La investigación que se está realizando en torno al incendio de Sierra Bermeja, declarado el pasado miércoles en el término municipal de Pujerra y que aún continúa activo, apunta a que se desencadenó por un accidente durante unas tareas de mantenimiento de la finca La Resinera, según ha informado el fiscal de Medio Ambiente. 

Tras la práctica de las diligencias imprescindibles, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil confirma que las primeras hipótesis apelan a la imprudencia como causante del incendio y descarta que haya indicios de que pudiera ser intencionado.

Las pesquisas continúan pero los agentes consideran que pudo deberse a dichos trabajos de mantenimiento en una finca y los investigadores tratan de dirimir ahora si antes de empezar las tareas de mantenimiento se tuvieron en cuenta las condiciones meteorológicas.

Los agentes intentan también averiguar cuántas personas pueden haber intervenido en los hechos y el grado de implicación de cada una de ellas. Además han subrayado que aunque no hubiera intencionalidad en cometer el incendio, los hechos pueden ser constitutivos de delito si cometieron una mala acción así como si no tuvieron en cuenta las condiciones meteorológicas. 

Con todo ello, el fiscal aclara que incendio no guarda relación con el que aconteció el año pasado en el mismo paraje, "ni por su naturaleza ni por su autoría", ha apuntado. Cabe recordar que el fuego que se produjo el pasado septiembre arrasó casi 10.000 hectáreas y también obligó al desalojo de numerosos vecinos de distintos municipios cercanos. La investigación de este suceso también sigue abierta, ya que aún no se ha identificado al autor o autores del delito, aunque el fiscal apunta que fue "intencionado".

El fuego que se desató el pasado miércoles a las 15:04 en el paraje de La Resinera, en el término municipal de Pujerra, se encuentra estabilizado desde el viernes pero todavía no ha sido controlado. En la jornada de este martes trabajan sobre el terreno 62 bomberos forestales, un técnico de operaciones, dos agentes de medio ambiente y tres vehículos pesados. Todos ellos tratar el “enfriamiento de los puntos calientes” que hay repartidos en todo el perímetro del incendio, que de momento se calcula una estimación de 3.500 hectáreas quemadas, según informan desde el Infoca.

Respecto a los tres bomberos que resultaron heridos el pasado jueves, el más grave con quemaduras ya ha sido dado de alta del Hospital Universitario del Rocío en Sevilla, el otro más leve también con quemaduras está en su domicilio y le que se intoxicó por humo ha vuelto al trabajo.

El incendio forestal de Sierra Bermeja también afectó al municipio de Benahavís, siendo evacuados los residentes de las urbanizaciones Montemayor, Marbella Club y Benahavís Hill, a los que se sumaron horas después los habitantes de la localidad ante la cercanía de las llamas.

En la madrugada del jueves se procedió igualmente al desalojo de seis viviendas de un núcleo de diseminados de la zona de Velerín Alto, en el término municipal de Estepona, dejando como resultado en torno a los 2.000 evacuados a causa de la proximidad del fuego, aunque no se ha lamentado en el suceso la pérdida de vidas humanas. A través de un autobús habilitado para tal efecto y en vehículos particulares, los desplazados viajaron hasta el municipio de San Pedro Alcántara, donde se dispuso una carpa, para pasar la noche. 

Dentro de este lamentable marco surge una curiosidad y es que el lugar en el que se originó el incendio la semana pasada recibe el nombre de La Resinera, una finca que llegó a pertenecer al coronel libio Muammar Gadafi. Este planeaba construir un ambicioso proyecto inmobiliario, que no consiguió la aprobación del organismo público.

En las 6.500 hectáreas en las que se extiende La Resinera, Gadafi pretendía construir un complejo residencial de casi 2.000 viviendas, un campo de golf de 18 hoyos y un hotel. Este proyecto fue presentado a la Concejalía de Urbanismo de Benahavís a principios de febrero de 2011, unos días antes de que comenzaran las revueltas en Libia.

La Resinera era en 2011 la mayor finca de la Costa del Sol y se extiende por los municipios de Benahavís, Estepona, Pujerra y Júzcar. De las más de 6.000 hectáreas que la engloban, solo 500 eran urbanizables, las comprendidas entre Benahavís y Estepona, ya que el resto se encontraban protegidas por su alto valor ambiental. El régimen libio tenia la potestad en el terreno desde 1995, cuando la el banco público del país, Lybian Foreign Bank (Forebank), lo adquirió.