Málaga

La lucha contra la trata: 50 golpes policiales con más de 200 mujeres liberadas en Málaga

  • Interior elabora un plan a dos años vista para reducir los casos de explotación sexual y laboral

  • La Policía detiene en el último trienio a 229 personas en la provincia

Operación en la que la Policía liberó a 14 víctimas de la trata en Málaga

Operación en la que la Policía liberó a 14 víctimas de la trata en Málaga / Policía Nacional de Málaga

Cincuenta operaciones, 229 detenidos y 272 víctimas liberadas. Son las cifras que resumen la lucha entre 2019 y 2021 de la Policía Nacional de Málaga contra la trata de mujeres, que el Ministerio de Interior considera la “esclavitud del siglo XXI”, a la que se ha propuesto hacer frente con un plan a dos años vista que ha elaborado para reducir los casos de explotación sexual y laboral.

En la Costa del Sol, uno de los golpes policiales permitió hace apenas cuatro meses poner entre rejas a una mujer acusada de prostituir a su hija, menor de edad. En el operativo fueron liberadas otras 13 víctimas y se detuvieron, en total, a 27 personas, entre ellas el supuesto líder de la red que habría reactivado las actividades ilegales tras salir de prisión, y también el compañero sentimental de la adolescente. Las pesquisas apuntaban a que el cabecilla consiguió que tanto éste como la progenitora de ella “consintieran y favorecieran” su prostitución.

La investigación se inició en junio de 2020, cuando la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (Ucrif) de la Comisaría provincial supo de la existencia de una casa de citas en la zona de Teatinos, donde varias mujeres, la mayoría de ellas extranjeras y en situación de estancia irregular, eran explotadas sin descanso en prácticas sexuales.

Los supuestos proxenetas aprovechaban la vulnerabilidad de las víctimas para someterlas a condiciones abusivas, coaccionarlas e instarlas al consumo de sustancias estupefacientes para ejercer largas jornadas de prostitución. La droga la conseguían a través de unos familiares que regentaban un desguace de vehículos y que, a su vez, era utilizado como tapadera del narcotráfico a pequeña escala.

El líder del grupo criminal, que había sido desarticulado en una primera fase de la operación, logró reorganizarse. Para ello, supuestamente sumó nuevos miembros y amplió los tipos delictivos a los que dedicarse, concretamente, la corrupción de menores. Aunque creyó controlarlo todo, se encontró en el ojo del huracán y acabó encarcelado. Los miembros de la banda criminal estaban investigados, además, por delitos contra la salud pública, usurpación de funciones públicas, coacciones, tenencia ilícita de armas.

Salarios míseros y sin descanso: la explotación laboral

Pero la explotación sexual de mujeres obligadas a prostituirse es solo una de las modalidades de la trata de seres humanos. La otra consiste en el abuso laboral de trabajadores, que suelen ser forzados a desempeñar jornadas maratonianas en el campo por salarios míseros y sin descanso. Una de las operaciones relacionadas con este tipo de casos –y desarrollada también el año pasado– llevó a liberar a 11 personas que estaban siendo explotadas laboralmente. Vivían hacinadas en una nave de Antequera. La investigación se saldó entonces con siete detenidos, todos ellos ciudadanos rumanos que captaban, supuestamente, a compatriotas en situación de extrema necesidad o vulnerabilidad.

Solo unos meses después, la Policía rescató en Fuengirola a otras cuatro mujeres que ejercían la prostitución en casas de citas en unas condiciones abusivas. Las 24 horas del día. Eran sometidas, según las pesquisas, a un “férreo control” por parte del grupo criminal, que además las forzaba a vender a los clientes sustancias como la llamada cocaína – la droga de los ricos y el gas de la risa.

Una de las mujeres liberadas por la Policía Una de las mujeres liberadas por la Policía

Una de las mujeres liberadas por la Policía / Policía Nacional de Málaga

La Policía Nacional también asestó otro golpe a una organización que, presuntamente, captaba a mujeres, en su mayoría del este de Europa, mediante agencias que publicaban ofertas de trabajo en internet. El principal responsable ingresó en prisión. Hubo 22 detenidos –17 en la provincia de Almería y cinco en Marbella–.

El nuevo plan impulsado por el Gobierno ha sido elaborado por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), organismo dependiente del Ministerio del Interior. Responde al desarrollo de una de las prioridades incluidas en la Estrategia Nacional contra el Crimen Organizado y la Delincuencia Grave (2019-23), que ya contemplaba la lucha contra la trata de seres humanos como una de sus prioridades.

Para abordar este fenómeno, Interior establece distintas líneas de acción, entre las que destaca la elaboración de un plan estratégico específico nacional contra este fenómeno. Se hace eco así de las recomendaciones del grupo de expertos en la lucha contra la trata del Consejo de Europa, que en su último informe instaba a España a adoptar, con carácter prioritario, un plan integral contra las distintas formas de explotación y mejorara la identificación de las mismas y la asistencia a sus víctimas. También el Departamento de Estado de EEUU hizo una recomendación similar.

El programa de Interior presenta una estructura dividida en dos grandes bloques. Por un lado, un marco jurídico del fenómeno de la trata de seres humanos junto con una visión actualizada de la situación del mismo en España. Por otro, los objetivos y criterios sobre los que se ha diseñado y una serie de medidas de acción necesarias para su abordaje integral y con plenas garantías.

Prioridades y objetivos

La gran prioridad es la detección y prevención de la trata de seres humanos. Para ello, dice el CITCO, es necesario sensibilizar a la población, especialmente a quienes demandan los servicios por los que las víctimas son explotadas. “Debe ser una acción clave que permita en el medio y largo plazo acabar con dicha explotación. Lamentablemente, la trata y la explotación se alimentan de esa demanda, lo que genera una oferta creciente de los citados servicios”, expone Interior, que admite la necesidad de mejorar las herramientas y mecanismos para una detección temprana de las víctimas.

La identificación y asistencia a las víctimas es otro de los ejes del programa. Es preciso un “adecuado enfoque de derechos humanos, género e infancia y hacer especial hincapié en las situaciones de especial vulnerabilidad”, así como mejorar los sistemas de protección. La persecución de los delitos, la mejora de la coordinación con las distintas instituciones y conocer a fondo la evolución de las distintas modalidades de trata completan la lista de prioridades marcadas en este plan.

El documento elaborado por el CITCO desglosa una serie de normas y protocolos contra la trata que pueden utilizarse para luchar jurídicamente contra ella, así como una exposición sobre este problema a nivel mundial. Cita un informe de la UE en 2020, en el que se detallaba que entre 2017 y 2018 se registraron 14.145 víctimas en Europa, de las cuales el 60% lo fueron por trata sexual, 15% por trata laboral y 25% por otras formas, como la mendicidad forzada o el tráfico de órganos.

Más de 2.500 detenidos en España por trata de personas

En el caso de España, ha sido tradicionalmente un lugar de tránsito y destino para las víctimas de este delito. “Esta situación ha derivado en que se ha convertido en una de las actividades criminales más rentables en nuestro país, especialmente por sus vinculaciones con la explotación sexual. Las cifras entre 2017 y 2020 así lo avalan. Del total de víctimas de trata de personas, un 59% lo eran con esta finalidad”, apunta el informe.

En esos mismos años, se instruyeron en todo el país 390 atestados por trata de personas y 658 por explotación sexual o laboral. Fueron detenidas más de 2.500 personas y se desmantelaron 300 organizaciones y grupos criminales. En este periodo se identificaron como víctimas a 1.250 personas, entre las que había 60 menores de edad. A estas cifras hay que añadir 3.551 víctimas de explotación sexual o laboral, con 30 menores.

Las mujeres y niñas representan el 93% de las víctimas de la trata sexual. Se aprecia un paulatino descenso en la edad media de las mismas. Más del 70% de las perjudicadas tenían entre 18 y 33 años. El abuso de situación de necesidad o vulnerabilidad de la víctima es el método más frecuente en la trata sexual, donde también está presente el engaño.

En cuanto a las formas de captación, varía enormemente según la nacionalidad. Las víctimas del Este de Europa suelen ser captadas mediante el denominado método lover boy (un chico que las enamora, agasaja y les promete que se escaparán a un lugar mejor), mientras que las africanas son atrapadas por el vudú yuyu, un ritual de las mafias nigerianas para amenazar a sus esclavas sexuales. Además, los investigadores detectan un uso cada vez más frecuente de las redes sociales e internet.

En los últimos años ha habido cambios de tendencia en cuanto a las nacionalidades de las víctimas. Rumanas y nigerianas son las más representativas y han tenido una evolución estable. En el caso de las iberoamericanas, se ha registrado un crecimiento exponencial de las víctimas de Venezuela, Colombia y Paraguay. El 60% de las investigaciones contra la explotación sexual en 2020 se centraron en viviendas particulares.

Muchas de las antiguas víctimas pasan a ocupar puestos de responsabilidad en las redes de trata como madames o captadoras. Por lo que respecta a la nacionalidad de los autores, en consonancia a lo que ocurría con las víctimas, y siguiendo la costumbre de las redes criminales de mostrar fuertes lazos de origen entre unas y otros, en los últimos años se ha detectado un notable incremento de las nacionalidades colombiana y venezolana.

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