Una investigación de CCOO cuestiona que se dieran cursos millonarios a Vértice

La federación nacional de hostelería de Comisiones Obreras (Fecoht) quebró, el sindicato realizó una investigación interna para intentar aclarar lo sucedido y en sus conclusiones vincula al grupo malagueño de formación Vértice con el desastre económico de esa rama, que provocó, entre otras cosas, dos expedientes de regulación temporal de empleo en 2012 y 2013 y la destitución del secretario general de Fecoht, Javier González Martino.

Esta división sindical recibió 55 millones de euros de subvenciones finalistas, principalmente estatales, en los años 2010, 2011, 2012 y 2013 para realizar cursos de formación. La práctica habitual es que se contrate a una empresa especializada para dar los cursos. El informe, que fue realizado en julio del año pasado pero que acaba de ser dado a conocer a través de un buzón llamado filtrala.org, detalla que el grupo malagueño Vértice fue el adjudicatario a través de sus empresas Iafi e Ide, recibiendo 41,3 millones de euros procedentes de las subvenciones estatales. La comisión de investigación de CCOO señala en el informe que ese dinero representa el 85% del importe concedido, cuando el sindicato podría haberlo reducido hasta el 76% y quedarse con más dinero para uso interno y paliar su maltrecha economía. "Existe un diferencial del 9%, lo que en valores absolutos suponen más de 3,6 millones de euros de diferencia", reza el informe, que añade que otras organizaciones del sindicato "no sobrepasan en ningún caso los cinco puntos porcentuales". "Fecoht arrastra una situación económica adversa desde antes del ejercicio 2010 que se recrudece enormemente desde ese ejercicio, donde se cierra por primera vez con unas pérdidas de más de 1 millón de euros, lo que hace que al cierre de ese año Fecoht presente por primera vez en su historia un patrimonio neto negativo (situación de quiebra técnica)", subrayan. Los miembros de la comisión de investigación relatan en su informe que "aplicando una mínima lógica económica, parece apropiado pensar que desde el cierre del ejercicio los responsables de la organización debieron comenzar a buscar soluciones económicas que revirtiesen ese patrimonio neto negativo", y entienden que Fecoht tendría que haber "renegociado los contratos de formación con el Grupo Vértice" al 76 o al 80%, como otras ramas del sindicato.

Por otra parte, el informe indica que la comisión constató que, en ese momento, "el Grupo Vértice tiene entre su plantilla a dos hijos; uno del antiguo secretario general de Fecoht [Javier González Martino] y otro del último secretario de formación [Tomás Valencia]". En sus conclusiones, CCOO destacó la "práctica heterodoxa de negociar porcentajes que han perjudicado sistemáticamente al sindicato y han beneficiado a las empresas externas que han cubierto estos servicios de formación. Esta comisión no puede señalar si ha sido una práctica dolosa pero en todo caso ha perjudicado y empobrecido objetivamente a la extinta Fecoht". También abre la vía a emprender acciones jurídicas aunque, un año después, el sindicato dirigido por Ignacio Fernández Toxo no ha tomado ninguna medida.

Fuentes del Grupo Vértice niegan haber cometido ninguna irregularidad y aseguran que este informe se debe a una "guerra interna" en el sindicato. Estas fuentes explican que "la adjudicación de los cursos fue un concurso público, nosotros licitamos todos los años y en este caso ganamos", justificando esa mayor cantidad de dinero percibida en una mayor calidad de los cursos. "Éramos los más caros pero éramos los mejores. Es nuestro precio para dar una formación de calidad y si no lo quieren perdemos el concurso y ya está", indican desde Vértice, desde donde recuerdan que no renegociaron el porcentaje "porque eso significa dar menos calidad y para eso preferimos no hacerlos". En la empresa afirman incluso que, una vez quebrada Fecoht, CCOO le ha dado los cursos de formación durante los dos años siguientes "en las mismas condiciones".

En el grupo malagueño reconocen que se contrató a dos familiares de los exdirectivos -uno de los cuales sigue en la empresa-, pero niegan que tenga ninguna relación con la firma del contrato. "Tenemos la norma interna de, en igualdad de condiciones y con buenos currículos, contratar a personas que sean conocidas dentro de la empresa y estas dos personas tenían unos currículos muy buenos".