Economía

La nueva ley de startups dará otro empujón a las empresas innovadoras de Málaga

Alvaro Villacorta, Pablo Tapia, Luis Fernández, Manu Heredia, Joaquín López y Albert Rivera en la jornada en Málaga.

Alvaro Villacorta, Pablo Tapia, Luis Fernández, Manu Heredia, Joaquín López y Albert Rivera en la jornada en Málaga. / A. R. (Málaga)

Málaga está de moda en el sector tecnológico. Muchas empresas nacionales e internacionales se están sumando a las que ya había en la provincia en las últimas décadas creando lo que los expertos llaman un ecosistema de la innovación, un grupo en el que inversores, emprendedores e investigadores van de la mano a través de sus diversas compañías y de la propia Universidad de Málaga para impulsar más a esta provincia en España, Europa y el mundo. Google, Vodafone, Citi, Dekra, Telefónica... La mayoría de grandes firmas ya están aquí y vendrán otras. 

Pero esto es la cima. En la ladera hay multitud de empresas locales que nacieron como startups y que en algunos casos como Virus Total, Freepik, Besoccer o Uptodown, entre otras, se han convertido ya en referencias mundiales en sus respectivos sectores. ¿Y qué pasa en la base de la montaña? Pues que está más activa que nunca, hay multitud de proyectos que tienen visos de convertirse en empresas sólidas y pueden recibir un espaldarazo con la ley de startups impulsada por el Gobierno que podría aprobarse definitivamente a finales de año.

Entre las ventajas de esta nueva ley están que las empresas consideradas emergentes pagarán un impuesto de sociedades del 15% en lugar del 25% o reduce los trámites burocráticos. El proyecto de ley establece que serán consideradas startups aquellas empresas que sean innovadoras, de nueva creación o con una antigüedad de hasta 5 años en general, o de 7 años en el caso de empresas de biotecnología, energía e industriales; que tengan su sede social, establecimiento permanente y la mayoría del empleo en España; que no hayan distribuido dividendos y no sean cotizadas, y que tengan ingresos de hasta 5 millones de euros.

Un momento de la mesa redonda organizada por PwC en Málaga. Un momento de la mesa redonda organizada por PwC en Málaga.

Un momento de la mesa redonda organizada por PwC en Málaga. / A. R. (Málaga)

La nueva ley y los pasos necesarios para crear, mantener y consolidar una empresa han sido objeto de debate en la jornada Startups: Presente y futuro organizada en Málaga por PWC y en la que han participado los empresarios Manu Heredia (Besoccer), Alvaro Villacorta (Demium Capital) y Pablo Tapia (Tupl), el ex político y abogado Albert Rivera, el director general de Málaga TechPark, Felipe Romera, el socio responsable de PwC en Andalucía Luis Fernández y el director del área fiscal de PwC en Málaga Joaquín López

"La nueva ley de startups es una necesidad aunque quizás llega algo tarde" indicó el fundador de Ciudadanos Albert Rivera, quien formó parte de la mesa redonda en su condición de inversor en startups pues, en estos momentos, está participando en dos de ellas (Meeting Lawyers y Gurucall). Rivera precisó que "España tiene que ponerse las pilas para que los empresarios no se vayan" y destacó que "invertir en empresas cotizadas es sota, caballo y rey mientras que hacerlo en startups sí te permite ser partícipe, impactar y colaborar". El ex político cree que "Málaga y Valencia son dos ciudades con mucho recorrido en el mundo tecnológico español".

"La historia de Málaga en los últimos 30 años ha estado ligado a las startups. En el parque tecnológico se creaban 100 empresas, morían 50 y una corría mucho", recordó Felipe Romera, quien recalcó que "aunque Málaga está de moda y vienen muchas multinacionales y startups europeas, necesitamos crear más empresas porque ahora estamos en un ecosistema muy favorable".

Una de las intervenciones más aplaudidas fue la del malagueño Álvaro Villacorta, impulsor de Demium Capital, un fondo que tiene 50 millones de euros para invertir en empresas en una fase muy inicial. Tienen una incubadora con presencia en varias ciudades, entre ellas Málaga, e invierten en cada firma entre 100.000 y 500.000 euros. "Nos llamamos inversores en talento porque realmente las empresas en las que entramos están empezando", dijo Villacorta, quien destacó que ya han desembolsado dinero en 100 empresas y su intención es entrar en 200. En el caso concreto de Málaga, participan en 17 compañías tras invertir 1,5 millones de euros y quieren duplicar en el próximo año y medio

"Se reían de mí en otros sitios por ser de Málaga, pero ahora hemos ganado mucha credibilidad gracias a las empresas existentes, se ve que hay talento en todos sitios y se sabe que Málaga ya es un polo interesante", afirmó. En este sentido, Villacorta consideró positivo el efecto llamada de tractores como Google o Vodafone, pero ve necesario "apoyar más el tejido local de startups". Entre los sectores que ve más calientes para invertir están el de tecnología financiera, los relacionados con la salud a raíz de la pandemia, los e-sports, y todos aquellos que aplican la inteligencia artificial a sectores más tradicionales o incluso obsoletos.

Aviso a navegantes: Captar dinero en rondas de financiación está bien, pero lo más importante es captar clientes

El directivo de Demium reconoce que es difícil encontrar inversores. Es mucho más sencillo invertir en bolsa o en casas, pero "invertir en startups es sacrificado porque a lo mejor hay que esperar siete o diez años para tener un retorno". Muchas veces las operaciones son fallidas y se pierde dinero, pero se ha intentado. Un aspecto claro es que un business angel no puede estar solo pendiente de la rentabilidad sino que tiene que entrar en el capital por tener casi una verdadera vocación de servicio y por ayudar a la sociedad. 

Las empresas necesitan su tiempo para crecer pero Villacorta defiende a capa y espada que, frente al continuo interés por la financiación, lo más importante es tener clientes. "Todo el mundo sale diciendo que ha captado dinero, pero hay que captar clientes", recalcó. 

Málaga y Valencia están cobrando mucho protagonismo en el mundo tecnológico español

La historia de Pablo Tapia, fundador de la empresa tecnológica Tupl, es la de un emprendedor nato. Dejó un cómodo y bien remunerado trabado para TMobile en Estados Unidos para crear su propia empresa, cuya sede central está ahora en Seattle y su centro de I+D en Málaga. "Cuando estaba en TMobile pensé que el mundo se iba a automatizar y que la Inteligencia Artificial y el Big Data iban a ser importantes, por lo que iba a ser necesario crear aplicaciones sencillas", desgranó. Empezaron trabajando para clientes del sector de las telecomunicaciones y ahora están diversificando también hacia la agricultura o la industria digital. 

Fundó su empresa y ahora tiene 70 empleados, aunque no ha sido un camino de rosas. "Las startups son como criar a un niño, no hay un manual", dijo Tapia, quien subrayó que el trabajo es constante. "La consolidación empresarial es una lucha continua por crecer y desarrollar tu proyecto, un aprendizaje y lanzar proyectos aunque te vayas llevando palos y vayas aprendiendo de los problemas económicos, del producto o del personal que van surgiendo", afirmó. 

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