El tradicional alumbrado de Navidad viste ya la calle Larios de Málaga. Cuando el verano apenas acaba de decir adiós y a poco más de dos meses de que se señale en el calendario la tradicional fiesta invernal, ya luce instalado en la céntrica vía de la capital de la Costa del Sol.

La ornamentación es la misma que ya pudieron contemplar los miles de malagueños y visitantes que acudieron en masa el año pasado al casco antiguo. El bosque otoñal, con sus 22 arcos de tipo ojival (de casi 13 metros de altura y 11 metros entre ejes), fabricados en estructura curva de aluminio; pintados con spray color oro, dotados de 1.000 cordones de led...

Pero será lo único que guarde relación con la fiesta pasada. Porque como confirma la concejala de Fiestas, Teresa Porras, en esta ocasión no habrá espectáculo de luces y sonido. Algo que afecta no solo al escenario de Larios, sino también a los de la calle Alcazabilla y el de la Alameda Principal, puntos alternativos con los que se buscó repartir la asistencia. "Todo lo que sean aglomeraciones de gente lo hemos quitado", explica la edil.

Otra perspectiva de las luces, con el marqués de Larios al fondo.

El Covid-19, cuya presencia en la capital y la provincia es evidente, lo cambia todo. De hecho, se da casi por segura la supresión del acto de encendido oficial, que el año pasado contó con el protagonismo del actor Antonio Banderas. En esta ocasión, "en el 99% no se hará el acto del año pasado; este año pasaremos un poco de hacer ese llamamiento".

Donde parece tener más duda el Ayuntamiento es en lo relativo a las cabalgatas de reyes, actos que suelen concitar a un gran número de seguidores, sea en la central, que recorre buena parte del Centro, o en los distritos. Porras admite que cabalgata como la del año pasado difícilmente habrá. 

"Soy partidaria de que con esto hay que convivir y lo que hay que buscar son fórmulas que cumplan con el tema sanitario; intentaremos hacer las cosas para que podamos convivir, para que la gente no se concentre", expuso, recordando que hay muchas familias que "viven solo y exclusivamente para este tipo de eventos y que lo están pasando muy mal". Su apuesta es clara: "Buscar cosas para que no haya contacto ni aglomeraciones; seguro que hay cosas que podremos hacer y que haremos".