El juez Calatayud, sobre el crimen en Capuchinos: "Ahora los chavales llevan navaja para defenderse"

Desde su retiro en Granada, el ex juez de menores Emilio Calatayud (Ciudad Real, 1955) atiende a Málaga Hoy al teléfono para hablar del crimen en Capuchinos donde un joven de 21 años perdió la vida tras ser presuntamente apuñalado en la mañana del pasado domingo. "La mayoría de edad se coge a los 18 años. Para lo bueno y para lo malo. Ya tienes 18 años. Las has hecho, a pagarla. La ley de la botella, el que la tira va a por ella. Si los políticos quieren endurecer las penas, para eso están. A los jueces no nos consultan", critica con vehemencia.

Según Calatayud, "la sociedad está muy mal". "La educación es pésima, los padres están ausentes y las escuelas no valen para nada. Se aprueba por ley. La autoridad se ha perdido. Cada uno hace lo que le da la gana. Recogemos lo que hemos sembrado", advierte mientras pone el ejemplo de las Cortes, "cada vez con políticos más ignorantes". El ex magistrado, conocido por sus sentencias pedagógicas, cree que lo sucedido en el barrio malagueño tiene "su origen en la educación" y en que "los padres ya no pueden corregir a sus hijos hoy día". "¿Qué poder sancionar tienen los padres hoy día?", se pregunta.

El Juzgado de Instrucción número 12 de Málaga, en funciones de guardia de detenidos, acordó este martes el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de los dos jóvenes amigos de 23 años arrestados como presuntos autores de la muerte de otro, de 21, a puñaladas en Capuchinos. Los arrestados están siendo investigados por los supuestos delitos de homicidio y tenencia ilícita de armas. "Antes el obrero se llevaba una navajilla para tomarse el bocata. Ahora los chavales llevan la navaja para defenderse. ¿Defenderse de qué? Las armas las carga el diablo. Además como todo se compra ya por internet...", advierte.

Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, pidió esta semana endurecer las sanciones contra esas conductas y reclamó al Ministerio del Interior una campaña para sancionar a jóvenes que lleven armas blancas después de este último apuñalamiento mortal en Málaga. "No existe responsabilidad ninguna, ni de los políticos ni de nadie. Cada uno hace lo que le da la gana. Los políticos que cambien las leyes. Como no se ponen de acuerdo en nada", reprocha Calatayud.

El presidente andaluz aludió a su juventud, cuando se hacían "chequeos e identificación" y, si se descubría a un joven con un arma blanca, se le sancionaba, esa multa llegaba a los padres, se retiraba el arma y se hacía "pedagogía". También lamentó que actualmente "son muchos los jóvenes que ahora tienen la moda de llevar una navaja" y recordó que lo único que puede pasar cuando portas un arma blanca "es que la saques", que si estás "con dos copas y caliente" la uses y que arrebates la vida a persona "y arruines la tuya propia".

El magistrado, jubilado recientemente y referente en la jurisdicción de menores por sus famosas sentencias pedagógicas, ha visto "muchos apuñalamientos y asesinatos de hijos a padres" a lo largo de 40 años de ejemplar carrera. "Pero eran menores. Estos son mayores. Se aplica la ley de mayores. Cada vez tenemos más. La sociedad está muy mal educada. Empezamos con la familia, seguimos en el colegio y acabamos insertados en la sociedad. Los políticos hacen leyes contradictorias. Recogemos lo que sembramos", insiste.

Moreno también puntualizó que en lo que va de año, en Andalucía, hay una veintena de fallecidos por arma blanca, jóvenes en su mayoría. Además, los incidentes relacionados con estas agresiones son ya 124 durante el año, detalló.

Una carrera de película

Calatayud ha trabajado a lo largo de cuatro décadas entendiendo la ley como sinónimo de reinserción o de reeducación. En 2001, el exmagistrado, que ha desarrollado su carrera en el juzgado de Menores de Granada, se convirtió en el juez más mediático de España por sus llamadas sentencias ejemplares. Del millar de diligencias abiertas desde enero a finales de noviembre de 2001, sólo ordenó en 12 casos el ingreso en un centro cerrado de los jóvenes declarados culpables.