El uso potencial del futuro corredor ferroviario de la Costa del Sol crece a pasos agigantados. De los algo más de 36 millones de viajeros que proyectaba el estudio informativo elaborado por la Junta de Andalucía allá por el año 2001 para esta macroinfraestructura, cuyo coste final rondará los 4.500 millones de euros y que recorrerá los 85 kilómetros que se extienden entre Málaga capital y Estepona, se pasa en estos momentos a una estimación de demanda anual de 100 millones de pasajeros.

Este dato supone a modo comparativo 50 veces más que los usuarios que previsiblemente tendrá el AVE Málaga-Madrid este año; se aproxima a los más de 120 millones de pasajeros del Cercanías de Barcelona y dista de los casi 700 millones de viajeros con los que cerró el Metro de Madrid el pasado ejercicio.

Así lo dictaminan los últimos datos que maneja el ente Ferrocarriles Andaluces, dependiente de la Consejería de Obras Públicas, cuyos responsables hablan de esta cifra cuando se trata de analizar la demanda "en el conjunto de todas las líneas y servicios previstos" en el conocido tren litoral, que mezclará servicios de Cercanías con recorridos de altas prestaciones, con velocidades de 250 kilómetros.

La dimensión de esta demanda es mayor si se toman como referencia las actuales cifras de pasajeros de los transportes públicos de esta zona, ya sea el tren (Málaga-Fuengirola), o los autobuses. Estos dos elementos suponen un movimiento de unos 20 millones de usuarios, con lo que el futuro ferrocarril de la Costa del Sol occidental multiplicará por cinco la demanda actual.

El último paso dado por Ferrocarriles Andaluces va en la dirección de conocer en detalle la demanda real del tren costero, el perfil de los viajeros futuros y aquellas alternativas de movilidad de las que recogerá buena parte de sus clientes. Para ello, acaba de licitar por 500.000 euros un contrato de servicios para el estudio sobre la movilidad en el ámbito de implantación de esta infraestructura.

La empresa que resulte adjudicataria dispondrá de seis meses para la elaboración de este trabajo, que, entre otros elementos, deberá incluir una caracterización de la demanda de los medios interurbanos públicos y de la red viaria; una modelización de la movilidad y caracterización la demanda que será transportada por el ferrocarril de la costa del sol.

Una vez se precisen los viajeros del tren litoral, el pliego de condiciones técnicas que rige el concurso obliga a realizar un análisis de su explotación, definiendo las características mínimas de los trenes, al objeto de asegurar la debida atención a la demanda; el diseño de las marchas y de los horarios necesarios; las velocidades y tiempos de recorrido; el dimensionamiento de la plantilla del personal de operación necesario, las tarifas...

Asimismo, se alude a la necesidad de efectuar un análisis del marco económico y establecer el modelo de gestión y de sostenibilidad económica del servicio. "Entre los posibles modelos de gestión se analizarán, como mínimo, el de concesión y la fórmula del contrato-programa, identificando, para cada uno de ellos, los indicadores, parámetros y magnitudes fundamentales, tanto de actividad como económicos", precisa el pliego del concurso.

Junto al efecto que el ferrocarril de la Costa del Sol tendrá sobre la movilidad de la zona, la Junta impulsa también otro estudio relativo a la viabilidad y al balance ambiental de esta infraestructura. Este trabajo, que ha sido licitado en 95.800 euros, tiene el objetivo de profundizar y complementar los estudios de impacto ambiental elaborados en su día sobre el proyecto. En este sentido, el documento final prestará especial atención a los efectos que la puesta en marcha del ferrocarril costero tendrá sobre la calidad del aire, al reducir el uso del vehículo privado; la contaminación acústica, y las posibles afecciones de la fase de construcción.

A ello se suma el análisis de las consecuencias sobre el medio socioeconómico, para lo que se parte de la premisa de que la ejecución de la línea supondrá un aumento de la demanda de mano de obra; una vez en marcha servirá de elemento dinamizador de la actividad económica, y supondrá, previsiblemente, una reducción de la accidentalidad en las carreteras A-7 y N-340, dado que bajarán sensiblemente las intensidades de tráfico en las mismas.

En el actual escenario, se mantiene en duda el momento en que se iniciará la construcción del eje ferroviario, si bien Obras Públicas adjudicó hace ya cuatro meses un pequeño tramo de 4 kilómetros, que discurren entre Las Lagunas y La Cala de Mijas. Fuentes de Ferrocarriles Andaluces consultadas indicaron que el procedimiento en este caso continúa su camino con normalidad, con independencia de las conversaciones de la Junta y el Ministerio de Fomento para crear una empresa mixta para desarrollar el proyecto.