayer Artacho. "También tener todo a tiempo según los plazos que va marcando esta competición internacional que se inició en 2009 y en la que ya participan más de 70 universidades de todo el mundo.

"También ha sido difícil el montaje, porque ahí es donde ves los problemas y tienes que resolverlos", indicó Artacho. Su compañera María del Mar González, que cursa el doble grado de Ingeniería Mecánica e Ingeniería de Diseño Industrial, aseguraba que "es un proyecto muy completo, partimos desde cero y abarca todos los ámbitos, es lo más parecido a trabajar que hemos hecho hasta ahora, hemos tenido un presupuesto y hemos contactado con proveedores y empresas".

Esta condición multidisciplinar es lo más destacable del proyecto, desde el punto de vista académico, según destacó el director de la Escuela de Ingenierías Industriales, Alejandro Rodríguez. "Como proceso formativo me parece de un valor incalculable, se enfrentan a problemas reales para hacer algo físico y que funcione", destacó Rodríguez y elogió esta competición que supone "invertir completamente la docencia" dotándola de una parte práctica mucho mayor a la carga lectiva. El vicerrector de Innovación Social y Emprendimiento, Rafael Ventura destacó lo fácil que es sumarse al UMA Racing Team "porque reúne todos los argumentos positivos que pueden valorarse, formativo, multidisciplinar, académico... es competencialmente muy rico y comporta grandes valores interpersonales y de negocio". Ahora toca hacerlo rodar y volver a traer a Málaga éxitos como los de ediciones anteriores.