Lluvia y calor, el ecosistema ideal para los mosquitos del virus del Nilo en Málaga
"La prevención antes de los primeros casos de infección es crucial", asegura el investigador del CSIC Jordi Figuerola
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A las intensas lluvias que transformaron el paisaje de la provincia las ha seguido una subida de las temperaturas. Esto quiere decir que se dan las condiciones perfectas, con agua estancada en las zonas rurales y calor, para la proliferación de mosquitos, entre ellos, las especies que pueden ser vectores de contagio del virus del Nilo Occidental. "La situación es que puede ser una mala temporada de mosquitos; además, ha llovido mucho y ahora empieza el calor. Es el escenario perfecto para ellos", afirma a este periódico el investigador de la Estación Biológica de Doñana del CSIC y experto en mosquitos y difusión del virus del Nilo Jordi Figuerola.
Es difícil hacer cálculos, pero lo normal es que los primeros mosquitos positivos en el virus aparezcan a principios de julio. "El año pasado se dio una situación excepcional porque el primero apareció a comienzos de junio", señala Figuerola, que insiste en que hay que entender la situación en su justa medida. "Alarmarse no hay que alarmarse. Es un tema serio: estos mosquitos pueden provocar una enfermedad grave que ya ha provocado muertes [11 en 2024] y en los próximos años va a seguir circulando".
Es por esto que el plano en el que hay que trabajar es en el de la prevención, tanto a nivel de las administraciones, actuando en las zonas donde puedan darse más cercanas a los núcleos de población, como estrictamente personal. Para este último, Figuerola apela al sentido común con la instalación de mosquiteras, tiras de goma para sellar correctamente las ventanas, la retirada de platos de macetas, en los que se acumula el agua, y mantener las piscinas cuidadas.
"Esto es algo en lo que muchos no caen. Si tienes la piscina vacía todo el año esperando que llegue el verano para llenarla, en ese intervalo, con las lluvias, recoge agua y se convierte en un criadero enorme", afirma. "La vigilancia y la prevención son cruciales. Es muy importante que se haga una correcta supervisión antes de que se produzcan los primeros casos de infección", apostilla.
Lo común, explica Figuerola, es que los focos comiencen en el Bajo Guadalquivir, en Sevilla, y en La Janda, en Cádiz, y "a partir de ahí se expanden". Pero su presencia está documentada también en Málaga, donde se detectó el primer caso en humanos en noviembre de 2024 en el municipio de Guaro. "Normalmente lo que estamos viendo es que cuando se inundan los cultivos de arroz, a los 15 días se disparan los mosquitos de la especie Culex perexiguus, el principal vector del virus del Nilo, a las pocas semanas".
No es, de cualquier manera, el último factor. Los inviernos cálidos pueden influir en que haya más mosquitos, como ha sido el caso. "Vemos que cuando hay inviernos más cálidos la circulación del virus es más intensa en caballos y aves, sobre todo en primavera y verano; por el contrario, si el invierno es muy frío, hay menos". ¿Quiere decir eso que también se registran más contagios en humanos? "No necesariamente, porque nosotros sí nos sometemos a medidas de protección; ellos están al aire libre". Otro aspecto a tener en cuenta es la disminución de la población de aves que se alimentan de mosquitos, como las golondrinas o los vencejos; además de los murciélagos, que son mamíferos. "Ahora tenemos que pagar por un servicio que antes teníamos gratis".
Nueve municipios malagueños, en riesgo alto de transmisión del virus
A nivel provincial son nueve los municipios en los que se considera que existe un riesgo alto de transmisión del virus del Nilo Occidental, tal como recoge el Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental (FNO) 2025 de la Junta de Andalucía aprobado en el mes de marzo.
En concreto, estos son Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Almargen, Antequera, Cártama, Coín, Guaro, Málaga capital y Pizarra. Aunque su influencia es más extensa: la mayoría del territorio malagueño se encuentra en riesgo medio, y una treintena en nivel bajo, conforme a esta catalogación, que divide todos los términos municipales de la comunidad autónoma en estas categorías porque se entiende que todas corren cierto riesgo.
Esta división tiene como objetivo una vigilancia y control más exigente. Además, se introduce el concepto de "área de alerta", de carácter temporal, en los casos de evidencia de la cercanía del virus a núcleos de población a menos de 1,5 kilómetros de distancia, durante la temporada en curso. En estos casos se realizará una intensificación de las medidas de intervención, vigilancia y sensibilización.
Recomendaciones de la Junta
En paralelo, la Consejería de Salud y Consumo ha recomendado a la población reforzar las medidas de protección frente a este virus, sobre todo entre la población vulnerable con inmunidad comprometida. La Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica ha incidido en la necesidad de usar repelentes de mosquitos registrados y de uso tópico, cubrir la mayor parte del cuerpo con ropa clara, evitar los olores intensos "porque atraen a los mosquitos y procurar no salir al amanecer y al atardecer, que son los momentos de máxima actividad de mosquitos".
Salud también ha recordado la necesidad de reforzar las medidas domésticas, como instalar mosquiteras, usar insecticidas domésticos/repelentes ambientales o apagar las luces si no son necesarias, porque la luz los atrae. Otra medida fundamental según la Junta es evitar generar zonas de agua estancada, donde los mosquitos crían sus larvas, por lo que "se recomienda mantener adecuadamente las albercas, piscinas y lavaderos y vaciar el agua que pueda acumularse y pasar desapercibida en jardines, macetas, juguetes o cubos".
En el caso de explotaciones ganaderas, se ha aconsejado, igualmente, renovar con frecuencia los bebederos de los animales; evitar el agua de charcos en rodadas de vehículos o caminos, fugas de agua por grifos o conducciones rotas, abrevaderos con fugas o con poca renovación.
Por otro lado, Salud va a activar este año en residencias de mayores, centros de salud y colegios una campaña informativa para "concienciar" y sensibilizar a la población sobre el virus del Nilo. "El objetivo es que tanto la población como los profesionales sanitarios dispongan de información y formación adecuada para poder abordar las diferentes medidas a adoptar frente a esta enfermedad de una manera eficaz y colaborativa".
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