Málaga cambia de rumbo con el carril bici de la Alameda Principal y lo pinta de rojo
El Ayuntamiento defendía la estética singular de la calle para evitar una señalización más agresiva
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Cambio de rumbo con el carril bici de la Alameda. El Ayuntamiento de Málaga se ha decidido a pintarlo de rojo, en consonancia con los itinerarios ciclistas del resto de la ciudad. Lo cierto es que, antes de que este lunes en La Casona del Parque anunciaran que comienzan los trabajos para el repintado del carril, muchas habían sido las reticencias para cambio alguno.
Mientras dure el tajo para cambiar la señalización de la vía ciclista, se balizarán las distintas zonas donde se irá actuando para emitir el tránsito peatonal en los cruces de las calles y en las paradas de los autobuses. De igual forma, las actuaciones contemplan trabajos de mejora del tramo de carril bici de la Plaza de la Marina. La concejala de Movilidad, Trinidad Hernández, asegura que la actuación que se está llevando a cabo "es la mejor solución técnica consensuada entre las áreas de Urbanismo y Movilidad".
En 2021, hace ahora cuatro años, ya se estudió la posibilidad de mejorar el carril bici, bien cambiando su ubicación, bien poniendo otra señalética. El entonces concejal del ramo, José del Río, explicaba a este periódico la complejidad del tramo –fruto de la reciente renovación de la Alameda Principal– afirmando que “es un sitio emblemático con una imagen y una estructura en la que no podemos poner pivotes o vallas, es cuestión de tiempo que la gente se acostumbre a la señalética”. No ha sido así o, al menos, así lo han entendido en el Ayuntamiento, que se han decidido finalmente por ceder la estética en pos de la seguridad.
Entonces apostaba por eliminar las pegatinas blancas para colocar unas chapas metálicas, que nunca terminaron por instalarse, manteniéndose los adhesivos sobre la calle durante todos estos años. Siempre, claro, que no estaban levantados y el Ayuntamiento debía solucionarlo.
"Es un parche, se debía haber pensado antes"
Desde Ruedas Redondas, la principal asociación ciclista de la ciudad, su presidenta, María José Márquez, es tajante a la hora de señalar que "es un parche" más allá de una solución definitiva, que ve muy difícil, además de mucho más costosa. "No pensaron en nosotros en una reforma de 8 millones de euros", asegura, a la vez que afirma que esta dejó un espacio eminentemente pensado para el peatón, "claro que ahora estamos invadiendo, pero no es culpa nuestra".
Así, afirma que es "normal" que desde los quisocos tengan quejas, "les han dejado un espacio de 40 centímetros con el carril, ahí no cabe una cola, eso no lo va a solucionar que lo pinten de rojo", continúa, y afirma que se tenía que haber pensando, en su momento, una solución "suficientemente separada de la carretera y del tránsito de las personas, hay espacio".
Ahora habría que salir de la propia Alameda para pensar en soluciones a largo término, "ir a Muelle Heredia o el Soho, en un itinerario que sea más cómodo, pero no en un carril 30 o en la acera, separado", afirma. "Para esto no nos han preguntado desde el Ayuntamiento", asegura Márquez, a la vez que señala que en lo que va de mandato, no se han podido reunir con el área de Movilidad.
"¿Eso era es un carril bici?"
Estos años –y sobre todo en verano, cuando la sombra de los árboles deja el carril bici resguardado del sol, al contrario que el resto de la calle– ha sido frecuente observar cómo los ciudadanos caminaban indistintamente por encima del espacio reservado a los ciclistas, con el riesgo que esto venía conllevando. En diferentes ocasiones, este medio ha constatado que la confusión era habitual, “¿Ah, pero esto es un carril bici? No me había dado cuenta, ni me había fijado en las pegatinas”, señalaba un hombre en 2021 que esperaba, tranquilamente, al autobús sobre el carril.
Y, por la misma lógica, bicicletas y patinetes acababan fuera del lugar destinado para ellos. Este mismo lunes –bien es cierto que con el carril cortado por los trabajos– era fácilmente apreciable cómo los usuarios de vehículos de movilidad personal usaban la vía sin ningún tipo de problema. Incluso sin llevar los preceptivos casco y chaleco señalizador.
Actualmente Málaga cuenta con 50 kilómetros de carril bici segregado del tráfico. Este año se iniciarán las obras para la construcción de otros cuatro itinerarios ciclistas, que sumarán 10 kilómetros a la red, con los que se alcanzarán los 60 kilómetros. Además, se van a redactar otros nueve proyectos de itinerarios ciclistas, con una longitud aproximada de 14 kilómetros.
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