Un junio de récord en temperaturas máximas y del agua del mar en Málaga: "Es como si fuera agosto"

Junio va camino de romper todos los récord meteorológicos propios de este mes: temperaturas máximas, mínimas y también la del agua del mar. "Podemos considerar un mes de junio como típicamente suele ser un mes normal de agosto", asegura el director del Centro Meteorológico de Málaga, Jesús Riesco, que a falta de unos días para cerrar el mes, precisa que "este junio va a ser de récord, de media, en toda España, Andalucía y también en Málaga". Y esto, sin contar con el terral que este miércoles ha puesto en aviso amarillo al Valle del Guadalhorce y la Costa del Sol occidental y que ha elevado los termómetros hasta los 37,3 grados en Coín, la máxima del día en la provincia y también en Andalucía.

Así, el meteorólogo afirma que junio estará "muy cerca del récord histórico", si es que no lo llega a batir. "Va a estar entre los más cálidos de la serie histórica", asegura. Los datos oficiales de la Aemet así lo muestran. Las temperaturas normales durante junio son 28,5 grados para las máximas y 18,6 para las mínimas; si se habla de un mes de agosto, estos valores son de 31,4 para las más altas y 21,8 para las bajas. Además de esto, los valores de humedad también están siendo muy elevado. "Por eso también parece agosto", apunta Riesco.

En el caso del agua del mar, la boya de Málaga de Puertos del Estado ha llegado a alcanzar los 26 grados durante este mes. Este pasado martes, 24 de junio, el agua llegó a los 25,2 grados a las 18:00 horas, y si se miran los registros del domingo 22, se marcó 25,7 grados a las 17:00 horas, "una barbaridad", en palabras del director de la Aemet, que subraya que durante todo el mes el mar de Alborán ha estado "muy por encima de la media" y que eso es lo que ha pasado también con las temperaturas máximas y, muy especialmente, las mínimas, que en la costa malagueña están muy ligadas a la temperatura del agua.

Coín marca la máxima en Málaga: 37,3 grados

Con este caluroso ambiente, el terral llegó este miércoles a Málaga, aunque lo ha hecho como un "semi" terral, lo que quiere decir que sus efectos son más suaves de lo habitual con este tipo de fenómeno. "Al no ser terral de noroeste por todo el Valle del Guadalhorce, se curva un poco y en el aeropuerto de Málaga entra del sur", explica el director del Centro Meteorológico.

Así, a las 18:30 horas todavía no se había llegado al umbral de los 36 grados en el aeropuerto, donde el termómetro de la Aemet marcó 35,5 grados, en cambio, en Coín se superó esa previsión y se registraron 37,3 grados antes a las seis, la más alta del día en la provincia y también en Andalucía. Álora (35,7) y el termómetro del Centro Meteorológico, ubicado en El Cónsul (35,6), han sido los otros dos puntos más calurosos.

Por suerte, este episodio de terral será breve, pues la Aemet espera que no dure más allá del mediodía de este jueves, con lo que "no dará tiempo a que suba tanto la temperatura". De hecho, la máxima prevista para mañana en la capital es de 33 grados. Aún así, con el terral la noche volverá a ser dura en toda la provincia, especialmente en el litoral, con unos valores de humedad también muy elevados.

Se esperan otra vez nocturnas muy por encima de lo que es normal para esta época, con los termómetros caldeados durante toda la madrugada. En Málaga capital y también en Rincón de la Victoria, hasta la medianoche no se espera que empiecen a descender de los 30 grados y hasta las 6:00 de la mañana oscilarán entre los 25 y 27 grados. Pero no es una excepción de la que se pueda culpar a este terral, porque las noches tropicales han sido un continuo durante este mes de junio en la provincia, con mínimas sostenidas por encima de los 23 grados.

En cuanto al mar, como bien tienen comprobado los bañistas, con terral, como el de este miércoles, el agua suele estar más fría. La teoría se cumple, pues durante esta jornada se han rondado los 23 grados en el mar. Aún así, sigue siendo un valor bastante elevado teniendo en cuenta que lo normal serían 19,5 grados. El caso es que el terral se ha ausentado durante gran parte de junio, y sin él, con la atmósfera estable y el predominio de los levantes, se produce el cóctel perfecto para que la temperatura del agua del mar se dispare.