La venta de libros en los colegios asfixia a los comerciantes de Huelin

"Nos dejan sin vender libros, sin vender material escolar y, por lo tanto, abocados al cierre o a cambiar de negocio". Así de tajante se muestra José Urbano, dueño de la papelería Vila, a escasos metros del colegio San Patricio. Urbano y otros cuatro libreros más del barrio de Huelin aseguran que los colegios de la Fundación Diocesana Santa María de la Victoria, pertenecientes al Obispado, llevan cuatro años gestionando los chequelibros directamente con las editoriales o con grandes superficies asfixiando así a los pequeños comercios que esperan el mes de septiembre para sacar los beneficios de todo el año.

En la educación obligatoria, la Junta de Andalucía emite un cheque por cada alumno para que se adquieran libros de texto. Este dinero que se ingresa en una cuenta dependiendo del número de alumnos del centro se puede utilizar exclusivamente para este fin según la normativa. Los comerciantes de la zona critican que estos colegios los gestionen directamente sin pasar por intermediarios.

Dicen los libreros de Huelin que desde los centros se presiona a los padres para que les permitan proporcionar los libros a sus hijos. "Les dicen que van a ser los únicos, los llaman durante el verano para insistirles, les explican que necesitan el dinero para una y otra cosa del colegio...", aseguran desde la Papelería Vila.

Ahora se suma que el centro también proporcionará el material escolar para el próximo curso. "Le han entregado a los padres un papel con el material escolar que van a utilizar los niños para el próximo curso y lo han valorado en 28 euros, ha de hacer un ingreso en una cuenta y un mayorista traerá material al centro", dicen desde la papelería Alcazaba, y aseguran que según les dijo el inspector de zona " el material no lo puede proporcionar el propio colegio". Los comerciantes han valorado el importe real del lote y, según sus cálculos, cuesta unos 3 euros más caro que en las papelerías del barrio.

"Además de quitarnos esos cheques nos quitan a estos clientes, porque ya no vienen. Si también proporcionan ellos el material no aparecerán ni para darme los buenos días", se queja José Urbano que también denuncia retraso en los pagos de los pocos chequelibros que coge. Por ello, están buscando los apoyos de distribuidoras malagueñas y otras tiendas afectadas y pretenden denunciar la "competencia desleal" ante la Delegación de Educación, ante Consumo y la Agencia en Defensa de la Competencia en Andalucía. Como última instancia estudian interponer una demanda judicial y llevar el caso a los tribunales.