Hasta ahora pocos remedios han sido totalmente efectivos para combatir la plaga que se instauró en Málaga hace años. El Ayuntamiento de Málaga ha probado casi de todo para que el picudo rojo no termine con las más de 5.000 palmeras que adornan la ciudad y lo último será incorporar a la batalla la ayuda de un pastor belga malinois a partir de la próxima semana.

Su misión será la de detectar precozmente la presencia del escarabajo en el interior de las palmeras antes de que sea demasiado tarde para tratarlas. Ya se ha aplicado su efectividad frente al picudo en otros lugares y el área de Parques y Jardines en el Consistorio malagueño quiere hacer lo propio.

La empresa especializada en el tratamiento de la plaga, subcontratada a su vez por las contratas encargadas del mantenimiento de las palmeras de la ciudad, es la que ha adquirido el perro tras comprobar los buenos resultados que ha dado en otros lugares que también están sufriendo los efectos del escarabajo.

Si las previsiones no fallan y no se produce ningún contratiempo, el director del área de Parques y Jardines en el Ayuntamiento de la capital, Javier Gutiérrez del Álamo, aseguró que será el viernes cuando el perro llegue a Málaga y sea presentado oficialmente antes de empezar su compleja tarea.

La habilidad de los pastores belgas para detectar la presencia del escarabajo incluso en su fase larvaria en el interior de la palmera será puesta en práctica en todas las palmeras de la capital. Eso sí, los ejemplares inspeccionados por este perro no podrán tener una altura superior a tres metros.

Mientras, en todas las que no sea posible poner en práctica esta pionera medida, se seguirán aplicando los tratamientos curativos que están divididos en dos procedimientos. La primera se conoce como endoterapia y se trata de una técnica que se usa cuando se detecta la infección de una palmera por el insecto, a través de la aplicación de insecticidas sistemáticos de alta persistencia, conjuntamente con nutrientes. Además, está la poda quirúrgica o cirugía, que consiste en un tratamiento mecánico de limpieza de la zona afectada por Rynchophorus ferrugineus, con aportación de nutrientes, lo que facilita la posibilidad de que la palmera dañada gravemente pueda resurgir, después de eliminar todas las hojas y todo el tejido afectado hasta llegar a la parte sana.

Pero también Gutiérrez del Álamo explicó que se están aplicando otros sistemas innovadores en las palmeras del Parque de Málaga, unas de las más afectadas por la plaga del escarabajo, y desde hace semanas se mide la presencia del picudo mediante sonómetros que "permiten determinar si el insecto está dentro". Ya son 32 los ejemplares seriamente afectados en el jardín del corazón de la ciudad