La tormenta de la pasada madrugada ha afectado también a algunos templos de la capital y ha dificultado el desarrollo de la romería de la hermandad de la Alegría, que durante la noche se encontraba en el parque homónimo en el distrito de Ciudad Jardín.

El sacristán de la parroquia de San Felipe Neri era, según indicó el Obispado, el primero en dar la voz de alarma sobre la inundación de la cripta del templo, rehabilitada en 2011. El atasco en las salidas de aguas pluviales de la iglesia y el instituto Vicente Espinel, edificio colindante, provocó el acceso de las precipitaciones a este espacio. El propio párroco, Alejandro Pérez Verdugo, y algunos feligreses acudieron al templo para ayudar a desalojar el agua.

Igualmente, la parroquia del Sagrario ha tenido que ser cerrada al público por desprendimientos en el interior del mismo, obligando a trasladar a la Catedral las celebraciones previstas en este templo. El edificio cuenta con filtraciones de agua a través de la grieta de sus muros y cubiertas.

Los hermanos de la cofradía de la Alegría, ubicada en la parroquia de la Divina Pastora, vivieron además una noche bajo la tormenta en el parque donde se desarrolla su romería anual. El concejal del distrito Ciudad Jardín, Avelino Barrionuevo, aseguró que los peregrinos se encontraban bien y no habían sufrido deterioro alguno en la imagen de la Virgen.