El investigador del King College Salvador Díaz, alumno de honor

Recuerda a tres profesores de Bachillerato como figuras esenciales de su personalidad y carrera científica

Alfredo Blanes, Salvador Díaz y Carlos de las Heras, ayer, al término del acto.
E. M. Málaga

20 de mayo 2014 - 01:00

La Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad de Málaga, presidida por el vicerrector Carlos de las Heras, nombró ayer al investigador Salvador Díaz Cano miembro de honor en un almuerzo coloquio en el que el experto en patología molecular del King College de Londres hizo un repaso de las cualidades y casualidades que forjan una carrera científica. Previamente el catedrático de Anatomía Patológica de la Universidad de Málaga Alfredo Blanes recordó a su antiguo alumno "sentado en la segunda o tercera fila junto al pasillo, siempre atento" que llegó a acumular 16 matrículas de honor y 17 sobresalientes, además de los premios extraordinarios de licenciatura y doctorado.

El catedrático también lamentó que Díaz Cano sea uno de esos cerebros que salieron a otros países para mejorar su formación y que después no han podido regresar "porque las rigideces del sistemas entorpecen, dilatan o impiden la vuelta".

Salvador Díaz Cano, que todavía mantiene su vínculo con la Universidad de Málaga como profesor visitante y miembro de un grupo de investigación, se remontó durante su intervención a su adolescencia en el Instituto Número 1 de Fuengirola, porque es en ese periodo cuando "empiezan las inquietudes" que forjan el camino y la personalidad. Recordó a su profesora de Filosofía, Mercedes Auzmendi, porque le abrió las puertas del pensamiento crítico, al sacerdote Juan Jiménez, porque fue quien le enseñó que ningún sueño por grande que sea es imposible, y al profesor de Biología, Norberto Ruiz, porque fue el responsable de que después estudiara Medicina.

El investigador reivindicó la visión humanística porque "muchas veces da ideas que resuelven los temas científicos" y subrayó cómo pequeños acontecimiento van modelando el camino: un periodo de laboratorio que inicialmente iba a ser de dos meses y terminó siendo de dos años. Una estancia en Boston que se vio alterada al restringirse las cuotas para extranjeros al cambiar la mayoría en el Congreso estadounidense, provocó que siguiera su carrera académica en Munich y, finalmente, su salto al King College de Londres en 1998.

A lo largo de este recorrido no solo las moléculas y la investigación sobre el cáncer han completado su patrimonio, también la cultura aprehendida en cada lugar. Desde "los brains storming" o tormentas de ideas tan frecuentes en la cultura estadounidense hasta la milimétrica organización y coordinación alemana donde la unión entre los centros de "investigación, asistenciales y la universidad es estricta". La última aportación ha sido el trabajo en red a través de "estructuras virtuales, en la que no hay edificios sino una visión funcional, organizativa y coordinada a distancia". En su opinión, la clave de su carrera están en el trabajo, la constancia, el anhelo y afán, la autonomía y la familia.

Salvador Díaz Cano pronosticó que la medicina personalizada, a la que se llegará a través del conocimiento genético de cada individuo, está todavía en "mantillas", pero sugirió la velocidad con la que se ha recorrido el camino hasta ahora, puesto que no fue hasta 2000 cuando se secuenció por primera vez el genoma humano.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último